열여덟 | 18

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Su cuello de pronto se vio rodeado por un par de brazos, mientras que sus labios recibían una hermosa y suave caricia.–Por favor, no te vayas.

Dios, no había sido siquiera un beso, había sido un simple toque y él se sentía tocar el cielo.

–Yoongi, por favor, no me hagas esto.–dijo.–Ya he tomado la decisión, ya le dije a los ancianos. No puedo regresar contigo.

El pálido chico bajo su mirada al suelo, sus ojos cristalizados y sus mejillas y nariz con un pequeño toque de color carmín.–Sé que te dije que estaría mejor sin tí, lo sé.–dijo.–Pero desde el momento en que lo dije, supe que era una gran mentira.–subió su mirada, encontrándose con los ojos del otro.–Yo ya no puedo vivir sin tí, Jimin.–sus labios fueron apresados por los otros, creando un lento y tierno beso, haciéndolo callar. Yoongi se separó un momento para mirar al otro.–¿No te irás?.–preguntó, sin embargo no hubo respuesta.–Jimin ¿Te quedarás junto a mí?.

El ángel juntó sus frentes, rozando sus narices.–Min Yoongi, se mío.–el corazón del blanquecino se sintió acelerar.–Se mío esta noche.–dijo.–Por esta noche seamos uno solo, amémonos sin importar lo que Dios o los demás digan ¿Lo harías? ¿Me dejarías tocarte? ¿Me dejarías poseerte y así tú pertenecerme y yo pertenecerte?.–miró directamente a los gatunos ojos, esperando una respuesta.–Dime, Yoongi ¿Aceptas?.

No pasó mucho tiempo para que el blanquecino asintiera en respuesta. Juntaron nuevamente sus labios, está vez probando y sintiendo a detalle los labios del otro.

Se separaron unos segundos, en los cuales Jimin abría la puerta de su hogar, el cual no se molestaron en revisar si sus amigos estaban ahí. Aunque al ver las luces del lugar apagadas, no dudaron ni un segundo al pensar que estaban solos.

Tomó al delgado chico por su pequeña cintura, cerrando la puerta detrás de él. Juntó nuevamente sus labios y ésta vez no se separó de él al caminar hacia la habitación.

Paró un momento los besos al ya estar en la habitación, no apartó mucho su rostro del otro, sosteniéndolo por su nuca.–¿Estas seguro de esto?.

–¿Tú lo estás?.–preguntó de regreso.

–Muy seguro.–dijo firme.

–¿Entonces que te detiene?.–dijo con una sonrisa.

Al ya estar seguro de lo que hacía e iban a hacer, Jimin comenzó a despojar a Yoongi de sus prendas, mientras éste lo hacía de misma manera con él.

–Vaya.–exclamó Yoongi, Jimin lo miró con una ceja alzada.–No puedo creer que nunca le hayas dado uso a ese gran amigo tuyo.

Jimin soltó una limpia carcajada.–Estaba esperando al indicado.–dijo con media sonrisa.

–Oh pero qué lindo ¿Me estuviste esperando?.–habló dirigiéndose al miembro del chico.

–Eres un idiota.–dijo divertido.

–Si bueno, dejémonos de formalidades y ridiculeces.–dijo mientras subía ambas piernas a las caderas del moreno.–Debemos de hacer el amor en este momento.

El ángel sostuvo el delgado cuerpo, con una mano rodeando su cintura y la otra en sus glúteos.–Me parece perfecto.–dijo empezando a besarlo de nuevo.

La intensidad de sus besos comenzó a subir, como también la necesidad de ambos de querer sentir la piel del otro. De tocarse y ser tocados.

Jimin colocó a Yoongi sobre la pared, haciendo a este temblar ante el frío tacto de su espalda contra esta. Deslizó sus manos por todo el fino cuerpo del chico, sintiéndolo, grabando su textura y calor a detalle. Bajó sus besos a su suave cuello, dejando pequeñas marcas las cuales se volverían más visibles al día siguiente.

Introdujo poco a poco sus dedos en la entrada del chico, dilatándolo para así no llegar a lastimarlo. Cuándo pequeños jadeos comenzaban a salir de la boca del blanco chico, posicionó mejor el cuerpo de Yoongi para así comenzar a entrar en él.–Dime si te duele.–dijo, terminando de meterse por completo.

Soltó un pesado jadeo, la sensación de las tersas paredes de Yoongi envolviendo su miembro lo estaba enloqueciendo.

–Jimin, ya puedes moverte.–dijo.–Hazlo, te necesito.

Suaves embestidas dio al comenzar, haciendo a ambos jadear. Yoongi apretó más sus piernas alrededor de las caderas de Jimin, haciendo que este lo penetrara más profundo.

Las embestidas pronto se convirtieron en rápidas y certeras, golpeando el punto dulce de Yoongi con cada estocada que daba. Sus jadeos se hicieron más altos y sus respiraciones más agitadas.

Jimin sostuvo a Yoongi por su cintura, caminando con él sobre él con dirección a la cama, en la cual recostó el fino cuerpo que ahora se sostenía de las sábanas.

Las manos del ángel a cada lado de su cara mientras que su cuerpo se encontraba en medio de las blancas piernas.

Tomó ambas piernas entre sus manos, dejando un par de besos en las pantorrillas.

Colocó las piernas contrarias sobre sus hombros y sosteniéndolo de la cintura dio las última estocadas. Llegando así ambos al orgasmo, derramando su esencia dentro del lindo chico y este sobre su mismo abdomen.

Cayó rendido al lado de Yoongi, sosteniéndolo entre sus brazos, dejando un beso en la coronilla. Quedando ambos dormidos sintiendo el calor del otro.

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Sorry si el lemon quedó caca, tenía sueño y me he dado cuenta de que solo puedo escribir en la noche cuando ya todo esta en silencio:(

Gracias por leer, lxs amo 💕

Cuídense ♥️.

«Death Angel».-«Jimsu».#Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora