Capítulo 6: Celos en exceso

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La ropa comenzaba a sobrar y fue Alois quien se encargo de desnudar lentamente al de cabellos negros.
Sus lenguas se unían en un sucio beso mezclando las salivas calientes. Sus respiraciones agitadas haciéndoles subir y bajar el pecho rápidamente, Alois empujó al mas alto al sofá donde este callo sentado, subió a horcajadas sobre su pelvis comenzando a mover las caderas atrás y adelante sintiendo aquella hombría despertar bajo su trasero.
Lentamente descendió por el pecho desnudo del muchacho paseando su lengua húmeda por la piel salada hasta llegar al borde de sus vaqueros.
Abrió las piernas del de cabellos negros y se posicionó de cuncliyas frente al bulto bajo la tela, desabotono los vaqueros y bajó el cierre con sus dedos de forma lenta paseando la yema de sus dedos sobre el miembro que aun estaba cubierto por la tela de los calzoncillos.
Paseando la sin hueso por la tela levemente humeda de la ropa interior guió una de sus propias manos a su entrepierna deteniéndose de forma inmediata y con los ojos abiertos de la sorpresa.

-Pasa algo?- los dedos del pelinegro le acariciaron la mejilla para descender lentamente con el pulgar a su belfo inferior.
Alois negó con la cabeza lamiendo de forma juguetona el dedo intruso en su boca mientras acariciaba el abdomen del mas alto con sus dedos.

No se me para!!

Alois estaba internamente buscando una y otra razón para sentirse excitado pero no lograba sentirse caliente, aquel muchacho no le provocaba deseo, no despertaba su interés sexual.
Saco ambos miembros liberando estos de las ropas, rodeó el suyo con una mano mientras envolvía el otro comenzando a subir y bajar a un ritmo lento mientras miraba con una media sonrisa al pelinegro.
El mas alto echo la cabeza hacia atrás, sus mejillas se habían tornado de un suave rojo mientras las gotas de sudor le recorrían la piel humedeciendo esta.
El calor comenzó a sentirse en la habitación, lentamente la intensidad subía de tono, pero Alois seguía en el mismo estado, masturbando al chico sin él sentir absolutamente nada cerca del placer.
Paseo su lengua húmeda por la punta del miembro sintiendo como los dedos del muchacho se extendían por su cabello enredandose en estas rubias hebras.

-Oh cielos!- Gimió esta vez al sentir como la humedad de la boca de Alois se extendía por toda su bien dotada extremidad hasta fundirse en la suave carne de la garganta del rubio.
Las estocadas eran lentas y profundas.
La boca de Alois estaba caliente y cada vez el miembro parecía deslizarse con mas facilidad al interior de su cavidad bucal. Sus cabellos eran jalados con brusquedad y le ayudaban a continuar con el trabajillo.
El muchacho comenzaba a arquearse en su lugar, movía sus caderas contra la boca del rubio, Alois sabía que pronto el muchacho llegaría a su tan ansiado orgasmo, el cual el no lograría.

Los gemidos se hacían mas frecuentes, y el rubio de mala gana seguía dándole placer al mas alto llegando hasta la profundidad de su garganta.

Continuó unos minutos hasta sentir como el liquido le recorría la garganta y llenaba su boca hasta escurrirse por la comisura de sus labios.

Alois se levanto abrochando sus pantalones y arreglando su ropa sin prestarle mucha atención al pelinegro que le miraba curioso.

-es hora de irme- Dijo Alois y no tuvo mayor importancia en el momento del pelinegro ya que este solo se limito a asentir con la cabeza mientras le miraba con una sonrisa ladina.

-Nos vemos- Dijo el mas alto caminando hasta la puerta acompañando a Alois. El muchacho abrió la puerta para el rubio y este camino hasta hallarse fuera del departamento.

-preferiría que no fuese así- Alois poso las manos en el pecho del mas alto cuando este se inclino a el claramente con intensiones de besarle.

El pelinegro solo negó divertido con la cabeza y Alois le dio la espalda alejándose por el pasillo.

Fuera De Cámaras<AloisClaude. (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora