Capítulo 24 - Acción

1.2K 50 20
                                    

Era hora de hacer algo, no podíamos quedarnos ahí frente a todos esos Z. Por en cambio, era hora de irnos, teníamos que salir directo a Rusia, pero, hacía falta gasolina, y, alguno de nosotros tendría que saber manejar un avión como mínimo.
Teníamos que salir de ahí, para ir a casa por la gasolina y el resto de armas, y claro, provisiones, medicamentos, y comida para el viaje.
Cuando ya estaban acabando con Félix los Z, prendí otra bengala, y la lancé para distraerlos, cosa que funcionó por el momento.
Corrimos como pudimos hasta llegar al auto, y, salimos para casa por las cosas.

-¿Te encuentras bien? -Le pregunté a Laura agitado-.

-Sí, sí. Lo estoy, aunque es raro saber que... tú sabes. –Afirmó ella cabizbaja y un poco triste-.

La acerqué a mi hombro, y le besé la cabeza.
Llegamos muy acelerados. La gente de casa nos veía raro, pero, nadie podía saber sobre esto, no por ahora. Entonces, cuando iba a ingresar a mi dormitorio, mientras Laura empacaba algunas cosas, unos chicos me frenaron.

-Miguel, señor, queremos manifestarles nuestra preocupación. Es complicado, pero siento que algo está pasando.

-Dime Miguel, así solo. ¿Cuáles son sus nombres? -Pregunté amistosamente-.

-Mi nombre es Logan, y ella se llama Paulina. Somos pareja.

-Entonces, chicos, no hay nada de qué preocuparse. Todo estará bien, se los prometo. ¿Por qué temer?

Se veía que eran muy tranquilos, relajados, pero, estaban aún preocupados. Ellos se fueron, y yo dejé de hacer lo que iba a hacer, y, decidí ir a la oficina, donde seguro encontraría el perfil de los chicos. Dylan se interpuso.

-Hey, tengo que volver a mi casa. Debo de ir por algunas de mis cosas. No me demoro. E, iré solo.

-Dale, está bien. Pero nos iremos sin ti si en dos horas no has llegado. –Le dije de manera seria-.


Revisé todos los papeles de la gente que vivía acá, hasta que por fin encontré el perfil de estos dos chicos, y, me di cuenta que realmente eran buenos chicos. Eran pareja, y, habían llegado hace 'bastante' a la comunidad, así que, tomé la decisión de empacar las cosas para salir, y luego hablaría con ellos sobre todo esto. De hecho, con todos lo haría.
Salí de la oficina directo a la habitación.
Laura estaba ahí, empacando sus cosas. Se veía un poco asustada, así que me senté a su lado, y dialogué sobre todo esto que estaba pasando. Ella era muy sensible, pero, era perfecta para mí, tenía su lado valiente, que era el que más mostraba, pero, detrás de ese lado, estaba el sensible, ese que le daba un equilibro. Después de un rato, se tranquilizó.

Todo saldría bien siempre y cuando el avión despegara y, claro, no nos deje en mitad del océano.
Teníamos todo listo para salir.
Salimos y, subimos al auto. Cuando estábamos por irnos, llegó Dylan, y, nos fuimos por fin todos.

-Chicos, es complicado, lo sabemos todos, y es muy arriesgado, y sí, quizás vamos a morir, pero es algo en lo que todos los presentes estuvimos de acuerdo. Y, además, es necesario. -Dije, tratando de dar motivación-.

-Juntos, así lograremos que las cosas salgan bien. -Agregó Philip-.


Llegamos al aeropuerto.
Subimos todas las cosas al avión, pero, nos faltó un detalle muy importante, y era que habíamos omitido el hecho de que existían Z, y que estábamos rodeados de estos.
Cuando Philip llenaba de gasolina al pequeño avión, fue cuando nos acordamos de ellos, y, ya venían varios de estos por nosotros, así que le grité a Philip que subiera rápido, pero, ese no era el único problema, ya no había tiempo y, la puerta del avión aún estaba dañada. Sólo necesitaba ajustarse, pero las herramientas estaban en la parte de atrás del avión, y, no quedaba tiempo.
Philip subió.
Tapamos como pudimos la puerta, sin dejar que estos Z entraran, hasta que Dylan trajo las herramientas, y pudimos arreglar la puerta. Recordando que, este era un avión pequeño, sólo había tres asientos en cada fila, en cada lado.
Fui al asiento del piloto, y me dispuse a manejar el avión, ¿Que si sé manejar uno? Si un videojuego de simulación vale, claro que sí.
El avión encendió, y ya todos estábamos arriba, con la única misión de salvar el mundo, eso sólo si lográbamos cruzar el océano.
El avión arrancó.
Todo ya estaba listo, nuestro destino era Rusia.

-Ok, ok, tú puedes, tú puedes. -Me repetía a mí mismo-.

Todo se calmó, parecía que todo estaba yendo de maravilla y, así era.
Era un viaje largo, de más o menos 12 horas, así que los chicos decidieron dormir.

Pasaron un par de horas para que el miedo penetrara en mi mente.
Había mucha turbulencia. El océano ya se veía.
Pasaron las horas y, Laura despertó, y fue a sentarse a mi lado, en el puesto de copiloto. Su compañía hizo que el tiempo se pasara más rápido.
Nos quedaba poca gasolina, pero, según mis cálculos, estábamos cerca de Rusia. Según el mapa, estábamos llegando a Kiev, Ucrania.
El motor empezó a sonar raro, lo que hizo que los chicos despertaran, y una luz roja lo empeoró todo. Traté de comunicarme con torre de control, pero no recibí respuesta, ya me cansaba de llamar y no obtener respuesta. Nos estábamos quedando sin gasolina, y el avión empezaba a fallar. Subía y bajaba, hasta que por fin me contestaron, pero era otro idioma, y al hablar español, la persona entendió, y me dio indicaciones. Había un aeropuerto cerca, el de Kiev, pero, el avión iba casi que en picada, pero por suerte para nosotros, habían paracaídas en el avión, y nos los pusimos, agarrando nuestras cosas, armas y alimentos. Abrimos la puerta, y uno por uno fuimos saltando.

Según el mapa, nos habíamos ya alejado del dicho aeropuerto, y para nuestra desventaja, el avión indicó radioactividad. En eso, cuando iba a tirarme, recordé que en la cabina había un sensor de radioactividad, lo que quizá nos ayudaría en algo.
Salté con arma y provisiones en mano. Me colgué lo que pude, y liberé una mano. Ya ellos habían caído, un poco lejos de donde yo estaba, entonces, me llamaron por radio, y contesté, estaban más o menos a 1 kilómetro de donde yo estaba.

Salté. Fue una experiencia que sinceramente quería cumplir, aunque no en estas circunstancias.
Aterricé.
Había unos cuantos Z, pero no quise disparar para no atraer más de estos.
El aire era un poco tóxico, y ahí fue cuando me puse a pensar, a analizar todo esto y, llegué a la conclusión de que estaba en Chernobyl. El aparato indicaba que en el aire había 0,7 de radioactividad.

Llamé a los chicos por radio.

-Oigan, algo me dice que caímos en Chernobyl. El aire lo siento diferente aquí.

-¿Tienes tu máscara de gas contigo? -Preguntó Philip-.

-Ay, mierda, la dejé en el avión.

Cada vez me sentía peor, pero, para llegar a donde estaban ellos, tenía que pasar por un sitio con gran porcentaje de radioactividad.
Esta aumentó, ahora estaba en 7,2 y, cada vez aumentaba más, estaba casi que acabando con mi vida, no me sentía muy bien, y el clima estaba nublado. Se escuchaban algunos Z, pero no aguanté más, y caí.

 Se escuchaban algunos Z, pero no aguanté más, y caí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
The InfectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora