Radio Mind

Dolor

Lo primero que Jonny vio al despertarse fue el techo de su habitación; era un techo blanco y rugoso, tan blanco como las batas que se usaban en el consultorio y rugoso como su garganta en las mañanas.
Jonny intentó levantar la cabeza, pero un fuerte dolor en la nuca se lo impidió.

—Maldición— dijo para si mismo.

Intentó nuevamente, hasta que por fin pudo levantarse de su cama. Aquella mañana habría sido exactamente igual a las demás, exepto que nunca se había levantado con resaca, así pues, el doctor Greenwood se dirigió al baño y se mojó el rostro, tomó la toalla para secarse, pero al alzar la cabeza había algo que no estaba bien.
Era una sensación muy extraña para el, pues, era como si por primera vez en su vida desconciera a la persona que veía en el espejo.
No era un rostro feliz, era un rostro cansado, quizá por que no había dormido lo suficientemente, sin embargo, era muy extraño para el.
Jonny tomó la toalla para secarse y acto seguido, abrió la llave de la regadera para tomar una ducha.

Mientras el agua corría, el psicólogo se preguntó si el podría estar gastando más de 500 litros de agua en ese momento, ciertamente no lo podría saber.

...

Eran 8:43 AM y no podía estar más retrasado, la mente de Jonny estaba dando vueltas horribles mientras le daba un sorbo a su café; No quería ir a trabajar, no quería ver la cara a sus hipócritas compañeros, no quería ver a Thom, no quería tener que ver el momento en el que Rachel le dijera la noticia de su enfermedad...
Simplemente, ya no quería hacer nada.

Jonny puso su cara contra la mesa. Nunca pensó tener que estar en esa situación, parte del trabajo es tener que ver toda clase de cosas entre los pacientes, ¿Qué era lo que hacía a Rachel y a Thom personas que destacaban de entre los otros?

—Maldición— fue lo único que pudo decir antes de pararse de su asiento y terminar de arreglarse.

Al terminar de lavarse los dientes, tomó sus llaves y su pequeño maletín para salir de su casa, cerrarla y dirigirse a la parada de autobús.
En ese lapso de tiempo Jonny comenzó a pensar en posibles escenarios de lo que podría pasar, ¿Qué podría decir?, sea como sea, al final, todos terminarían en lo mismo.

—¿Señor?, ¿Va a abordar?—. Preguntó una mujer que lo sacó de sus pensamientos.

—¿Huh?— respondió Jonny, viendo que estaba retrasando la fila para subir al autobús. — ¡Oh, si!, lo siento.

Jonny subió al autobús sintiéndose avergonzado de haber retrasado la fila.
Tomó el primer asiento que vió vacío, el cual estaba junto a la ventana y se intentó concentrar en otra cosa, pero no pudo; el doctor Greenwood se preguntaba de todas maneras como Thom iba a reaccionar sobre la enfermedad de su esposa, sintió que toda esa semana fue un desperdicio, porque había descuidado su trabajo y nunca preparó a Thom para la noticia y también seguís enojado con el porque los pudieron haber arrestado por su culpa.
Jonny por un momento se imaginó estando detenido en una estación de policía.
Seguramente Thom estaría tan calmado como es habitual, o quizá no, el no podía saberlo con exactitud; había mucho por explorar en la mente de aquella pareja pero el psicólogo solo se concentró en cosas vagas como el sueño de Thom de ser artista.

Jonny recargó su cabeza en la ventana y cerró sus ojos, esperando no dormirse, pues de hacerlo quizá no llegaría a su trabajo a tiempo, aún así, el viaje nunca se sintió tan placentero.

Cuando el doctor Greenwood llegó al consultorio se sintió extraño, al abrir las puertas de aquel lugar nadie pareció haber notado su existencia, ni siquiera la recepcionista, quien no se molestó en mirarlo a la cara.