¿Qué podía decir? El día había puesto su peor cara. Las nubes se aglomeraban en un tono muy severo, la brisa empezaba a cometer actos violentos y así todo parecía prepararse para un fuerte tormenta. Me balancee sobre mis pies a la espera del auto que Junmyeon consiguió para mí.
¡Por lo que más quería en este mundo, estoy nerviosaa!
Sabía que tenía las horas contadas, veintidós a partir de este momento.
Había decido renunciar al trabajo, lo haría aún sin saber de que depararía el futuro porque ya no importaría de que dependiera. Inhalé, llenándome de incertidumbre y de entusiasmo, un bocina me sacó de mis pensamientos, un hombre mayor edad salió de él y me saludo, supe que era ese al cual esperaba. Me reacomodé tantas veces sobre el asiento hasta llegar a mi destino, bajé del auto un rato después encontrándome a JunMyeon esperándome en la entrada de aquel hotel.
—¿Ocurre algo?— Le pregunté al notar su rostro, parecía inquieto.
—Mejor hablamos arriba, en privado— Su sonrisa se torció en un pequeño destello de ¿emoción, tal vez?
La recepción era hermosa y bastante amplia, lleno de personas en trajes de oficina y otros muy relajados, seguro que disfrutando de sus vacaciones. Junmyeon me dirigió hasta el elevador y allí entramos con cinco personas más, luego de varios pisos el octavo nos recibió con un pasillo más amplio de lo que me esperaba.
—¿Por qué tanto misterio? —Reí al notar lo silenciosos que estábamos pero no obtuve la misma reacción de su parte, en cambio se detuvo, lo miré extrañada.
—Esta es la habitación— Dijo. Miré detalladamente la matrícula con el número y luego a él—Cuando aceptes entrar conmigo y escucharme, haré lo que me has pedido.—Su mirada se deslizó de una forma tan rara hacia mí provocando que los pelos se me pusieran de punta.
—Junmyeon, por Dios, me estás asustando de verdad—Este resopló dejando escapar una sonrisa absurda, me indicó si podíamos entrar así que lo seguí. Era realmente espaciosa, con grandes ventanales por los cuales podías admirar el bosque haciéndome recordar que ya no nos encontrábamos por completo en la ciudad. Me despojé de mi abrigo colgándolo en el perchero, caminé un tramo más hasta notar la increíble cantidad de pétalos esparcidos sobre la cama.
—¿Es muy cliché?— Volteé encontrándolo en el mini bar— Lo siento, es lo que tengo— Se acercó a mí con una copa, la acepté. Bebí con ansias.
—Las cursilerías nunca han sido lo tuyo, sabes que sería feliz con tan solo un libro nuevo.— Me senté al borde de la cama, esperé a que él me imitara pero se quedó parado justo frente a mí.— Muy bien, dime ¿qué es todo esto? ¿qué debo escuchar?
—Necesito hacer esto, necesito saber si aún después de todo me aceptarías
—Junmyeon, no sé que piensas pero...—Cayó de rodillas.
—Pienso que tal vez podamos tener una posibilidad— Una sortija aterrizó en mi mano— No te la pondré, tampoco de lo pediré. Es tuya, tú decides si aceptarla o no.— Pasó las manos su cabello desordenándolo un poco.
—Si pudiera aceptarla, yo... — Su celular me interrumpió, él se reincorporó excusándose antes de irse por el pasillo. Quedé momentáneamente sola, miré a mi alrededor todo aquello, los pétalos y una foto en medio. Sonreí con pena, aquello no era justo. Suspiré para armarme de palabras coherentes, volví a oír unos pasos acercándose—¿Sucedió algo importante?
—Era Chanyeol, le pedí que trajera a Sehun.
—¿Y bien?
—Huyó.
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1.6.9 [SEHUN]©
Fiksi Penggemar© El prototipo 1.6.9 ya ha sido instalado con su respectiva estructura ósea, prácticamente parece un humano. De ojos cafés claros, cabello rubio y facciones definidas. Se le ha otorgado conocimientos que tendrá que reforzar mediante experiencias pa...