Estaba casi seguro de que Serena me amaba, al menos tenía la certeza de que me necesitaba y deseaba. Ese beso que inició no era cualquiera, era demasiado demandante y ella no solía ser de ese tipo de demostraciones. Mi corazón latía emocionado ante la expectativa de estar muy cerca de lograr conquistarla; sólo debía ser paciente y dedicado, como lo había sido hasta ese día.
El atardecer ya llegaba y meditaba en todas las cosas que estaban sucediendo en el balcón de mi departamento, a la espera de poder llevar a Serena y a Sammy a su casa, donde aprovecharía el momento para conversar con su padre. Tenía algunas ideas claras de lo que quería decirle, pero no sabía cómo reaccionaría o las trabas que me pondría. Ensimismado en mis pensamientos, disfrutando de la cálida brisa que circulaba, me vi obligado a girarme hacia el ventanal cuando escuché que lo abrían.
—Darien, creo que se hace tarde —me dijo Serena, mirándome a los ojos. Sonreí, no pude evitarlo, pues imaginaba que si me acercaba sólo un poco, su corazón se aceleraría de golpe. ¿Y si lo intentaba? Mis pies se movieron hacia ella, pero para mí desilusión, se había fijado en algo más interesante que yo en ese momento... la impresionante vista casi nocturna de mi departamento.
—¡Wow! Esto es precioso —exclamó feliz.
En verdad, yo sabía que la ciudad se veía hermosa desde mi balcón, pues el monte Fuji se distinguía a lo lejos, tiñiendose de anaranjado a medida que el sol se escondía, y las luces de los edificios comenzaban a encenderse, dando la semejanza del cielo nocturno con numerosas estrellas titilando. Además, la torre de Tokio se erigía justo en medio, iluminándose de a poco. La observé apoyar sus manos sobre la baranda y disfrutar del viento suave que jugaba con sus cabellos. Para mí, esa era la mejor visión.
—¿Te gusta?
—Me encanta...
—¡Qué bien! Porque ésta será la vista que tengas después de que te cases conmigo —le recordé, muy cerca de ella, tanto que pude notar el instante preciso en que se sonrojó por mis palabras—. Podrás ver hasta el amanecer si quieres...
—Es cierto...
—Podremos tomar un café aquí... los dos solos, ¿qué te parece?
—Será... estupendo —me respondió, suspirando al final. Estaba nerviosa, así es que preferí detener mi pequeña prueba, ya tenía lo que quería averiguar.
—¿Quieres que los vaya a dejar ya?
—Sí, por favor. Estoy preocupada —me dijo, girándose hacia mí.Si había estado intentado probar que de alguna u otra forma ella me quería, yo no necesitaba nada más que su mirada para perderme en su hermosura. Sus ojos siempre fueron mi perdición, desde la primera vez que los vi. Ejercían una fuerza poderosa sobre mi cuerpo, como si de un imán se trataran y me obligaban a moverme hacia ella aún en contra de mi voluntad. No quería apresurar las cosas, pero su mirada celeste era tan transparente y suplicante, que lo único que anhelaba era abrazarla y besarla. No sé de donde saqué fuerzas para retroceder y salir casi arrancando de ese espacio tan pequeño que, por poco, me hace tambalear. "Paciencia Darien, paciencia", era lo que me repetía como mantra en la cabeza.
—Vamos, entonces...
Al llegar a la casa de Serena, la miré y pude notar su inquietud. Imaginaba que era difícil saber si su padre estaría sobrio ya o si seguía bebiendo. Bajé primero y le abrí la puerta, ofreciéndole mi mano para que sintiera mi apoyo y respaldo.
—Estoy contigo —le aseguré, intentando transmitírselo a través de mi mirada.
La vi asentir y sonreír, para luego estirar su mano hasta depositarla sobre la mía con suavidad. Sus dedos eran una delicia, que siempre lograban hacer que sintiera cosquillas en el estómago. ¿Qué sería de mí si...
Lo mejor era no pensar en nada más por ahora. Debía enfocarme sólo en ella y en la conversación con su padre. Lo demás ya lo descubriría después de casarnos. Y, ahí no solo dejaría que mi imaginación volara, si no que resolvería todas mis dudas respecto a ella.
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Boda por amistad
FanfictionDarien siempre recordó su primer beso, pero cuando volvió a encontrar a la mujer de sus sueños, sus vidas llevaban un camino separado. ¿Sucedería algo que pudiera reunirlos al final del camino?