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Si alguna vez estuve seguro de lo que sentía y quería fue ese día, nada podría hacerme cambiar de opinión, no sentía dudas ni nervios. El corazón siempre tiene la razón, no había fallado al decirme que mi destino estaba junto a Marco, siempre lo manifestó en mis sueños. Tardamos un poco en estar juntos pero ahora nada se interponía entre los dos, nuestro amor saldría triunfante y brillando sin importar la oscuridad que pudiera llegar a existir.

Sabía como debía hacer las cosas, tenía poco tiempo para llevar a cabo mi plan cuando mi celular recibió una llamada de Tania, ella y Gabriela querían hablar conmigo, sentía que no tenía mucho tiempo para llevar mi plan a cabo pero era necesario poder contar con su apoyo y me dirigí de inmediato a su departamento.

Conocía un poco de su historia gracias a que Marco se había abierto conmigo y estaba consciente del gran apoyo que significaban para él, los tres habían pasado por experiencias difíciles lo que los hizo mas cercanos, a pesar de ser primos su trato era el de tres hermanos dispuestos a dar todo por los otros. Las dos querían ver que opinaba luego de saber la verdad sobre Marco y estar prevenidas por si debían protegerlo, les mencione que mi única preocupación era su bienestar y que siguiera el tratamiento adecuado para que tuviera una buena salud, les dio gusto saber que lucharía por el amor de su primo. Nos despedimos pero me di cuenta de que podían ayudarme con mis planes, les mencione mi idea y se mostraron dispuestas a ayudarme.

El tiempo se reducía cada vez mas y el ajetreo que generamos despertó la curiosidad de Sofy y los gemelos, les comente mis planes y también se mostraron dispuestos a ayudarme, ahora contaba también con el apoyo de mis amigos, lo cual era vital para poder terminar con los preparativos antes de que regresara Marco al edificio y descubriera lo que me proponía hacer, todo debía ser perfecto y sorprenderlo era crucial para mi, sería una noche que ninguno de los dos olvidaría y borraría el pequeño momento difícil de nuestro último encuentro.

Era una idea totalmente diferente a lo que originalmente había pensado pero el resultado parecía ser aún mejor de lo que había soñado y el lugar era la mejor opción, pues se había convertido en nuestro lugar especial, donde nos habíamos comenzado a acercarnos de verdad y en dónde todo llegaría al siguiente punto.

Verifique nuevamente su ubicación actual y mi corazón se acelero al ver que estaba a solo dos cuadras de llegar, corrí a cambiarme para nuestra noche especial y me vestí lo mejor que pude. Sentía mis manos temblar mientras intentaba abrochar los botones de la camisa, mis amigos me ayudaron a terminar de arreglarme mientras las chicas se aseguraban de que todo estuviera listo. Respire y me prepare para afrontar nuevamente al destino cuando escuche la puerta del edificio.

Los pasos subiendo las escaleras parecían eternos y me sorprendí al notar la seguridad que se apoderaba de mi, siempre había sido el chico nervioso al que se le dificultaba expresarse por lo que la interacción social siempre había representado un grave problema para mi. El momento había llegado y ahora se resolvería una de las grandes situaciones de la vida.

Sus ojos se notaban ligeramente hinchados, sabía que había llorado y que no le fue posible descansar bien, aún así para mi la apariencia de Marco era perfecta, un ángel caído del cielo, el chico que aparece sin problemas en cualquier revista de moda cubriendo la portada. Su apariencia nerviosa se convirtió en una sonrisa al verme arreglado y esperándolo. Tome su mano y dirigí a Marco hacia la azotea, nuestro pequeño escondite, nuestro lugar.

Si bien la época navideña no estaba cerca diversas luces cubrían el espacio, acompañadas de una pequeña mesa y un par de sillas con algunas velas para decorar todo. Quería ser el chico romántico y amoroso que Marco merecía, todo era un pequeño detalle que merecía la ocasión.

Antes de cenar le pedí una disculpa por dejarlo solo y no permanecer a su lado cuando era claro que me necesitaba. Me recordó que él fue quien me pidió irme para que pudiera pensar las cosas y no tomara una decisión apresurada, algo que parecía estar haciendo. Le asegure que conocía un poco sobre la situación y que mis dudas e inseguridades estaban despejadas y sabía lo que quería.

El amor verdadero es una oportunidad única que por ningún motivo debemos dejar escapar, estaba seguro de eso y aún mas importante sabía a lado de quien deseaba experimentar ese amor sin importarme ninguna otra cosa, estaba listo para luchar para poder ser feliz y hacerlo sentir la persona mas dichosa del mundo.

No había motivo para seguir esperando, le dije que desde el primer momento en el que nos vimos cada respiro y cada latir de mi corazón le pertenecían, el ver su mirada me hacía feliz y sus labios me producían la mejor sensación que había experimentado. Deseaba estar junto a él  para siempre y poder compartir mi vida y que compartiera la suya conmigo, parte esencial de una buena relación es el apoyo incondicional y no importaba los problemas que surgieran juntos los íbamos  a superar. No espere mas tiempo, no tenía ninguna razón para postergarlo, vi sus ojos y le pregunte si sería mi novio y me permitiría amarlo por quien era.
Unas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos y me respondió que si, nunca me había sentido tan feliz y nos dimos el mejor beso de nuestra existencia, fundiéndonos en uno solo, nuestros corazones estaban sincronizados y latían al mismo tiempo.

Todo lo que había vivido valía la pena para poder llegar a ese momento, al oír que si quería tener un noviazgo conmigo una descarga de energía se apodero de mi y me lleno de dicha y alegría, era un hombre nuevo desde ese momento y cada uno de los latidos de mi corazón eran por él, todo lo que haría a partir de ese momento sería pensando en su persona, nuestro amor me transformaría en un mejor ser humano y buscaría su felicidad en todo momento, nunca mas estaríamos solos.

La cena fue mejor de lo que esperaba, cuando el amor es correspondido hasta las experiencias mas simples y comunes se transforman en maravillosas e irrepetibles. Me pregunto si en verdad estaba seguro de querer estar con él, en especial luego de saber su situación, le asegure que no era un motivo para separarnos pues había investigado lo suficiente para saber que podíamos vivir como cualquier otra persona y tener una relación sin restricciones, pero siguiendo los cuidados pertinentes y teniendo un apoyo mutuo.

Una vez que terminamos continuamos hablando pues quería asegurarse de mi decisión y yo quería saber mas a fondo sobre su situación personal, no lo veía como una enfermedad, era una manera nueva de vivir la vida la cual le invitaba a ser mas saludable. Me dio gusto saber que ya seguía un tratamiento médico, el cual marchaba bien, en un par de semanas tendría un nuevo estudio para ver si ya se encontraba como indetectable, le di un beso en sus manos y le dije que esperaba que así fuera y luego le pedí que me acompañara para poder tomar un tratamiento preventivo. Yo lo cuidaría y esperaba que me protegería, ambos estaríamos bien y tal vez mas adelante nos tocaría ser testigos de una cura.

Para cuando nuestra cena terminó y decidimos bajar sus primas y mis amigos nos esperaban para saber como nos fue durante la velada, sonreímos y les indicamos que desde ese día pasábamos a ser oficialmente novios, las muestras de afecto y felicitaciones no se hicieron esperar, me dio gusto ver su apoyo y que compartían nuestra alegría.

Axel: El universo te escucha.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora