III. Historia

473 61 12
                                    


Renee Belrie
Colonia 27


—¿Cuál es tu nombre?

El agente de la Colonia Tres miró a Renee con paciencia durante un largo momento, sin embargo, Renee siguió en su modo silencioso. No era porque no quisiera hablar —quizás un poco, sí— sino porque le daba miedo cometer el error de decir alguna palabra incorrecta y que quisieran matarla por ello. Incluso ellos pensaron que era parte de los Nadie. ¿Cómo una chica delgada y débil como Renee sería parte de la organización de asesinos del gobierno?

Además de que temía por su vida, temía por la de su familia. ¿Y si después de matarla a ella mataban a su madre y a su hermano? No iba a permitir que eso pasara, su hermano ya tenía suficiente con la Zeta persiguiéndolo a muerte como para preocuparse por un grupo de locos que hacían preguntas extrañas y se reunían en callejones sospechosos.

—Bueno, ¿te parece si te llamo Driette mientras descubro tu verdadero nombre? —El agente sonrió amablemente.

Renee solamente asintió, era preferible que le dieran el nombre de Driette, al menos hasta saber si realmente estaban locos o no.

—Mi nombre es Aprell Mocreil, soy agente de la Colonia Tres. Así que, si eres parte de alguna de las Tres Organizaciones, te agradecería que no lo utilices en mi contra. —Su tono fue ligero, como si hubiese sido una broma, aunque ambos sabían que no lo era; aún así Renee intentó esbozar una minúscula sonrisa. —Sé que Hazz, la chica de allá —señaló a la castaña que estaba discutiendo no tan disimuladamente con el otro muchacho, probablemente sobre Renee—, puede parecerte alguien intimidante. Y lo es. A veces. Generalmente. Siempre. Pero lo hace para protegerse a ella y a nosotros... aunque más a ella. —Hizo una pausa, Renee supuso que estaba esperando que ella dijera algo, pero el miedo seguía ahí. —¿Te cuento un secreto? Ella es mi novia. Solamente que... bueno, no lo sabe aún. O tal vez ya, seguramente no lo quiere admitir. Es una chica muy orgullosa.

Renee sonrió solo un poco. Comenzó a apreciar el esfuerzo que Aprell hacía para que ella pudiera tomar confianza. A pesar de que estaban sentados incómodamente sobre el piso lleno de pequeñas piedras que se sentían en el trasero como agujas y que el ambiente del callejón no daba mucha seguridad, ella comenzó a pensar que tal vez no tenían la intención de asesinarla. O al menos el chico frente a ella no.

—Recuerdo una vez que el hermano de Hazz me dijo que estábamos destinados a estar juntos. Creo que él se refería a nuestra amistad, pero me gusta pensar que se refería a algo más romántico. Es confuso porque él era la persona más-

—¿Era?

Ese único verbo fue lo que atrajo la atención de Renee. Eso y el hecho de que aquella chica intimidante tenía un hermano. Conocer aquello hizo que ella ablandara su juicio sobre Hazz. Quizás no era tan mala persona después de todo. Tener un hermano era algo que cambiaba por completo a una persona, generalmente de la mejor manera.

—Sí, bueno, falleció hace algunos años. Por eso Hazz es tan fría a veces, piensa que cualquiera que deje entrar a su vida va a romperle el corazón como lo hizo su hermano con ella. —Suspiró tristemente. —Bueno, Driette, te seguiré hablando sob-

—Renee. —Bajó la mirada, avergonzada por interrumpirlo. —Mi nombre es Renee... Belrie.

—Hermoso nombre, Renee. —Aprell sonrió y fue inevitable que el color subiera a las mejillas de la chica. —Dime, no eres parte de ninguna de las Tres Organizaciones, ¿cierto? Puedes ser completamente honesta conmigo, traigo puesto el uniforme de agente pero que eso no te intimide. Ahora estoy fuera de servicio.

Expediente 512 (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora