Capítulo 25 - Soluciones, y más problemas

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Esto era casi que normal en mi supervivencia, un día me pasaba algo, y despertaba mucho tiempo después.
Desperté. Efectivamente había pasado mucho tiempo, creo.
No estaba en ningún centro médico, y no estaba conectado ni nada. Por el contrario, me encontraba en una especie de sala, pero, era muy grande.

-¡¿Hay alguien ahí?! -Grité, para que viniera alguien-.

Llegó Laura, estaba entre asustada, y emocionada.
Yo mientras tanto tenía muchas preguntas al respecto, y no sabía qué pensar. No sabía qué preguntar, no sabía nada.

Decidí preguntar, tenía que hacerlo, y lo hice cuando ya estaba con la mente más despejada.

-¿Cuánto llevo así? -Pregunté, mientras agarra el brazo de Laura-.

-Cin... tan sólo cinco días. -Respondió ella, mientras me miraba de pies a cabeza por alguna razón-. Estamos en el centro de control al que debíamos de llegar, en Rusia.

-Me pierdo unos días y no disfruto nada de esta travesía.

-Pero, no estamos solos, cosa que siempre creímos. Y, no fuimos nosotros quienes te salvaron la vida.

Me senté en la camilla, y puse atención.

-Fue una chica. Una chica un poco rara. Te encontró, inconsciente, y por alguna razón ella supo que no venías solo. Contactó con nosotros por radio, por tu radio, y acudimos al lugar. El resto ya lo debes de suponer.

Aún tenía muchas preguntas, pero preferí quedarme con la duda. Vi mi cuerpo, y noté que en ciertas partes tenía quemaduras, cosa que ocasionó la radiación en su momento. Era muy raro todo.
Laura me ayudó a parar, me puse mi ropa y salí a explorar el lugar.
Salimos de aquella sala cogidos de la mano.
Era muy grande, tenía de todo, muy parecido al otro refugio en América, pero éste tenía más.

-¿Y los chicos?, ¿Dónde están? -Pregunté-.

Laura agarró su radio. -Chicos, nos vemos en diez minutos, en la terraza.

¿Terraza? Pues, resulta que sí, este lugar servía como casa, búnker, lugar para reuniones, etcétera.

El frío era increíble, y caía nieve. Fue entonces cuando Laura me llevó a un lugar donde había ropa por montones, y me pasó una chamarra, botas, pantalón, y guantes para el frío.

-Jamás creí que estos nos fuera pasar. -Dije-.

-¿Te refieres al apocalipsis?

-No, eso ya no me sorprende. -Sonreí-. Me refiero a, estar en estas circunstancias. El tener la responsabilidad y la posibilidad de salvar el mundo.

-Es raro, pero, yo quería esto. Quería que el mundo se acabara, y mira, qué irónico, porque ahora haré parte de las personas que lo salven. -Dijo Laura, bajando la cabeza-. Oye, vamos con los chicos, no saben que despertaste.

Llegamos a la terraza, y aún no había nadie. Caminamos entonces hasta llegar a unos muebles, y nos sentamos. Llegaron Philip y Briana primero, quedando en shock cuando me vieron, se acercaron y, me abrazaron.

-Creí que las quemaduras y la puta radiación te iban a matar. -Dijo Philip, mientras me abrazaba-.

-No te vas a deshacer de mí así de simple. -Le dije, tocando su hombro y sonriendo-.

Luego llegó Dylan junto a Andrew, e hicieron lo mismo, pero, luego entró una chica.

-Debes de tener muchas dudas, empezando por querer saber quién soy, pero creo que ella ya te lo dijo. -Dijo ella, refiriéndose a Laura-. Me llamo Alisson. Y, para que no preguntes ni hagas nada, soy doctora, o algo así, y tengo noticias para ti, Miguel.

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