Un Bebé Con Mi Jefe

Capítulo 21

En algún lugar del mundo...

—Señor ya hemos hecho lo que nos ha pedido.-entra uno de los guardias con miedo.

—¿Lo habéis hecho así como yo os pedí?

El guardia asiente con miedo.

—Bien. ¿No hubo ningún contra tiempo, verdad?

—No señor. –El jefe asiente un poco dudoso. Por más Astuto que sea no sabe si confiar en el guardia o no. Si llegasen a darse cuenta de quien ocasionó el secuestro del niño e incluso la muerte. Todos sus planes serán tirados a la borda en cualquier momento, y no convenía.

—Vas a pagarme todo lo que a mi me pertenecía, Connor.

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—Tengo malas noticias, mi señora. —entra Maximiliano con un rostro entristecido.

Ella se imagino lo peor.

—¿Que ha pasado? —Dramatiza y deja todo lo que estaba haciendo para entender mejor lo que él le dice.

—Hace unas horas encontraron a Lucas— el hombre traga duro. No sabía como decirle a su jefa lo que había pasado con el niño— sin vida en un lago cerca de la casa.

Ella no responde. Y de repente se desploma.

Eso no era lo que tenía que pasar ¡no!

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Marián no sabía como decirle a su padre lo de Lucas. Si le decía la noticia corría el riesgo de perder a su padre y eso no podía permitírselo. ¡Nunca!

—Wilson... –intenta calmarse para hablar mejo– no sé cómo decirle a mi padre lo de Lucas... hace poco tuvo un paro cardíaco y le prohibieron las noticias fuertes... ¿como le diré que a su nieto lo encontraron sin vida en un lago cerca de acá sin vida sin causarle otro paro cardíaco o un derrame cerebral?

Wilson no responde. No sabía que decirle. Ambos estaban igual de destrozados

El pensar que iban a decirle al padre de Marián era lo peor.

—Hay qué pensar muy bien lo que le vamos a decir. De lo contrario tu padre podría llegar a ponerse muy mal. – Responde Wilson con la voz entre cortada.

—Lo se perfectamente...

No podían ocultarle la verdad. Si se la ocultan todo sería peor y las cosas se podían mal.

—Lo mejor será que le digas tú, Querida. Solo busca la manera adecuada y verás. ¿Si?

Ella asiente. No muy segura con las palabras de Wilson. Pero no le queda de otra más que aceptar. Se deshace del abrazo que se tenían ambos cuerpos. Se da un largo suspiro, pensando bien como le daría la noticia.

—Iré a darle la noticia. Luego iremos a recoger el cuerpo a la morgue. —habla Wilson, ella asiente y va en busca de su padre.

(...)

Al buscar las palabras adecuadas para decirle la verdad a su padre, El padre de Marian dijo que ya sabía la verdad. Sus palabras fueron "todo este tiempo de color de rosas sabía que terminaría en color gis oscuro. No te preocupes hija mía. Hace poco he soñado a tu hermana con mi nieto en brazos jugando en el cielo. Sus palabras fueron. "—Dile a Marián que tenga cuidado. Y dile que la amo con todo el corazón, también agradécele por haber cuidado de mi angelito cuando me fui. Y que busque la felicidad sin miedo al rechazo. Te amo papá."  Me lo veía venir. Aunque me duele que ya no esté aquí. Dios sabe que en el cielo hay gozo y vida eterna y muero de ganas por conocer ese paraíso" Marian se permitió llorar con su padre. Pues era lo único que podía hacer. Desahogar toda aquella pena que tenía. Porque el "si hubiera" no existe, ni existirá jamás.

(...)

—Buenas noches, vengo a recoger el cuerpo   de un niño al que encontraron hace algunas horas en un lago. —La secretaria de avanzada edad mira con compasión a la pareja.

—Nombre por favor. —dice amablemente.

—Wilson Connor. –la enfermera checa en la computadora moderna y asiente.

—Está en el l sótano. Hace unos momentos lo han trasladado Para hacerle unos exámenes. Luego podrán dárselo. Es cuestión de tres horas para esperar.

Wilson intrigado por lo que había dicho aquella señora de avanzada edad. ¿No había muerto ahogado?

—Pero el niño según me dijeron los policías había muerto ahogado.

—Eso hicieron creer señor. Pero encontraron marcas de cigarro en el cuerpo y dudamos mucho que haya digo ahogado, señor.

Wilson asintió. Y después pensó. Ya sabía que era venganza pero... ¿De quien? Contratar al detective más caro no le serviría de nada. No si no era de su confianza. Necesitaba a alguien de su confianza. Lo que no sabía era quien...