Hay amores que se vuelven nuestros cómplices,
amores que se adueñan de nuestras sonrisas,
amores que están, no sólo en las buenas,
sino también en las malas y peores.
—¿Crees que se molesten? —pregunta Alina preocupada.
—No lo creo, digamos que es algo especial por nuestro cumpleaños —respondo ocultando parte de mi preocupación, lo cierto es que es la primera vez que hago esto, así que no sé la reacción que puedan tener las chicas.
—Bueno, ahora debemos arreglarnos —Alina entra al baño para poder vestirse, yo también me cambió hasta más rápido que ella, sin duda alguna el vestido queda bien en ambas. Ali sale y de verdad que no hicimos una mala elección, ella me dedica una sonrisita traviesa, cosa que me hace sonreír porque presiento lo qué se viene.
—Tengo una sorpresa —decimos al unísono.
—Tu primero —me adelanto.
—Mejor las dos al mismo tiempo —sugiere Alina.
—A la cuenta de tres —propongo entrecerrando un poco los ojos.
—Una... dos... tres... —ambas mostramos una cajita, la sorpresa se encuentra dentro de una caja en forma de flor, abro primero mi obsequio, mis ojos se encuentran con un dije de corazón lleno de colores.
—Ese es mi corazón —dice Alina rompiendo el silencio —Tienes que cuidarlo —añade, me mira con una enorme sonrisa, extiendo mis brazos y la rodeo, la felicidad que siento es tanta que no podría explicarla, Alina es una persona que adoro demasiado, no la esperaba, ni siquiera imaginaba que pasaríamos a ser más que dos compañeras que se apoyaban en clase de cómputo, no me arrepiento de haberme equivocado, soy afortunada con ella y eso nada ni nadie podrá cambiarlo.
—Gracias Ali, te quiero mucho, es tu turno —respondo animada, Alina abre su obsequio con cuidado, sus ojos se iluminan al ver otro dije similar que hace juego con el anillo que Peter le obsequió, si, un obsequio que a mi parecer le pertenecía desde el momento en que lo vi.
—Emma, yo...
—Parece que ambas tuvimos ideas parecidas —interrumpo divertida —, sabes que confió mucho en ti, y me da mucho gusto haberte encontrado de nuevo, sé que por algo pasan las cosas y me alegro de que después de tantos años nuestros caminos se unieran, te quiero mucho Ali —añado acercándome a ella.
Ambas tenemos en nuestros rostros alegría y entusiasmo, permanecemos abrazadas por un rato agradeciéndonos mutuamente, después de unos minutos decidimos que es momento de terminar de ponernos más hermosas.
Peter llega casi minutos después de que terminamos de arreglarnos, lo saludamos con entusiasmo, sobre todo Alina, yo no lo he tratado mucho, pero verla feliz con alguien que más que cuidarla, le demuestra con pequeños y enormes detalles su amor, eso hace que me agrade.
El cielo comienza a pintarse con tonos naranja y amarillo, que el sol va dejando mientras se oculta tras algunos árboles dando un toque pintoresco al lugar, perfilando más la silueta de estos y lanzando sus últimos rayos, entre las nubes, hacia el bosque, produciendo una sensación de quietud y con la promesa de ser un clima tranquilo.
Miro hacía la ventana, «Él estará en la fiesta», me pregunto frunciendo un poco el ceño, siento una clase de electricidad con tan solo traer la idea a mi mente, ese pensamiento se ve interrumpido al ver como Ali y Peter se toman de la mano por pequeños momentos, la vista es perfecta, me siento extraña, es como si una parte de mi supiera que este puede ser uno de muchos o el último momento donde Dylan y Eithan estén, después de todo romperle el corazón a alguien debe ser, por consecuencia algo inevitable y necesario, todo queda sumergido en un completo silencio obligándome a mirar a la feliz y linda pareja que tengo frente a mí.
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NUNCA ME DIGAS TE AMO
RomansaHablar de amor puede sonar algo muy complejo, tomar decisiones entre a quién debemos amar, puede ser igual de complejo e incluso un paso que si se da en falso, puede llevarnos por un camino incierto, pero si eres realista, todo camino es incierto. ...