Lo primero que los tipos hicieron al vernos, fue sacar una pistola, la recargaron, pero nosotros fuimos más rápidos, y pudimos quitárselas para que no nos hicieran nada, o bueno, nada con armas de fuego.
Lo siguiente que hicieron fue gritar, lo cuál alertó a los otros, e hizo que se formara un alboroto. En medio del escándalo, Laura y yo sacamos una pistola y disparamos a las cabezas de estos dos tipos que se nos aparecieron por atrás.
Se escuchaban disparos, incluso uno casi me da en la cabeza.
No teníamos para dónde ir.
Decidimos entonces separarnos. Todo lo hicimos de forma muy sigilosa.
Laura por un lado, yo por el otro. No veíamos nada. No sabíamos dónde estaban los tipos. En eso, suena una alarma, y por un megáfono alguien dice:"Necesitamos refuerzos. Se han infiltrado enemigos, repito, se han infiltrado enemigos."
Así que los tipos estos se dejaron ver para salir corriendo, pero entonces, Laura le disparó a uno de ellos en la pierna, dejándolo casi inmóvil. El otro, por desgracia, alcanzó a escapar.
Teníamos que actuar de forma muy rápida.
Antes de que pudiéramos salir de esa habitación, entraron otros dos tipos, con los que tuvimos que pelear.
Uno para cada uno.
Traté de tumbarle el arma, lo que hizo que se generaran disparos al techo, lo que generó daños arriba. Le tumbé el arma al final, y él la mía, así que peleé con un cuchillo que tenía guardado en un costado del cinturón. Forcejeamos, lo empujé, y caí sobre él, con el cuchillo a punto de clavárselo en la cara, pero él hizo un movimiento, y el cuchillo se me clavó en la mano. Muy adolorido me lo saqué tan rápido como pude, y mientras el tipo se incorporaba, se lo clavé tres veces en la cabeza.
A Laura le había ido mejor, por lo menos al principio, porque se supo defender, dejándolo desarmado. Pero el tipo era muy grande, y al final, se intentó llevar a Laura cargada.
Lo impedí.
De algo me tenía que servir que antes de todo esto, practicara con armas de caza, y en este caso, supuse que sería lo mismo con un cuchillo. Le lancé un cuchillo al tipo, el cual rozó la oreja de Laura, pero se clavó en un ojo del hombre. Laura se quitó de ahí. Arrancó el cuchillo, y se lo terminó de hundir en el ojo.
Los dos estábamos ensangrentados.-Tendrás tus dudas, pero decirte que mientras estaba en el búnker, aprendí algo de defensa personal, y, no es por alardear, pero también un poco de boxeo. -Dijo ella-.
Recogimos nuestras armas, y les quitamos las municiones a las otras armas que eran de los hombres.
Habían muchas más personas que querían matarnos en este lugar.
Teníamos que hacer esto solos.
Corrimos sigilosamente hacia las escaleras, y de ahí trataríamos de bajar hasta llegar a la primera planta.
Cuando entramos en el piso de abajo, oímos una voz que decía:"Revisen este piso por completo, el de arriba ya está siendo registrado y el de abajo igual, ¡Ahora!"
Y así fue.
Tuvimos que entrar en una sala de computadoras para intentar escondernos.
Los tipos estaban registrando cada habitación, cada sala de este piso.
No podíamos movernos ni hacer ruido. Laura se encontraba en una esquina, yo en otra, los dos detrás de una mesa donde según nosotros, no nos podían ver.
Por las voces que se oían, supuse que eran más o menos 5 personas.
Todo estaba oscuro.
Las luces de las linternas de ellos eran lo único de luz que había.
Entraron dos tipos al cuarto donde estábamos nosotros.
O los atacábamos silenciosamente, o nos mataban.
Al final no pasó ningún de las opciones.
Yo, sin querer, hice que mi zapato rechinara, lo que claramente hizo que los dos tipos se fijaran en el lugar donde estaba yo, pero para mi suerte, una rata apareció, y los tipos la pudieron ver, así que, estando ellos a menos de un metro de mí, no pudieron verme y se dieron vuelta atrás.
Cuando volteé, Laura ya no estaba en esa esquina.
Miré por todas partes sin poder moverme, y cuando me di cuenta de dónde estaba, me sorprendí demasiado. El susto no había pasado por completo. Laura se había parado, estaba detrás de los tipos, sacó su pistola con silenciador, y disparó a las dos cabezas. Lo que ella no vio, fue que sólo le dio a uno, porque el otro tenía casco. Inmediatamente, el tipo se agachó a atender a su amigo, y acto seguido agarra su radio y alerta, entre lágrimas, al resto de sus compañeros.
Laura se agachó de nuevo y vino hacia mí.
Mi cara lo decía todo. Laura se perdonó conmigo por haberlo hecho sin necesidad alguna, sabiendo que ellos ya se irían de ahí.
Pero, ¿De qué sirve? Cada acto tiene su consecuencia, y en este caso pudo haber hecho que acabaran con su vida y con la mía.
Llegaron todos los compañeros de ellos ahí, todos a menos de dos metros de nosotros.
La adrenalina del momento era... hermosa.
Nos dimos la vuelta. Agachados.
Saqué una bomba aturdidora y la lancé al lugar donde estaban ellos.
Laura y yo nos tapamos los oídos y salimos corriendo. Pero, uno de los tipos estaba bien, estaba lejos del lugar de impacto de la bomba y no le pasó nada.Me disparó en el hombro, y comencé a desangrarme. Laura se dio media vuelta y le disparó en la mano, haciendo que soltara el arma y quedara herido.
Corrimos.
Bajamos las escaleras y llegamos a la primera planta, donde estaba el resto.
Un dato que en ningún momento di hasta ahora, es que eran militares.
Ahora otra cosa, ¿Cómo era que aún existían militares? ¿Por qué nunca nos brindaron ayuda cuando empezó todo?
Estábamos rodeados. Teníamos que darnos por vencidos, eran demasiados y claramente estaban mucho mejor armados que nosotros.
Estábamos escondidos detrás de una pared.
En eso, nuestro viejo amigo Santiago aparece. Santiago tenía una comunidad, y supuestamente nos ayudaríamos, pero nunca nos volvimos a ver.
Santiago llevaba uniforme, lo cual fue demasiado raro, porque él era un civil que lideraba una comunidad, así como nosotros, no ningún militar.
Salieron los militares con sus compañeros heridos. Al final, Laura no mató a nadie. Le dio en la cabeza, pero "afortunadamente" no lo mató.
Ellos tenían camiones, y autos.
Decidimos encontrar el momento perfecto para infiltrarnos en dichos camiones.
Le dimos vuelta a esa pared donde estábamos escondidos.
Todos se habían subido a sus vehículos.
Adentro de este sitio aún había cosas, desde medicamentos hasta alimentos, así que teníamos que tomar una decisión. O nos infiltrábamos y nos inventábamos algo al llegar a la base de estos militares, o nos quedábamos acá, explorando el lugar y, quizás, encontrar la forma de comunicarnos con nuestros amigos.
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The Infection
PertualanganUn grupo de chicos se ven envueltos en lo que vendría siendo "El fin del mundo" debido a una enfermedad que vuelve zombies a los infectados. De la noche a la mañana dejan de vivir una vida normal, para iniciar con el fin. Tendrán que pasar por mucha...