Lejos

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Su sonrisa se combinaba con la sorna de sus palabras, me hacían ver como una irresponsable, me hacían ver como una niña. Así me sentía. 

Señalada e incomprendida.

—¡Por supuesto las debes tener!— Exclamaron, todos rieron. Me ruboricé.

—Guardias...— Todos guardamos silencio.—Llévense a la Señorita Jung a una celda— Abrieron paso de inmediato a la voz del Superior— Por favor, escolten a la doctora.

Dos hombros se colocaron a mis costados esperando alguna acción de mí, miré a mi alrededor, todos tenían la cabeza gacha excepto HyunBin. ¿Cómo podía ser tan imbécil? 

Mordí mi mejilla interior, no lloraría en frente de todos por más que me quebrara. Avancé lentamente con esos dos siguiéndome. Me detuvo solo unos instantes para ver a Sehun, solo un gran vidrios nos distanciaban. Tan lejos, tan cerca.

—Por favor.— Cerré mis ojos. No lloraría.

Sentí un apretón en mi antebrazo. Solté unas lagrimas antes de asentir y seguir mi camino por los largos pasillos bien lustrados dónde no parecía haber alma alguna, era tan frío, tan solitario como ese pequeño calabozo. Se suponía que ahí ponían a los experimentos en prueba, no a humanos y heme aquí. La gran puerta de hierro con cerradura electrónica cerró con un fino "click", ahora eramos cuatro paredes y yo.

Mis piernas estaban cansadas, he pasado días largos pero éstos no se han podido comparar. Nadie sabe como estoy ni en dónde estoy o como me siento. Apoyé mi espalda en la puerta, todo estaba en penumbras, así me sentía por dentro. 

Terminé en el piso con la cara contra el piso rodeada de un charco de lágrimas. Tengo miedo, miedo a perderle, ha no verle, escucharlo o sentirlo. Eso me asustaba más, porque me confunde. No quiero confundirme.

Menos equivocarme 

Doce horas después las puertas se vuelven a abrir.

—Acompáñame— El Sr. W se paró justo frente a mí, mirándome con sus fríos ojos. Desde el primer día ha sido así. 

Estaba avergonzada, no podía levantarme.

—Te ayudo.— Me extendió su mano, recorrí desde su blanca palma, examinando su perfecta bata hasta su rostro que se mostraba diferente esta vez— Quiero llevarte a un sitio.

—¿No te meterás en problemas?— Cuestioné. Él solo rió, me tomó las manos para levantarme tan rápido como se podía induciéndome a un mareo repentino. Salimos de ahí abrazados por mi simple torpeza aunque ese pequeño detalle me hacía sentir segura, se lo agradecía.— ¿Saben que yo...

—¿Que saliste?— Asentí un poco cohibida, éste se encogió de hombros— No tengo porque pedir permiso y menos dar explicaciones.

—Pero el supervisor y su trabajo...

—Una vez te dije que sería capaz de defender mi trabajo hasta el final, tú no importas y él tampoco, ahora para mí es personal. — Nos detuvimos frente a una gran puerta de contención electrónica. — Creo que para ambos es personal.— Sacó una tarjeta, una llave maestra.

—¿Me dejará verlo?

—Ha estado en supervisión por diez horas, tiene falla tras falla, no pueden encontrar el problema ________. Han almacenado sus datos, parece estar de en cero pero su conducta es extraña, tampoco responde a los comandos predeterminados. 

—¿Qué quieres que haga? Si no tiene datos o nada que lo vincule a lo aprendido, no encontrará nada familiar, menos a mi ¿Qué pretendes?

—Hemos puesto varios objetos con él y han sido destruidos. Sé que suena descabellado pero dejé una foto tuya con él... Es lo único que no fue destruido ¿raro, no?

—¿Supones que me recuerda? ¿Que quiere verme? Es imposible, sólo debe tener una falla.

— Jung...

—Llévame a la sala de control.

[*****]   


—No responde Señor, sólo se enoja más. — Un interno tecleaba desesperadamente mientras que un gran monitor transmitía en vivo al Prototipo arremeter brutalmente contra una pared con una descomunal fuerza capaz de dejar marcas por todas partes.

—¿Qué sucede? — Los ojos se colocaron en mí con cansancio.

—¡Tú tuviste que hacer algo, es culpa tuya!— HyunBin se apresuró hacia mí furico, lo recibí con una cachetada.

—Estás muerto.— Gruño — Aléjate de mí.— Me fulmina tanto como yo lo hago con él. 

—Sigue rompiendo cosas, es desesperante— Me dice en un murmuro, se aparta para colocarse en un rincón con sus ojos puestos en sobre mí. Me acerco al monitor, todo está destruido.

—Quiere auto destruirse.— Habla El Sr. W.—No ha parado ni un momento.

—¿Ya accedieron a los más profundo? ¡¿Si quiera se han esforzado?!— Grito.

—No nos deja acceder, rompemos capaz y parece construir más, parece regenerar sistemas de protección de las cuales no tenemos idea.

—Ese prototipo tiene que ser nuestro o de nadie— Alzó la voz el Superio Ah.

—Seguro es algo que se pueda resolver superior.

—No, quiero que me entiendan. Si este pedazo de hojalata no funciona, si los internos no pueden lograrlo la noticia se extenderá y serán recordados como incompetentes. No duden en que ese robot será destruido junto con su carrera. 

—Superior Ah, somos capaces.

—Tienen dos horas— Sentenció. 

—Así será.  

  —Por Dios, Sehun... ¿Qué has hecho?— Digo para mí, quiero ser capaz de sostener mi corazón porque mi pecho duele.

—¿Qué esperan? ¡Hagan algo!— Exclamó el Sr. W.

—Señor, hemos agotado la mitad de las posibilidades ¿Cuales otras quedan?—Pregunta un interno haciendo que el lugar sucumba al silencio.

—Las que existan, las que se puedan crear.

—¿En dos horas? ¿Qué se puede crear, ah? Es ridículo  — El cuestionamiento HyunBin se clavaba como daga a un costado, por más molesto que fuese tenía razón.

—Ponte a trabajar, lo quieras o no estas en el mismo pozo que nosotros HyunBin. 

—Y... ¿Y qué sucederá si no...— Mi voz se entrecortó. Todos me entendieron aún así.

—Si no logramos preservar al prototipo... — Hizo una pausa dándonos espacio para respirar, recorrió el piso hasta poder subir la mirada— Procedan a destruir al prototipo 1.6.9 



¡¡Escucharemos POWER en el Mundial Rusia 2018!! ¡Que honor para los chicos!  Hace tan solo 4 años atrás ni siquiera se pensaba en algo parecido #WeAreOne #EXOL #EXO #POWER 


1.6.9 [SEHUN]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora