Un Bebé Con Mi Jefe

Capítulo 18.

Colombia. Medellín.

—¡Señora! ¡Señora!— mi mano derecha habla angustiado. Hay problemas.

—¿Ahora que quieres?—Hablo de mala gana. Me siento en un sillón que estaba en mi oficina. Esperando la mala noticia.

—¡Han secuestrado el niño Lucas!—Me enfurezco. No había dicho que tenían que hacer.

—¿Ya lo han hecho? ¿¡Y si que yo les avisará!?—Exclamé molesta.

—¡No señora! ¡Por supuesto que no. Han secuestrado al niño y no hemos sido nosotros.—

Me levanto del cómodo sillón y palidesco ¿Cómo es posible?

—¿Que? ¡¿Quien ha sido!? —Hablo preocupada. ¿Como es posible? ¡Mierda!

—Es lo que estamos averiguando señora, no tenemos ni la menor idea de quién es.—Mi mano derecha palidece. Sabe que cuando esto es malo me pongo de muy mal humor y nadie me soporta.

—Encuéntrenlo, lo quiero vivo.—amenazo.

—si señora, como usted diga.—asiente.

Dicho eso sale. Camino a donde se encuentra mi mesa de oficina y saco una fotografía. Esa que me da fuerza para seguir viviendo, para luchar por ellos. Mi esposo. Mi hija y mi nieto.

—Los amo. Pronto estaremos juntos.... lo prometo—digo mientras beso la fotografía.

En algún lugar del mundo.

—Señor.

—¿ya han hecho lo que he pedido?

Asiente. Sonrío.

—¿Qué quiere que hagamos con el niño, señor?

—Hagan lo que quieran con el. Me da igual. —respondo.

Mi fiel sirviente asiente y se va.

—pagarás por lo que me has hecho, maldito Connor. —sonrió como un ladronzuelo  le ha quitado el dulce a un niño. Esto es solo el principio.

Wilson's

  "han secuestrador a mi hijo"  es lo único que tengo en la cabeza. El alcohol en un momento a otro se fue de mi organismo ¿pero que...? 

—¿¡Que ha pasado?! —respondo aún en shock.

—Lucas tenía mucha fiebre y no paraba de llorar. Estuve llamándote y no contestabas. Me di por vencida y llamé a un doctor.  me pidió a Lucas porque lo tenía que revisar. Minutos después llegó una enfermera. Me dio mala espina y no quería  que ella tocara a mi hijo. Insistió tanto hasta que cedí de un momento a otro no recuerdo. Me golpearon la cabeza y perdí el conocimiento. Cuando desperté no había rastro de nadie.

Había sido mi culpa. Si me tan solo hubiera contestado los mensajes o alguna llamada el estuviera conmigo. Ahora. Mi hijo...

El oficial se acerca a Marian y le pide que termine el relato de lo sucedido. La pregunta es. ¿Quien? No tengo enemigos. No tengo a novias psicopatas. -o eso quiero hacerme creer- no tengo a hermanos. Ni mucho menos primos. Buscando la herencia de mi padre ¿quién?maldiga sea, ¿quién? Mañana era la boda. Pero era de suponerse. Se canceló. La única preocupación era Lucas. ¿En donde estas pequeño ángel? Dios... si en realidad existes. Ayúdame a encontrarlo.

Así estuvimos toda la noche. Rezándole a Jesús, a la Virgen Maria, A la Rosa de Guadalupe. Para que apareciere mi hijo. No me perdonaría si algo malo le pasara.

Marian era la que más lo estaba pasando mal. Ella lo vio nacer, le cambió siempre los pañales. Le compraba ropa, alimentos etc sabiendo que no era su obligación. Amando a ese niño como si fuese de ella y no se si hermana.

Marian había ido por un café. Me dio uno y se lo agradecí. La verdad no necesitaba.

Comencé a pensar en Lucas. Ese Niño sin saber que era mi hijo lo amé desde el primer momento en el que lo vi.

Estaba tan metido en mis pensamientos que no vi que había llegado un mensaje a mi móvil. Era un número desconocido. Había mandado una imagen.

Desbloquee el móvil y decía así.

"Pero mira que hermoso es Lucas"

Y una imagen donde Lucas Dormía. Tenía quemaduras de cigarro por todo el cuerpo. Mi bebé está sufriendo. Maldecí y los policías preguntaron que había pasado. Entregué mi móvil. No quería torturarme más.

—Investigaremos y registraremos la ubicación ahora. Me llevaré el móvil y traeré noticias lo más pronto posible.

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—Señor, tenemos un problema. —entra mi mano derecha angustiado.

—¿y ahora que habéis hecho?

—Nada, hicimos lo que nos pidió, pero no sabemos en donde dejarlo....

—dejarlo en un lugar cerca de la casa donde ellos viven. Se llevarán la sorpresa.

—Bien señor. Así será.

—Escucha bien lo que te voy a decir. —advertí —una cosa sale mal y al siguiente serás tú.

Asintió.

—Muy bien señor.

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—Señor Wilson necesito hablar con usted a solas. Es algo importante.

El comandante de la policía me llama con voz preocupada ¿Qué pasará?

Lo sigo hasta afuera en el jardín y comienza a explicarme.

—Espero que esto lo tome con calma, su prometida esta muy alterada y si recibe esto puede tener un paro cardíaco, por favor no haga ningún escándalo. —Me estoy imaginando lo peor.

—Han encontrado un Niño a dos kilómetros de acá, con las mismas descripciones físicas que Lucas.

Me alegro, lo han encontrado

—Pero...—Me lo temía.— el cuerpo lo encontramos en a la orilla del lago sin vida.

Mi corazón se parte.

—Necesitamos que vaya a reconocer el cuerpo al lago, quizá nos equivoquemos de cuerpo y no sea él.

Entro en shock y me quedo viendo fijamente en un punto. No se que decir. Estoy impresionado.

Como puedo asiento. Joder. ¿Cómo se lo digo a Marina?

Pienso, pienso y pienso...

Lo primero será identificar el cuerpo. Ruego a Dios porque no sea él.