No perteneces aquí

82 9 1
                                    

Fue un momento raro para Jonny, era como si en ese lapso de tiempo el mundo entero hubiera cambiado, el aire de repente era mas fresco, era una sensación simplemente inexplicable.
Thom y Rachel seguían abrazados, incluso se acariciaban entre ellos.
Luego de unos minutos ambos se separaron y se miraron entre ellos.

—Gracias- dijo Rachel— Eh... Creo que debo terminar de preparar la cena, si me disculpan...

Así pues, Rachel volvió a la cocina, dejando a Thom y a Jonny en la sala.

No dijeron nada entre ellos, solo intercambiaron unas cuantas miradas. Fue entonces que Jonny rompió el silencio.

—Creo que salió bien— dijo un poco tímido.

—¿Te parece?— bromeó Thom cómo respuesta. Jonny se encogió de hombros.

—Nunca había tocado enfrente de una persona, pensaba que tal vez no saldría como lo habíamos esperado, las primeras veces pueden ser tan emocionantes.

Thom no estuvo seguro de cómo contestar aquello, solo se limitó a sonreír.

—A veces solo debes de dejarte llevar, ¿Sabes?— respondió Thom- No tienes idea de como fue mi primera presentación: Estaba tan nervioso que sentía que no podía cantar correctamente, sentía... Que en cualquier momento me iba a fallar la voz e iba a sonar como si estuviera gimiendo y... Ya sabes lo vergonzoso que sería eso, pero al final salió bien, no tanto como hubiera esperado, pero fue un momento memorable.

—Suena como un buen recuerdo- admitió Jonny

—Vaya que lo es. Esto prueba que tenemos todo el potencial necesario para crecer, piensa en todo lo que podríamos hacer: Dormir a la hora que sea, contratar sirvientes... Viajar, Oh, ¡Siempre he querido ir a Japón!, sería una locura conocerlo por fin...

—S-señor Yorke- tartamudeo el psicólogo— Creo que debemos hablar de esto

—Tienes razón, es muy pronto para eso, pero no hay nada de malo en soñar despierto. Cuando el mundo entero nos conozca, la vida se convertirá en una ensalada de frutas.

Jonny no tuvo palabras para contestar aquella metáfora tan extraña, tenía tantas ganas de decirle a Thom que el no quería convertirse en una estrella de Rock, pero simplemente, el no dejaba de hablar, es la principal característica de los vocalistas después de todo: No dejar de hablar y hacer todo tipo de cosas sin sentido, Jonny lo había leído en algún libro.

El sabía que debía decir algo, ser asertivo, ya saben, esa cosa que te dicen los psicólogos, que no es otra cosa más que decir lo que sientes sin gritarle ni ofender a otra persona. Claro, en ese momento era difícil pensar en las palabras correctas sin que el señor Yorke se sintiera ofendido o decepcionado. Aquel hombre si que era una caja de sorpresas, una especie de urna, de la cual, no sabías que reacción obtendrías al meter la mano en el.

Thom nuevamente estaba soñando despierto, y Jonny no tuvo otra opción que seguirle el juego, tal vez, después de que Rachel supere todo esto, se podría alejar de ellos por el resto de su vida y volvería a ser un psicólogo común y corriente...

“¿Rachel?”— dijo Jonny en su mente. Su cerebro de pronto reaccionó.— “¿Mañana es viernes?”

Inmediatamente, el Doctor Greenwood se llevó la mano a la frente. Había olvidado que justamente mañana, debía informarle a Thom sobre el cáncer que padecía su esposa, los ensayos lo habían tenido tan distraído que lo olvidó por completo. Thom se dió cuenta de aquel acto y arqueó una ceja.

—¿Qué pasa?— preguntó

—¿Eh?— Jonny volvía en si— ¡Ah!, recordé que mañana tengo una cita con ustedes en el consultorio, ya saben, misma hora y todo.

Radio MindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora