Me sentía como flotando en una nube. Ahora entendía tantas cosas que había escuchado de cómo era estar enamorada... y no quería que esa sensación acabara nunca, porque era tan maravillosa, tan especial. No me di cuenta del momento en el que comencé a necesitar de Darien incluso para respirar, pero pronto supe que vivía por y para él. Pero eso no me molestaba en absoluto, porque era claro que ese sentir era recíproco, pues él me necesitaba de la misma forma... lo sentía, lo sabía, sus caricias me lo confirmaban y sus besos me lo demostraban con intensidad. Él era mío, de nadie más y esa sensación de posesividad era magnífica, tan satisfactoria.
Al comienzo tuve que luchar contra mi pudor, ya que jamás había estado en una situación así, pero Darien fue tan comprensivo, que poco a poco me fue sintiendo más cómoda estado sin nada a su lado, olvidando cualquier temor o vergüenza, pues ya éramos uno solo en todos los sentidos. Y, ahí estaba ahora, envuelta en sus brazos, mientras él dormía plácidamente a mi espalda. Sentía su respiración pausada sobre mi piel y su mano reposaba sobre mi pecho, en una demostración de la intimidad que habíamos llegado a tener en esos dos días que llevábamos encerrados en la casa de su padre.
—Darien... —susurré, para ver si despertaba, a la vez que acariciaba su mano.
—Mmm... —me respondió a penas, medio dormido aún.
—¿Qué piensas que podemos hacer hoy?
—No sé —dijo, con voz de sueño.
—Quiero ir a la playa.
—¿A la playa?
—Sí. Quiero caminar en la arena y bañarme en el mar... vamos, dime que sí, por favor —le supliqué, removiéndome entre sus brazos.
—Lo que tú quieras, mi princesa...Cuando me dijo eso, me sentí tan feliz, que no noté el momento en el que me giró, dejándome apresada entre el colchón y su cuerpo, el que sostuvo sobre sus brazos para no aplastarme, aún cuando comencé a sofocarme sólo con el contacto de su piel con la mía y el intenso brillo azulado de sus ojos. Me sonrió, curvando sus deliciosos labios, los que comencé a anhelar por sentir, pero él parecía que quería hacerme rogar, porque dejó caer su boca sobre mi frente, para luego descender muy lentamente por mi mejilla, haciéndome suspirar. Sentí como mis labios ardían deseosos de ser atendidos por él y cuando siguió su camino de largo, no dejé que hiciera su voluntad y tomé su cara entre mis manos, apoderándome de su boca con anhelo e intensidad, encargándome de robarle el aliento, para que supiera que yo también podía mandar en ese juego. Entonces, aproveché su sorpresa ante mi efusividad y de forma ágil lo obligué a girarse para que fuera él quien quedara bajo mi cuerpo, sentándome a horcajadas encima suyo, acariciando su varonil abdomen con la ansiedad que él me había enseñado a tener.
Quería demostrarle que era una buena aprendiz y que no me quedaría atrás en demostrar todo lo que me hacía sentir. Junté mis manos con las suyas, deslizando mis yemas por sus palmas, intentando despertar en él cada fibra de su cuerpo. ¿Sabía Darien todo lo que estaba provocando en mí? ¿Conocía la enorme pasión que nacía de mi corazón, extendiéndose por mi cuerpo como corrientes eléctricas, encendiendo todo a su paso? ¿Estaría consciente de la necesidad que me hacía sentir de fundirme con él desde la más tierna forma hasta la más desesperada?
Lo único que tenía claro en ese instante era que quería besarlo como si el mundo se fuera a acabar y unir nuestros cuerpos en aquel baile que estábamos aprendiendo en cada encuentro, cada vez con más maestría, dejando que nuestro instinto se apoderara de nuestras almas hasta dejarnos sin respiración, con nuestros corazones al borde del colapso debido a su aceleración. Lo amaba, lo deseaba, lo necesitaba, por completo, cada centímetro de su piel, cada sonido de su voz, cada intensidad de su mirada, cada caricia con la que me llevaba al cielo, al borde del precipicio, llenándome de sensaciones vertiginosas. Aunque lo quisiera, no podía evitar jadear y suspirar su nombre, porque al final, era él quien me guiaba hasta la luna, haciéndome ver la luz al final del túnel. Totalmente mágico... así era ese momento.
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Boda por amistad
FanficDarien siempre recordó su primer beso, pero cuando volvió a encontrar a la mujer de sus sueños, sus vidas llevaban un camino separado. ¿Sucedería algo que pudiera reunirlos al final del camino?