Capítulo 23.

3.7K 205 27
                                    









—Que pasa Wilson? ¿Que es lo que tienes que decirme?

—Saco de mi cajón una hoja. La hoja donde se encontraba el contrato, la hoja donde todo comenzó.

—¿Que es eso? —Pregunta al no ver la cara de la hoja. Vaya chica curiosa.

Se la entrego y ella lo ve sin entenderlo.

—¿Para que quiero el contrato? ¿Es por mi confesión sobre la otra vez hacia mis sentimientos hacia ti?  Bien, perdón por tener sentimien...

No la dejo terminar.

—No es por eso Marián, quiero terminar el contrato, ya no hay nada que te tenga conmigo—Saco otra hoja en mi gaveta de escritorio y se la entrego—. Este es el contrato anulado. Solo tienes que firmar. Serás libre de mi.  No tienes nada que pagarme. Siento haberte presionado.

Marián lee cada letra detenidamente. Esperando a que firme la hoja. La quiero... siempre me atrajo. Pero me da miedo. Y tengo miedo a enamorarme de ella. No quiero.

—¿Estás son las buenas noticias que decías? —Su tono de voz esta entrecortada y escuchó un sollozo ¿llora de la emoción? Vaya... yo creí que...

—¿Que pasará con tu empresa? ¿Y tú fortuna? —Salgo de mi transe y pongo mi atención en ella. Llevaba tres días pensando en cómo buscar la solución para no terminar con mi empresa. Lo que  no me importa es el dinero. Son los trabajadores. Y más con lo que está pasando en la empresa.

—Buscaré a alguien... ya miraré quien...

—Wilson. No es por nada pero... tú no confías en nadie. ¿Y si después te hacen una mala jugada? ¿Y si te quitan la fortuna por no saber a quien escoger?
Ni hablar. Seguiremos con el contrato así como lo habíamos hablado. No pienso quitarte nada. Quiero ayudarte.

Quería sonreír. ¿Como no pude enamorarme de ella desde antes de su hermana? No tuviera este estúpido miedo al enamorarme. Por culpa de su hermana.

—¿De verdad? —ella asiente

—Me ayudaste mucho, pagaste las deudas que tenías y hasta conseguiste la custodia de Lucas... si tan solo él...

No quería tocar el tema y rápido camine hacia ella y la abracé agradeciéndole  por lo que iba a hacer por mi.

Ahora no sabía como decirle que la empresa va mal.

(...)











Pasaron quince días  y con ellos  muchas cosas.
La boda la trasladamos para finales de noviembre, faltan un par de meses para eso hay que celebrarla bien. Bueno queremos hacer una fiesta pequeña. Los problemas en la empresa van mucho peor, he perdido al rededor de tres millones de dólares y eso afecta a todos lo que trabajan para mi, incluyéndome.
Marián no sabe nada, no le he dicho nada y le he dado trabajo para entretenerse, ella es astuta pero.... si se llega a enterar puede empeorar su salud y no quiero.  Quiero que esté relajada, le diré pero en cuanto se encuentre bien.

Busque por cielo, mar y tierra a un buen detective y no encuentro uno que me llene la confianza

Estoy lleno de problemas pero sé que puedo con ellos, no puedo acobardarme y dejarlo todo a medias, como lo hacen algunos. Y eso es mediocridad. Y mi empresa depende de mi y de mis trabajadores y mis trabajadores tienen hijos... y no quiero hacer un caos, llevo cinco horas sumergido en mis pensamiento. Si, mucho tiempo. Pero necesito relajarme y pensar que hacer....

Suena el teléfono y no sé quién es.

Contesto. Ha de ser importante porque no quería que nadie me molestara a menos de que sea importante.

(...)

—Señora, he mandado a su detective privado. ¿Cree que acepte?

—No lo dudes ni un segundo, no me sales  las cosas.

—Solo preguntaba, señora. Pero esta bien.
¿Cree usted quien está detrás de todo esto?

—No soy adivina pero creo que puedo tener idea de más o menos quien es... y si es esa persona créeme que va a sufrir más de lo que yo tengo planeado hacerle. Por algo todos me temen.

—Si, señora; eso lo sé.

—¿has visto como torturo a las personas que se meten en mi negocio o me hacen una mala jugada?

—si

—Imagínate como me las van a pagar por haberse metido con mi familia. Mi más cuando mataron a mi nieto.

Un Bebé Con Mi JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora