The Infection

Capítulo 22 - El origen, y el fin

Jaló el gatillo. Era un día para el olvido. Quizá fue débil al hacerlo, pero, el mundo está así, ¿Qué podemos esperar de él? Efectivamente, no me disparó a mí, pero acabó con su vida, y quizá no sólo por la situación de Riley, quizá por todo, pero, en un mundo así, sólo los más fuertes sobreviven.

-Mierda. Mierda. Mierda. -Susurré, después de dejar de estar en shock por lo que había visto-.

Dylan y Laura, al escuchar el disparo, corrieron hacia donde estaba yo, y, al llegar, se dieron cuenta de lo que había pasado.

-¿Qué pasó aquí? -Exclamó Laura, quien comenzaba a tornarse asustada y exaltada por lo que estaba viendo-.

-Se quitó la vida, evidentemente. Traté de detenerlo, pero fue inevitable, estaba decidido. –Dije de manera pausada-.

Mientras todo pasaba, Andrew arreglaba el auto.
Eran dos cuerpos los que debíamos enterrar, dos personas que, sin duda, nos harían falta. Uno más que otro, pero, en un mundo así, cada persona cuenta, y valen demasiado los que eran como ellos. Eran buenas personas.
Preparábamos todo para enterrarlos, y, lo hicimos, pero no pudimos con Riley, no lo haríamos, ella pidió que no viéramos ni siquiera su cuerpo muerto. Decidimos respetar a Riley y a su decisión, y en nuestra inocencia, la dejamos allá, sin mirar si quiera si estaba aún o no su cuerpo.

-¿Y ahora qué con... -Andrew me interrumpió-.

-¡¡Chicos, vengan, por favor, tienen que ver esto!! –Gritó Andrew-.

Nos incorporamos, y fuimos. Nos mostró algo, y era que el panorama estaba lleno de Z que venían en nuestra dirección. Estábamos en un bosque desconocido, quizá sin una salida visible, así que teníamos que ser inteligentes a la hora de movilizarnos.

Los Z estaban cada vez más cerca, nosotros no hacíamos nada, quizá porque no terminábamos de asimilar lo recién ocurrido.

-Hey, no podemos quedarnos aquí, ¡Vamos, corran! -Gritó Andrew-.

Dejando el auto ahí, dimos vuelta y, salimos a correr. No sabíamos a dónde íbamos a parar, sólo corríamos.
Un milagro nos salvó de nuevo. Me tropecé con algo, y al levantarme y ver lo que era, noté que había una compuerta, así que rápidamente la abrí y, había unas escaleras.

-Muchachos, oigan, miren esto. Tenemos que entrar, no tenemos otra opción. -Les dije, mientras señalaba y abría del todo la compuerta-.

El momento de peligro ya había pasado.
Todo estaba muy oscuro abajo.

-¿Pueden ver al..? -Alcanzó a decir Dylan-.

De repente, al caminar a la nada, se encendieron las luces, y una voz de computadora nos dio la bienvenida.
Estábamos muy sorprendidos. ¿Qué era esto? Pues bien, podía ser un laboratorio, o, quizá un búnker, porque al parecer estos se volvieron normal ahora con el apocalipsis. Ya nos daríamos cuenta.
Nos calmamos entonces, y tomamos un pequeño respiro. Mirábamos muy sorprendidos todo, cada detalle del lugar que estuviera visible a simple vista.
Era realmente un gran lugar.
Fui directo al centro de control del lugar, mientras que, Andrew y Dylan, fueron a investigar el resto del lugar.

-Oye, detente. -Dijo Laura, y me sostuvo del brazo-. No sabes a dónde vas.

Ignoré lo que dijo. Estaba animado, y con curiosidad. Seguimos caminando, y llegamos al centro de control. Me senté en una silla, frente a la computadora.
Esta misma me saludó, así que, empecé a hacerle preguntas.

-Computadora, ¿Qué es este lugar?

-Este pequeño pero acogedor lugar es uno de los cientos de búnkeres existentes esparcidos en todo América. -Respondió-.