Cap 1. Esa pequeña humana es mía.

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POV. Christoff Dominic Jakobsson.

- ¿Lo de siempre Christoff? – Asentí, sentándome a un desayuno más o menos decente. La lluvia a día de hoy al menos, no era tan molesta, una pequeña llovizna que nos anunciaba que el invierno se acercaba, así es el clima se había vuelto un poco loco este año. Aunque como siempre el invierno sería más largo.

- ¿Qué haces por aquí tan temprano Chris? Eso es raro en ti. – Dijo Michael sentándose a comer en la mesa conmigo, de pronto llegó Alex.

- Sí, es extraño, ¿No patrullas el área a esta hora? – Pregunta y yo asiento.

- Cierto, pero hoy tenía un muy buen presentimiento. Mi lobo se siente feliz, esta glorioso. Créanme algo muy bueno va a pasar. – Digo devorando con una sonrisa mi desayuno.

- Algo muy bueno, o algo horrible que haga que te diviertas peleando con alguien. Tal vez Jean te regañe otra vez por desobedecer sus órdenes. –

- Una de dos, pero en cualquier caso saldré ganando así que quería empezar a gusto el día. Y Jean puede irse al diablo. – Sonreí como nunca.

- Eso es bueno hay que aprovechar tu buen humor hasta que te duré. – Asentí con razón era extraño hasta para mí el sentimiento, eran muy contadas las veces que mi humor no estaba de los lobos.

La pequeña campana de la puerta sonó avisándonos que alguien había entrado al establecimiento. Volteé a ver, una cabellera castaña se hizo presente, y sacudía su chaqueta por las gotas de lluvia que la habían empapado. Fruncí el ceño, nunca la había visto por aquí, su olor nunca lo había sentido antes. Estaba totalmente seguro. Olía a deliciosa lavanda, con toques de jazmín, y almendras. Un olor a agua dulce, y bosque, el perfecto confort para mi lobo. Quien lo sentía aullar de alegría.

- Buenos Días. Señorita. – Le saludo Jeff a su nueva clienta, quien tenía los ojos castaños oscuros. Y una sonrisa que robaba el aliento, le sonrío tímidamente.

- Buenos Días, he visto el anunció del desayuno. – Dijo con un poco de vergüenza, sus mejillas se pintaban de rojo carmín.

- Ah sí, estos son los menús. – Dijo apuntándole la cartelera que anunciaba los diferentes desayunos del día de hoy.

- Quiero el número 4, pero hot cakes sin miel por favor, tengo alergia. – Dijo acomodándose en la barra, ni siquiera lo miraba a los ojos, en realidad tuvo que saltar para sentarse cómodamente.

- ¿En serio?  Y yo pensaba recomendarle que comiera mucha miel, ya sabe para mejorar su garganta. – Le sonrío Jeff pues se la escuchaba afónica.

- Tierra llamando a Chris. ¿Qué pasó? – Michael tronó sus dedos en mi cara.

- ¿Se te perdió algo Christoff? – Pregunto con burla Alex. Los miré mal a ambos.

- Esa pequeña humana es mía.– Digo apuntándola, ambos abren los ojos con un poco de asombro y rieron casi de inmediato. – Quiero que vayan a quemar algún fusible o algo a su auto. – Les pido.

- Es una simple humana Chris, no hagas una estupidez. -

- Pensé que ya no te atraían las humanas Chris. – Dijo Michael con el ceño fruncido de repente.

- Que quede claro, no es cualquier humana. - Digo viéndolos mal.

- Ya ya… Cuando se te pasé el capricho con la humana nos avisas, en cualquier caso Danna va a estar molesta. – Dijo siguiendo a Alex, Michael. Los escuche salir y seguramente harían lo que les pedí.

- Si es cierto, pero sería empeorar más. – Le sonrió a Jeff. Quien le sirvió rápidamente sus hot cakes y café caliente.

- Aquí tiene señorita. – La miró interrogante.

Dulce Luna Mía ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora