Capítulo 15.

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¿Qué cómo nos fue en la cena con mi madre?

Pues ahí tendrán la respuesta.

—Marian.

Era ahora o nunca.

Ella me ve.

—¿podríamos hablar?—Pregunté nervioso, la verdad espero arreglar las cosas.

Ella no me responde. Joder, esto me va a costar.

Mientras ella se arreglaba yo comienzo a hablar.

—Marian, lo que pasó hace algunos días no fue mi culpa, Sarah simplemente apareció en el armario y se me tiro encima. Sé que no solo una familia de verdad, no soy tu esposo. Tú y yo nos casamos por conveniencia lo sé pero desde que nos "casamos" no te he sido infiel, en ningún momento te he faltado al respeto. —Suspiro. Todo lo que he dicho es cierto. La última vez que estuve con Sarah fue antes de casarme con Marian.

—Lo sé

Fue lo único que dijo. ¿Qué?

—¿Qué?—No sabía que responder. ¿Entonces porque me ha quitado el habla?

—Comienzo a sentir algo por tí. —Esto no está bien.

—Por eso me he alejado. Quiero quitarme esos estúpidos sentimientos que tengo hacia ti, Wilson. Nuestro matrimonio es una completa mentira ¿qué pasará cuando nos divorciemos?
Cada quien por su lado. Nos dedicaremos a trabajar y nos dirigiremos la palabra solo para el trabajo. Todo volverá a ser lo mismo. Pero a condición de que saldré herida si sigo sintiendo esto por ti. Me gustas. Y no quiero pasar a mayores; te estoy siendo completamente sincera.

Sus palabras me dejan completamente estúpido. No sé qué responder. Quisiera responderle lo mismo pero aún no estoy preparado. Marian también me gusta. Pero como ella lo ha dicho. Luego del divorcio cada quien por su lado.

—Marian...

Soy interrumpido por ella.

—No Wilson, Marian, nada. No tienes que responderme. Solo.... –Ella decide cambiar de tema–... Me termino de maquillar y nos vamos ¿si? No quiero hablar más del tema.

Asiento. No quiero hacerla cabrear.

Una hora antes antes de irnos fuimos a ver a Lucas. Ha mejorado bastante. Se ha quedado mucho tiempo en el hospital y ya lo extrañamos.

Bueno para ser sinceros yo también lo extraño. No llevo mucho tiempo conociéndole pero le quiero como un papá a su hijo. –de sangre–

—Marian, tu hijo ha estado respondiendo a las quimioterapias,
Pero necesitamos el transplante de médula Ósea, sin ella el niño puede recaer de nuevo. ¿Han buscado ya transplante?

Ambos negamos.

Marian ha estado buscando y nada, Marian no es compatible con Lucas y el padre de Lucas tampoco es compatible.

¿Yo? Pues no se me había ocurrido la verdad. Hasta ahora que lo menciono.

—¿Puedo hacerme los exámenes? —Pregunté de pronto y Marian me vio con sorpresa. ¿Qué?

—Wilson... —No sé qué me quiere decir pero la interrumpo.

—Marian, Lucas es mi "hijo" –Hago comillas en hijo– quizáno sea mi hijo de sangre pero le quiero, le he tomado aprecio a Lucas.

—Acompáñeme por favor. Le haremos los exámenes

Joder llegaremos tarde a la cena.

—Tranquilo, solo serán cinco minutos y luego podrán irse.

Al parecer leyó mis pensamientos.

(...)

—Bien, en dos dias tendrán los resultados. Mañana pueden llevarse a Lucas a vuestra casa. Pobre El Niño necesita respirar aire fresco y no cloro y malos olores de hospital.

Asentimos felices. Al menos ya tendremos a Lucas en casa de nuevo.

—Me retiro.

No dijimos nada, nos despedimos de Lucas que estaba dormido por la quimioterapia y salimos.


(...)

No encontramos en la casa de mi madre. Esperando a que me habrán la puerta para poder empezar la cena. Solo espero y mi madre no invite a sus amigas y a las hijas de sus amigas. Eso terminaría de arruinar las cosas con Marian y no quiero.

—¡Hijo querido! —Mi madre eufóricamente me saluda, abraza y besa mi mejilla. Típico de las madres.

—Madre... —La saludo aceptando su abrazo.

—Tu debes ser mi nuera. —Mi madre se pone sería. Joder esto es un problema.

—Señora.... –le da la mano en forma de saludo y esta es interrumpida.

—Nada de formalismo cariño. Eres de la familia. —Hace lo mismo que hizo conmigo anterior mente y se presenta.

—Mi nombre es Natalie, pero dime Naty, mamá, suegra. ¡Cómo tu gustes cielo! Somos de la familia. —Bueno ese ya es un proceso, al menos ya mi madre acepto a Marian y eso es lo importante.

—Marian Muñoz, mucho gusto señ.... Naty. —Sonríe sin mostrar los dientes. Sé que está nerviosa.

—¡pasar por favor! He invitado a algunas personas. Espero no incomodar.

Mierda...

Marian niega. No tiene de otra más que decir "bueno, ya que".

—Para nada señora, permiso—Entra y noto que Marian se pone tensa.

Por favor Dios, no me dejes, no me dejes.

Entramos y vamos directo hacia la cocina. Y como lo pensé. Estaban las amigas de lo madre, las hijas de las mismas, mi hermana y el novio de mi hermana. Bueno al menos está mi hermana.

Tengo dos hermanas, una tiene casi la misma edad que Marian y la otra es mayor que yo. Tiene dos hijos y créerme que son unos diablillos cuando no está la madre en casa.
A mí me los han dejado un par de veces y no los soporto. Claro que los consiento y malcrió a mis sobrinos porque es mi deber como Tío

Mi hermana mayor no se encontraba en la cocina. Supongo que no pudo venir porque está de viaje con su esposo

A saber a qué tipo de viaje fueron...

Bueno no me interesa pero tengo curiosidad.

—Mierda... –Escuché. Me sorprendí. Marian era de esas personas que difícilmente se les salga una palabrota. Marian siempre ha hablado con respeto y educación, sin necesidad de utilizar palabras no adecuadas.

Yo por mi parte y defensa las digo cuando pienso y usando estoy cabreados

—¿Qué pas...? —Me quede con la palabra en la boca.

—¿Marian? —¿El novio de mi hermana conoce a Marian?

—Alex...

Un Bebé Con Mi JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora