XXXIII. Matrimonio

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Renee Belrie
Colonia 22


A la mañana siguiente, Renee despertó antes que Eliott. Tenía que asistir a la última clase de Kybett antes de que Hazz comenzara a dar órdenes de lo que todos debían hacer. Esa vez Renee estaría incluida en los planes, para evitar su escape y un nuevo desastre. Hazz seguía sin confiar en ella a pesar de las promesas de Renee.

Ya habían estacionado la nave a las afueras de la ciudad Tsentr. La fiesta sería por la tarde, a la puesta del sol. Para Renee estaba siendo algo difícil acostumbrarse a los distintos horarios alrededor del mundo, aunque eso era lo menos difícil que estaba llevando a cabo.

Durante la clase Renee casi no habló. En algún momento del día Hazz se le declararía a Aprell y él no dudaría en aceptar. No le importaría que estuvo por sacrificar su vida por la de ella, Aprell la amaba tanto que estaba dispuesto a ignorar aquello. Quizás incluso para ese momento ya estaban comprometidos. Renee había logrado deshacerse de gran parte de su tristeza la noche anterior, pero aún había cierto sentimiento dentro de ella. De cualquier manera, ya se encontraba con ánimo suficiente para fingir sorpresa al escuchar la noticia de la boda y felicitarlos por ello.

Kybett no llenó el silencio como solía hacerlo. Ambas parecían tener problemas fuera de la misión. La clase terminó mucho antes de lo calculado gracias a ello. En realidad solo sirvió para repasar lo que Renee ya había aprendido. No estaba lista para matar a alguien como Hazz lo haría, sin embargo, estaba lista para defenderse con ayuda de un arma. Aprender a disparar le fue sencillo gracias a la intuitiva tecnología que Kybett había armado dentro de un disparador. El problema al defenderse radicaba en la propia Renee, quien, a pesar de las comidas diarias y nutrimentos extras que Wivenn se había encargado de proporcionar, seguía teniendo menos masa muscular de la que debía. Eliott había notado aquello desde la primera clase que le dio, por lo que le había enseñado a utilizar codos, rodillas y partes del cuerpo que eran suficientemente duras para golpear sin necesitar de tanta fuerza. Tanto Aprell como Eliott notaron que a Renee se le daban mal las artes marciales, por lo que sus esperanzas de que no se repitiera la tortura que la Condena le hizo pasar en la Residencia recaían sobre Kybett y su capacidad innata para enseñar. Un arma era todo lo que Renee tenía para defenderse en caso de ser necesario.

De vuelta a la habitación después de su clase, Renee continuó con sus notas sobre el Expediente 512. Desde el primer día en la ROL-23 ella le había agradecido a Eliott por salvar sus hojas, de nuevo.

Aún había muchas preguntas acerca de las profecías escritas en el libro. El abuelo de Renee no solo había encontrado —o creado, seguía sin saber exactamente la relación— la cura a la Zeta, sino que había predicho la existencia de la Zeta. En ninguna página del libro se mencionaba cómo había logrado saber futuros acontecimientos o de dónde había sacado la información sobre la cura. Renee deseaba que su padre estuviera con ella. Todo habría sido mucho más fácil con él a su lado. Lo extrañaba.

Al ordenar mentalmente sus anotaciones, Renee comenzó a ver patrones en las letras. Además de presumir datos sobre la Cuarta Guerra Mundial y ciertos acontecimientos después, también se lograba ver una repetición peculiar de palabras y números. Con el conocimiento que ya tenía sobre el Códice de Zeemett, Renee comenzó a encontrarle sentido al Expediente 512 más allá del texto informativo.

Encontró nombres para cada símbolo del códice. Como bien había descubierto desde el principio, los dibujos eran letras, números e incluso frases sueltas en distintos idiomas. Ninguna palabra tenía sentido, pero Renee no estaba preocupada por eso. Eventualmente les encontraría sentido, incluso aunque algo en ella le decía que buscar palabras en el códice no era el camino correcto. Debía ignorar a esa voz, porque solo era su ansiedad hablando. No había otra manera de resolver el Códice de Zeemett.

Expediente 512 (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora