26.- Algun dia...

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La voz de papi ángel dejó de ser serenidad y ahora es una bestia aún más peligrosa que los wendigos que estuvieron a punto de devorar a esos chicos, no hace falta ser Sherlock Holmes para darse cuenta que está furioso con todos pero específicamente conmigo por no decir a dónde nos dirigíamos. En cuanto llegamos todos estaban ahí observándonos o mejor dicho observándome pero yo estaba preparada para responder a lo que fuera que iban a decir:

— ¿Dónde estaban? — La voz severa de papi ángel dejó a más de alguno sobresaltado.

—Salimos a entrenar — mi tono de voz fue un poco más indiferente de lo que tenía planeado además no le estoy mintiendo así que no podría reclamar nada.

— ¿Con quién? — por la forma en la que habla me siento como una niña de 5 años a la que están regañando.

—Con Charlie, Benny y el resto de los chicos — intento sonar indiferente pero en realidad estoy muy furiosa por la forma en que me está hablando además en frente de todos.

— ¿En serio? pero si querían entrenar nos podrían decir a nosotros no era necesario... — en ese momento lo interrumpí porque vengo de haber hecho algo bien junto a mis amigos y él lo está arruinando.

—Quiero dejarle esto muy claro a todos nosotros necesitábamos entrenamiento de verdad una experiencia límite REAL no solo salir afuera y pelear entre nosotros necesitábamos algo impredecible, algo con a lo que nunca habíamos enfrentado... — Me di vuelta y me dirigía a la puerta y cuando estaba a punto salir dije — Se me olvidaba decir que salvamos a dos personas y Astrid hizo un magnífico trabajo en equipo como nunca antes— Al finalizar la frase me dirigí a la puerta para tomar aire fresco.

—Espera! — escuche la voz de Raz detrás de mí y volteé.

—Si vienes a reclamarme porque salimos sin avisar déjame decirte que todos estamos lo suficientemente grandes como para cuidarnos y estoy agotada de que no podamos avanzar mientras ellos se acercan cada vez más a nosotros — cuando comenzó a sonreír creí que era una broma y cuando me abrazo confirmó que ya estaba loco.

—Ruth lo que hiciste estuvo muy bien tomar las cartas en el asunto es de un líder nato y eso lo heredaste de tu padre... es por eso que actuó de esa manera supongo el tema que te vuelva ocurrir algo— no sabía que un abrazo podría hacer la diferencia.

  —Supongo que es un problema ya que el nunca estuvo presente en mi vida pero realmente no lo culpo por eso porque ahora conozco las razones — conteste mientras seguía en sus brazos.

  — Es toda una situación complicada y creo que te tardaste en explotar —  dijo en mi oído.

 —Gracias por esto— sus ojos azules brillaban por la luz de la luna y eso hacía que luciera aún más hermoso.

— ¿Porque exactamente? —respondió Raz con una media sonrisa.

—Por esto— dije mientras acomodaba mi cabeza sobre su hombro.

—Solo te faltaba un poco de afecto — reí cuando dijo aquella frase y decidí volver a entrar en la cabaña para hablar con papi ángel.

Al entrar todos me observaron pero no como yo creí que lo harían, todos estaban sonriendo, sus expresiones ya no eran de ogro malhumorado y eso lo agradecí muchísimo. Papi ángel estaba en el fondo no se podía ver expresión alguna en su rostro pero cuando me estaba acercando sentí una especie de silbido agudo en mi cabeza que poco a poco comenzó a descifrarse en la frase "lo siento cariño... por todo" cuando termine de comprender la frase respondí "no te preocupes" y le regale una sonrisa para sellar este altercado y hacer borrón y cuenta nueva.

Cuando ya estaba todo en calma nuevamente les explicamos cómo surgió todo, como Charlie y Benny nos ayudaron, como nos aconsejaron, como Astrid se interpuso entre ese wendigo y lizzi pero omitimos la parte de la celebración porque al fin y al cabo es algo nuestro y bueno ahí se nos aflojo un poco la lengua y hablamos de más. Pero como todo lo bueno esto estaba a punto de convertirse en una pesadilla...

Un diario de Ultratumba | En EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora