Emma
Después de lo de anoche debo confesar que mis miedos aumentaron, pero mi cariño resurgió más, al llegar a la escuela veo que Idali se encuentra con las chicas, están bastante ¿emocionadas?
—Hola —saludo a todos.
—Hola Emma —saluda Meli, aunque su tono de voz es algo difícil de explicar.
—¿Qué ven?
—Esto —dice mostrándome un video de lo que ocurrió ayer.
—¿Quién?
—Yo, lo siento Emma, le prometí a Meli que lo grabaría —Idali baja la mirada apenado.
—No me molesta, sólo que no pensé que lo grabarían...
—¿Grabar qué? —volteo y veo que es Dylan, le dedico una sonrisa, después de saludar a las chicas y a su amigo se acerca a mí dándome un beso en la mejilla.
—Esto —responden las chicas.
—Fue un gran detalle —comenta Alina.
—¿Me lo pueden enviar? —pregunto con una sonrisa.
—Ya lo hicimos, es tan lindo que lo vería sólo una vez, ya que es demasiado cursi —responde Meli arrugando la nariz a modo de que le da mucho asco lo que es romántico.
—Concuerdo contigo —comenta Lydia.
—Alguien está rojita —cubro mi rostro apenada al ver que se dirigen a mí.
—¿Quién está rojita? —pregunta Eithan ahora.
—Emma —responde al unísono.
—¿Por qué? —cuestiona divertido.
—Nos grabaron ayer —responde Dylan serio.
—Primo, prometiste algo...
—Lo siento, pero no iba a fallarle a Meli —Idali parece arrepentido, aunque está claro que la ama y haría todo por ella.
—Te amo —dice Meli besando a su novio.
—Nos tenemos que ir, faltan dos minutos para que comience la clase —digo, las chicas se ponen de pie y nos vamos junto con Eithan.
—¿Tenías idea de...
—No, iba llegando cuando me hicieron burla —respondo apenada — ¿Te molesta que lo hicieran?
—No, pero no lo esperaba, tenía la ligera esperanza de que fuera algo personal.
—Yo también, aunque no pude evitar pedirles que me lo mandaran.
—¿Por qué?
—Porque cantan bien —respondo divertida, ambos me miran confundidos y al mismo tiempo intrigados en si digo la verdad.
—Los dejo aquí, ya llegó mi profa —dice Dylan mirando hacia su salón.
—Nos vemos al rato —le dedico una sonrisa, él se acerca y me abraza, no puedo evitar sentirme mal, mal porque ahora sé todo lo que posiblemente se ha estado guardando desde que llegó.
—¿Estás bien? —pregunta Eithan confundido en cuanto Dylan se aleja.
—No, pero no quiero hablar de eso —confieso haciendo una mueca.
—No sé qué sea, pero espero que mejore todo —ahora imita mi expresión.
—¿Volverás a ser nuestro vecino?
—Por supuesto niña —saca de su bolsa un pequeño chocolate.
—Tú quieres que engorde —mi comentario lo hace soltar una carcajada.
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NUNCA ME DIGAS TE AMO
RomansaHablar de amor puede sonar algo muy complejo, tomar decisiones entre a quién debemos amar, puede ser igual de complejo e incluso un paso que si se da en falso, puede llevarnos por un camino incierto, pero si eres realista, todo camino es incierto. ...