El sótano

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El teléfono sonó, pero de cualquier forma nadie iba a responderlo...

...

Jonny comenzó su rutina matutina como siempre lo había hecho durante tantos días. Inició con una taza de té de limón y revisó el correo.

Los recibos de luz habían llegado y se debían pagar lo más pronto posible, Jonny se inquietó un poco cuando se dio cuenta de que Colin no le había enviado una copia de la revista para la que trabajaba, pero alguien más se preocupó por mandarle un mensaje.

Justamente cuando llegó a "Su oficina" del consultorio, el teléfono que tenía en el escritorio comenzó a sonar...

—¿Hola?

—Dr. Greenwood— Una vez más, Thom estaba detrás del teléfono. Jonny estaba seguro de que estaba recostado en la cama, pues se le podía escuchar acomodándose en el colchón. Pero trató de no darle importancia—Buenos días

—¿Qué pasa ahora, Señor Yorke?

—Bueno. Necesito avisarle que Rachel no va a poder tomar una cita este viernes

—¿Otra vez?— preguntó Jonny extrañado, abriendo su libreta

—Si. Va a visitar la casa de sus padres en Londres porque su padre está enfermo, ¿Sabes?

—Oh, ya veo. D-dígale que no hay problema... Seremos usted y yo de nuevo

—¡Genial!... Es decir, está bien. Te veré entonces.

—Y dígale que espero que su padre se recupere pronto

—Se lo haré saber, gracias— y colgó el teléfono.

Así pues, empezó a trabajar, un tiempo después de aquella llamada, Jonny estaba listo para recibir a su siguiente paciente: Nigel...

Nigel empezaba a mejorar con su carácter pero aún no estaba bien del todo. El decía que a pesar de llevarse mejor con sus compañeros todavía tenía algunos ratos en los que se llegaba a desesperar de ellos.

—La vida es tan complicada— dijo recostado en el diván— Aveces lo que más deseas es alguien que esté a lado tuyo, pero otras veces solo quieres estar solo. Al final te das cuenta que no es ninguna de las dos.

—¿Lo crees así?— preguntó Jonny, del otro lado del diván.

—Claro— respondió Nigel seguro, mirando al techo— Todas esas historias, esos programas y películas... Solo están hechos para que odies más tu vida; con esos romances inesperados y conociendo gente perfecta... Pero jamás se consigue eso, es muy triste darse cuenta de que el que no es perfecto... Es uno mismo al estar esperando eso.

Jonny asintió pacientemente con sus ojos cerrados, tratando de asimilar lo que había escuchado.

—Por supuesto. Todos somos conductores de nuestra vida y la vamos dirigiendo hacia donde queremos.

—Ah, si— dijo Nigel frunciendo el entrecejo sin mirar al doctor— Clásica frase de psicólogos

—Tiene un significado muy básico, si. Pero es la mejor forma de aprender a ser más proactivo.—se defendió Jonny

Radio MindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora