Un Bebé Con Mi Jefe

Capítulo 13.

El día de mi "boda" se acercaba más y con ello más problemas en cima... Hace un par de días apareció mi madre reclamándome el porque ella no se había enterado de nada sobre mi boda... Ese día fue un escándalo total. Lo recuerdo perfectamente. Y ese es uno de los tantos problemas que se me presentaron.

Estaba pensando sobre aquella noche en la que había soñado a Marian, esa noche en la que no pude dormir por lo cachondo que estaba.

—¡Quiero ver a mi hijo inmediatamente!

Escuche la voz de mi madre exaltada desde la planta de abajo.

—¡Wilson Connor! ¡Baja a hablar con tu madre, como el hombre que eres y no mostrándote como un cobarde!

¡Ay Dios! Esa mujer cuando habla así es porque si hice algo malo. ¿Será porque no me he ido a visitar desde hace menos de un mes? Mujeres... Nadie las entiende.

Me levante de la cama lo más rápido que pude y corrí. No saben cómo es cuando esa señora se enoja... Hasta el diablo le tendrá miedo cuando se enoja.

—¿Qué pasa mamá? ¿Por qué tanto escándalo? —Al verla mis bellos se erizaron.

Se acercó a mí y me golpeó la mejilla.

¡Joder sí dolió! ¿Cómo es que las mujeres tienen más fuerza que un hombre cuando están enojadas?

—¡Para mamá! ¿A qué se debe tu agresividad? —Doy gracias a Dios que Marian no se encuentra en la casa. Había ido a ver a Lucas. Que aún no lo dejaban salir del hospital hasta dentro de una semana más.

—¿¡Cómo es posible que me entere por terceras personas que te casas?! ¡Pensé que confiabas en mí jovencito! ¡Pensé que era todo una broma hasta que vi un reportaje sobre tu relación! ¡Y me entero que te casas en un par de días! —Lo último lo había dicho con un sollozo, odio hacer llorar a una mujer, es como haberle quitado un pétalo a una rosa.

—Lo siento mamá, pero Marian ha tenido varios problemas que he estado apoyándola y se me había olvidado por completo contarte perdóname mamá, te quiero, te amo, eres la mujer de mi vida. No volverá a pasar, cada cosa que pase te conteste ¿vale? Ahora por favor deja de llorar porque sabes que no me gusta ver llorar a una mujer...

Ella limpio sus lágrimas con un pañuelo  de tela  y sonrío.

—Esta bien hijo. Pero quiero conocer a la muchacha ¿En dónde está? —Dijo buscándola con la mirada.

—Se encuentra en el hospital...—Fui cortado por su preocupación.

—¿Se encuentra bien? ¿Está enferma? ¿Porque tú no la acompañaste? Que mal prometido eres.

Esa es mi mamá. Gracias por el cumplido (:v)

—Calma mamá... No no está enferma... Tiene a un familiar que cuidar, me ofrecí a llevarla pero se ha negado rotundamente.

—Oh... Está bien. Bien me retiro entonces... —Se dirige a la puerta principal.

—Wilson...—Me mencionó.