Tenía claro que el mundo seguía en movimiento en ese instante, con los autos pasando incesantes por la calle, los transeúntes caminando por nuestro costado y Neflyte hablándome sin que yo pudiera escuchar, porque de pronto todo a mi alrededor se silenció sin que pudiera apreciar nada más que las últimas palabras que habían salido de sus labios, diciéndome que era mi padre quien estaba en problemas. Mis neuronas sólo conectaban un resultado a eso, algo que no quería procesar en la realidad, por eso mi cerebro me estaba protegiendo del trauma, dejándome sordo a cualquier otra cosa que él quisiera detallar. Sin embargo, vi a Serena ponerse frente a mí, removiéndome por los brazos, para hacerme reaccionar. Su rostro estaba manchado por lágrimas que habían caído debido a su reacción ante la noticia, lo que me demostraba aún más que no estaba equivocado en mis suposiciones, haciéndome despertar al fin, llegándome de sopetón todos los sonidos que había anulado.
—Serena...
—Vamos. Yo estaré a tu lado, mi amor...Su mirada era decidida, pero tierna a la vez, dándome, de alguna forma, fortaleza para enfrentar lo que se me venía por delante. Fue ahí que entendí el deseo de mi padre de que la mujer que amaba estuviera a mi lado cuando el ya no pudiera. Un nudo me apretó la garganta en ese momento de sólo imaginar que podía perder a mi padre en cualquier segundo.
—Neflyte. Llévame con él, por favor...
—Por supuesto, para eso estoy aquí.
—Muchas gracias. ¿Cómo esta él? —me atreví a preguntar al fin, tomando con firmeza la mano de Serena, que se acercó a mi como queriendo fortalecerme con su presencia.
—Sólo está esperando por ti —me dijo, con la mirada triste, lo que me retorció el estómago.Subimos en silencio al auto, aferrádome a la mano de mi esposa, que no me soltó en ningún momento, al contrario, con su otra mano acariciaba mi pierna buscando consolarme de todas formas, a pesar de que entendía que era casi imposible no sufrir en una situación así. Miraba como el paisaje cambiaba afuera sin prestar real atención, sólo reparando en las cosas que me demostraban que estábamos cada vez más cerca de nuestro destino, la casa de mi infancia.
En ese instante recordaba tantas cosas que viví cuando niño y que tal vez no supe apreciar en su momento, como cuando mi padre hizo el jardín secreto para que tuviera un lugar para recordar a mi madre a la que nunca conocí en persona, pero de la que él se encargó que siempre estuviera en mi vida como una figura real, tan real como cualquier madre. La amaba gracias a él, porque vivía en su corazón. Sentí como las lágrimas se agolparon a mis ojos, y aunque intenté de todas formas contenerme, unas cuantas cayeron en silencio por mis mejillas, al recordar sus sonrisas cuando me acostaba en las noches, los besos que le obligaba a darme cuando lo saludaba siendo niño, rompiendo todo esquema de su tradicional vida. Aunque estaba triste, también estaba feliz... feliz porque él era mi padre, porque él me cuidó y se sacrificó por mí, aunque yo no entendía bien aquella entrega cuando adolescente que requería su atención a toda hora y en todo lugar, reclamándole que me dejara solo, gritándole incluso en alguna ocasión en que mis emociones estaban alteradas por mi crecimiento sin control. El sólo se mantenía en silencio, como si entendiera que mi frustración era parte de aquella etapa de la vida, sobre todo cuando mis palabras hirientes tenían relación con que me hubiera alejado de Serena. Creo que él nunca supo lo que ella significaba para mí, hasta el día que me vio tallando su nombre sobre el tronco del cerezo, con fuerza, rogándole a mi madre que me ayudara a encontrarla otra vez. Y ahora que lo pienso, ella me hizo mi sueño realidad. Ese día, él se acercó a mi y me pidió perdón... Perdón por querer obligarme a quedarme con su empresa y porque siguiera con su negocio cuando sabía que yo quería ser médico, me pidió perdón por alejarme de Serena sin saberlo, sólo llevado por el deseo de que tuviera los mejores estudios. Ese día me prometió que si la encontraba, él me apoyaría en lo que yo decidiera. Y cumplió su palabra al máximo.
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Boda por amistad
FanfictionDarien siempre recordó su primer beso, pero cuando volvió a encontrar a la mujer de sus sueños, sus vidas llevaban un camino separado. ¿Sucedería algo que pudiera reunirlos al final del camino?