에필로그 | Epílogo

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Dos pares de pisadas se hacían escuchar por todo el hogar.

–¡Chicos! ¡Es hora de desayunar, vengan para acá!.–gritó el pálido desde la cocina.

Un gruñido juguetón acompañado de unas pequeñas risas se escuchó cerca de la cocina.

Un pequeño niño entró a la cocina, abrazándose de las piernas de su padre.–¡Papá Yoonie! ¡Papá Jimin me quiere comer!.–gritó mirando hacía arriba a su progenitor.

–¿Ah si?.–cuestionó al más pequeño mirándolo con diversión.–Pues papá Jimin debería de saber que primero es la comida y después el postre.

–¡Papá! ¡Tienes que ayudarme a mí, no a él.–cruzó sus brazos y miró a su padre con reproche.

Yoongi lo alzó entre sus brazos, dejando un pequeño beso en la mejilla de su bebé.

–Oye, yo también quiero uno de esos besos.–dijo Jimin al entrar a la cocina.

–¡No! ¡Los besos de papá Yoonie son míos!.–sacó su lengua burlándose de su padre, quien hizo lo mismo.

–No, papá Yoonie es mío desde antes que tú, papá Yoonie es mi esposo.

–¡No! ¡No! ¡Papá Yoonie es solo mío!.–dijo abrazándose al cuello de su padre.–Papá Jimin puede irse, déjanos solo a nosotros.

–¡Qué no!.–dijo comenzando a hacer cosquillas al pequeño niño, quién solo era capaz de retorcerse entre los delgados brazos de su padre.

–Ya niños, no es hora de pelear, hay que comer.–bajó al niño para volver por los platos.

–¡Sí!.–gritaron al unísono, sentándose en las sillas de la mesa, listos para comer.

Yoongi dejó los platos, sentándose junto a ellos para empezar a comer.–Hwan ¿Ya tienes todas tus cosas listas para el día de hoy?.–cuestionó a su primogénito.

–¡Sí!.–gritó con entusiasmo.–¿A qué hora llega el tío Nam?.

–Como en una hora.–dijo.–Pero no irás a ningún lado si no terminas de comer.

El niño hizo un puchero, mirando con ojos suplicantes a su padre.

–Tal vez con papá Yoonie funcionen esos ojos, pero no conmigo, come.

El pequeño alzó más su puchero y frunció su ceño.

–Oye, esos ojos si funcionan contigo, siempre terminas comprándole todo lo que quiere.–susurró Yoongi divertido.

–Sí, pero él no tiene que saberlo.–respondió regalandole un guiño a su esposo.

|•••|

–¡Yo abro!.–gritó el pequeño Hwan al escuchar tocar la puerta.–¿Quién es?.–preguntó frente de la entrada.

–Soy yo.

–¿Quién es yo?.

–Pues...Yo.

–Okay.–asintió acercando su manita a la perilla.

Jimin corrió hacía él, cargandolo entre sus brazos antes de que este pudiese abrir la puerta al extraño.–Hwan, ya sabes que "yo" no es una respuesta a la cual debas abrir la puerta.–regaño al infante para después dirigirse a la persona detrás.–¿Quién es?.

–Ya dije que soy yo.–dijo con notoria pesadez.

–Y ya dije que no abriré hasta que digas tu nombre.

–Namjoon, soy Namjoon.–la puerta se abrió por completo al decir esto.–¿Tanto te costaba abrirme la puerta desde antes?.

–¿Tanto te costaba decir tu nombre?.–dijo.–Por si no lo recuerdas, estoy educando a un niño.

Namjoon rodó los ojos. Miró al pequeño y extendió sus brazos para ahora él cargarlo.–¿Estás listo pequeño Hwan?.

–¡Sí!.–gritó el pequeño con emoción.

–¡Hey, hey! ¿Acaso iban a irse sin despedirse de mí?.–preguntó Yoongi entrando a la sala.–Hola Nam.–saludó con una sonrisa.

–Hola Yoon.–respondió de igual manera.–Muy bien Hwan, despídete de tus papás.

El pequeño dejó un suave en las mejillas de ambos padres, para después subirse nuevamente a los brazos de su tío.

–Muy bien chicos, creo que ya nos vamos.

–Tengan cuidado, Nam, por favor no le hagas hacer nada peligroso, pon un protector a esa guadaña y dale una capa más gruesa porque está haciendo mucho frío y...

–Yoon, tranquilo, lo tengo todo cubierto. Cielos.–dijo divertido.

–Solo cuídalo mucho ¿Si?.

–No tienes que pedirmelo.–dijo.–Por cierto, terminando sus clases y práctica, iremos con Tumael, Basasael, Taehyung y Hoseok.

–No recuerdo que nos hayas pedido permiso o siquiera preguntado.

–Eso es porque no lo hice.–sonrió mostrando sus hoyuelos.–Necesitan un tiempo a solas y si no soy yo quien se los da, no lo tendrán.–tomó la perilla de la puerta cerrando ésta poco a poco.–Que se diviertan.

Ambos chicos se miraron incrédulos, para después sonreírse el uno al otro.

–¿Y bien? ¿Qué quieres hacer en nuestro tiempo libre?.–preguntó Jimin.

–No lo sé.–subió lentamente una de sus piernas, rozando suavemente el miembro de su esposo, quien la tomó con una de sus manos.–Pensaba en darle una hermanita a Hwan.

–Mmmh, el que sea niña me llevará varios intentos, pero creo que podemos lograrlo.–rozó el pálido cuello del chico con sus labios, mientras éste inclinaba su cabeza para darle más espacio.–Después de todo, no queremos que nuestro bebé crezca solo ¿Cierto?.

Una sonrisa pícara se hizo presente en el rostro de ambos.

–Muy bien, entonces, manos a la obra.

«Death Angel».-«Jimsu».#Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora