La chica de intercambio ( Shawn Mendes ). ¡WATTYS 2019!

Capítulo 51

No tenía a nadie que me ayudara con mi hijo, a nadie excepto Patrick y su adorable madre pero ellos tenían sus asuntos y no podía depender de ellos, por lo que decidí dejar la universidad y hacerme responsable de mi bebé.

Seguí escribiendo, recientemente había publicado un libro llamado " las ventajas del desamor " era una novela muy linda a decir verdad y había traído muy buenas ventas, claro que me había mudado de departamento a una pequeña casa que rente en una colonia alejada de la ciudad pero la renta no era tan cara como la de mi antiguo departamento situado en un edificio céntrico. Además de escribir antes de que aquella editorial decidiera publicar mi nueva novela tuve que trabajar en una cafetería lo cual se tornaba muy difícil para mí, pues tenía que dejar a mi hijo para poder trabajar y no sabía qué hacer pero también tenía que mantenerlo.

Me mantuve en un obscuro ollo junto a mis mentiras, me había eclipsado con mi temor, hice una tormenta en un vaso de agua, las soluciones eran fáciles pero yo las hice ver cómo un laberinto. Mis padres no volvieron a saber de mí y ellos hicieron lo posible por contactarme hasta que antes de cambiar mi número telefónico les mandé un último mensaje el cuál decía: Mamá, papá, sé que les puede extrañar mi comportamiento de estos últimos días, también sé que llevamos tiempo sin vernos, antes que nada quiero decirles que estoy bien. Nunca antes había estado mejor, pero he decidido mantenerme alejada un poco de la sociedad y viviré en una granja junto con unas amigas, es parte de un proyecto escolar, tal vez suene extraño pero es totalmente cierto, los amo con todo mi corazón y en cuanto pueda yo me comunico con ustedes. Estaré bien, el lugar está respaldado por grandes sistemas de seguridad, es una experiencia increíble, los amo X.

Soy una vil mentirosa, todas las mentiras que no había dicho durante mi infancia y adolescencia las he dicho ahora, ahora que se supone que soy un adulto que piensa las cosas con prudencia, estoy actuando como una niña estúpida por mi cobardía.

En fin, mientras trabajaba en esa cafetería, aquélla chica que se llamaba Lusy, me ayudaba a cuidar al bebé. No me perdió el rastro y hemos sido amigas hasta ahora, solo que su cabello ahora es corto como el de un chico, en forma de cresta y sigue siendo blanco, muy blanco y lindo ¡Ha! Y tiene un tatuaje más, ahora en el brazo derecho, después de seis meses deje de trabajar en aquella cafetería y fue entonces cuando publiqué mi nueva novela, con las ganancias recibidas hice una repostería en casa, fuí a un curso y comencé a vender pasteles, panque, muffins, bollos entre otros bizcochos, no era la gran cosa pero ya tenía mis clientes y eso me ayudaba más para cuidar de cerca a Manny, quién ya había crecido bastante.

Tuve momentos tan difíciles, noches en vela en las que el bebé no dejaba de llorar, afortunadamente nunca me faltó la leche y los pañales para el porque la madre de Patrick y el, se encargaban de ayudarme con eso, aún cuando yo me apenaba bastante ellos se empeñaban en ayudar y eso se los agradezco bastante. Nunca estuve al grado de estar en las calles pero mucho tiempo me faltó el dinero para la renta u otras cosas pero siempre lo solucionaba, afortunadamente en la actualidad estoy bien. Hoy tengo esa pequeña repostería en casa, sigo escribiendo y puedo cuidar a mi hijo sin quitarle los ojos de enzima.

Jamás dejaré de agradecerles a esas personas que se mantuvieron cerca en todo ese tiempo, Patrick, su madre ( la señora Stines ) y Lusy, una chica que incluso a veces me parecía extraño que fuese tan linda y amable y su amistad fuese tan repentina y sin costo.

Mi hijo, el que llegó sin avisar y en el momento menos esperado ya tenía tres años y medio y hablaba tanto como un loro, lo más doloroso es que sabía que era un padre y el no dejaba de preguntar por ello y cada vez era más difícil para mí responderle eso, pues su padre jamás se enteró de su existenciay si, en algún momento se enteró solo no quiso saber de él.