— Emma vamos —insiste mi mamá.
— No mami, vayan ustedes prometo no hacer nada malo —digo cubriendo mi rostro.
— Bien, pero si cambias de parecer tomas un taxi y nos alcanzas —se rinde después de insistir mucho.
— Si, no te preocupes —respondo quitada de la pena y feliz de salirme con la mía, al parecer mi domingo será con un maratón de películas o de mi serie favorita.
La idea me pone feliz, espero a que mis papás se marchen, me pongo un short rosa y una sudadera que me queda larga, trenzo mi cabello y bajo con una almohada y mi cobija favorita (de unicornio).
— A veces eres muy infantil.
Preparo fresas con crema y una malteada de chocolate, me siento en el sillón y comienzo mi domingo de maratón, aunque aún no decido si de películas o series.
Dylan
Me levanto en cuanto el sol hace contacto con mis ojos y me alisto, me pongo un jean café, una camisa blanca con puntos azules, una chamarra color vino y mis tenis negros, mi mamá tuvo la grandiosa idea de organizar una comida con los papás de Emma.
— Buenos días, ¿preparando todo para recibir a sus amigos? —saludo bastante animado.
— Parece que alguien se levantó de buenas —dice mi mamá divertida
—¿Será por qué verá a Emma? —cuestiona mi papá.
— Mamá —me quejo al darme cuenta de que le había contado todo.
— No te enfades con tu madre, sabes que lo único que queremos es verte feliz — confiesa divertido.
— Bien, sólo no me pongan en ridículo...ustedes disfruten la compañía de sus amigos y yo me encargo del resto.
— Nuestro pequeño nos está dando órdenes —dice mi mamá con burla en su voz.
— Amor, está nervioso —replica papá divertido, estos dos sí que son el uno para el otro.
Les ayudo a preparar todo, incluso prepare macarons, todo está listo, ahora solo falta que llegará la familia de Emma, mis padres deciden aprovechar todo, tienen planeado convivir los cuatro juntos y que mejor que justo cuando yo quería arreglar todo.
— Yo abro —me ofrezco al escuchar que llaman a la puerta.
— Hola —saludo muy emocionado, pero claro, debí suponerlo.
— Hola hijo —saluda la mamá de Emma.
— Pasen están en su casa —digo fingiendo una sonrisa, en cuanto entran mi madre los saluda y todos se sientan.
—¿Y su pequeña? —pregunta mi mamá.
— Nos dijo que la disculparan, pero no se sentía bien —responde con una sonrisa, aunque algo me dice saber la razón por la que no quiso venir.
— Ya veo —suspira — Dylan, ¿puedes ayudarme a traer las cosas? —pide, yo acedo.
—¿Y ahora? —cuestiono frustrado.
— Ve a buscarla.
—¿Crees que sea lo correcto?
— No es si está correcto o no, es si eso te hará sentir bien —responde dedicándome una sonrisa.
— Gracias eres la mejor —expreso y la abrazo con fuerza, todos se sientan, están platicando y pasan a la mesa para comer, al parecer la familia de Emma estará un gran rato aquí o eso me dijo mi mamá — Chicos ¿quieren venir a jugar videojuegos? —pregunto a los hermanos de Emma.
ESTÁS LEYENDO
NUNCA ME DIGAS TE AMO
RomanceHablar de amor puede sonar algo muy complejo, tomar decisiones entre a quién debemos amar, puede ser igual de complejo e incluso un paso que si se da en falso, puede llevarnos por un camino incierto, pero si eres realista, todo camino es incierto. ...