Capítulo 29 - Destrucción

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No era una opción. Sí o sí salvaría a Laura. Ella no quería matar a nadie, pero las circunstancias no daban para otra opción. Tenía que defenderse. Sacó su arma y le disparó en la cabeza a uno de los que la quería atacar.

Corrí hacia ella, y con un hacha partí las cabezas de todo aquel que quisiera hacerle daño, hasta que llegaron tipos con armas de verdad. Nos encontrábamos escondidos detrás de un árbol. Félix gritaba por ayuda.
Se me olvidaba que Philip y Briana estaban acá. Aparecieron ellos para ayudarnos, al igual que Nicholas y Derek. Estos últimos fueron a desatar a Félix, pero cuando hicieron eso, un disparo enemigo le dio a Nicholas en la pierna, lo que hizo que cayera al suelo inmediatamente. No teníamos casi opciones. Nos superaban en número.

Lancé entonces unas tres bombas de humo.
Pude ir por Nicholas, mientras Derek aprovechaba para desatar a Félix.
Mientras tanto, Philip y Briana nos señalaban el lugar a seguir para poder escapar.
Yo llevaba cargado a Nicholas, pero él se desangraba de una manera muy fea.
Subimos al auto, pero un disparo de ellos me dio en la espalda, en un costado de esta, y el dolor fue insoportable. Ya éramos dos los que sangrábamos.
Salimos directo a casa.
En el camino se nos cruzó otro auto, una camioneta, e hizo que nos estrelláramos contra ella. Justamente pasábamos por un puente. La puerta por donde estaba yo se abrió, e hizo que cayera al agua. La corriente me llevó. Pude ver destellos de balas que impactaban los autos. Mis ojos se cerraron. Me ahogaba.
Me desmayé por la falta de aire.
En ese estado de inconsciencia, pensé que moriría y que nunca más podría ver y hablar con las personas que más quería, y sobre todo, a Laura.
Nuevamente me aferraba a ella.
El ser humano puede llegar a un punto en el que sólo quiere vivir por una persona, ¿Que si es malo? Para mí no lo es. Para mí eso es amor.
Desperté.
Estaba en la orilla del mismo río, pero mucho más abajo. No había nadie. Estaba en un bosque, era muy lindo. Estaba solo. Alguien me había ayudado a llegar hasta aquí. Mi buen estado se lo debía a alguien.
Me paré. Pude ver cómo una persona a lo lejos se desvanecía entre la poca neblina que había.
Corrí hacia él o ella, pero al llegar a donde se suponía estaría, no había nadie.
Escuché varios Z venir, así que tenía que abandonar la búsqueda.
No tenía nada para defenderme, a excepción de una pequeña pistola y un cuchillo.
Caminé río arriba, en busca del puente y de mis amigos.
Maté a varios Z en el camino.
Llegué al puente, y subí.
Ahí estaban los autos, pero no habían personas. Escuché un par de Z. Revisé preocupado pensando que por desgracia uno de mis amigos ya no era el mismo, pero me equivoqué, el Z no se me hacía familiar, así que por ese lado me tranquilicé.
Había algo muy raro, y era que algunas de nuestras cosas y armas aún estaban ahí, lo que me hizo pensar que quizás mis amigos tuvieron que huir por alguna razón.
Recogí mis cosas y armas.
Los llamé por radio, pero no respondían.
Después de insistir por más de media hora, meintras estaba sentado en la carretera del puente, me respondieron. No se les escuchaba muy bien. Les entendí que necesitaban ayuda, que los habían llamado de casa y necesitaban ayuda urgente. Agregaron que Laura había ido a buscarme. Fue ahí que me preocupé.
Comencé a llamar a Laura a gritos, pero nadie respondía, y no escuchaba nada.
De repente, alguien detrás mío me tapa la boca. Me asusté, no sabía quién era. Saqué mi cuchillo lentamente, y me volteé para acabar con la vida de alguien.

Era Laura, alcancé a retractarme de lo que iba a hacer. Solté el cuchillo y la abracé.
Nos quedamos por un buen rato ahí, abrazados con ganas de que nunca acabara ese momento.
El ruido que provoqué, hizo que varios Z escucharan y vinieran a por nosotros. Teníamos que salir de ahí.
Nos dirigíamos a casa, pero no teníamos vehículo, así que nos tocó correr.
En casa estaba pasando algo.
Después de quince minutos de estar caminando y corriendo, llegamos a casa.
Estaba en shock, no podía creer lo que veía.
El lugar estaba en llamas, todo en llamas. No podía ver a nadie, pero por el ruido de fondo de la llamada por radio, supuse que nuestros amigos estarían adentro.
El fuego cada vez se expandía más.
Entre el fuego salió alguien, salió Félix cargando a Briana. Corrimos directo a la entrada. Félix dijo que quedaban muy poco vivos.
Laura se quedaría afuera, yo entraría y le ayudaría a Félix a sacar a todos los que pudiéramos.
Entré y fui guiado por Félix.
Laura no cumplió con el plan, y decidió entrar con nosotros. Encontramos a los chicos. Laura cargó como pudo a Alisson, Félix a Philip, y yo a Nicholas. Los sacamos. Habían explosiones, teníamos que apresurarnos. De nuevo entramos y sacamos a Derek, y a Andrew, y a todos los que se alcanzaron a salvar.
Estando afuera, sin mucho oxígeno, recordé a Emma y a Chloe. No dije nada y simplemente entré corriendo a buscarlas. Félix me siguió el paso.
Las sacamos, pero el lugar se caía. Yo no podía seguir. Félix iba con Emma adelante de mí. Solté a Chloe, y le dije que por favor continuara sola, que yo no podía más, que ya no tenía oxígeno, pero ella se negaba. Adentro sólo quedaba yo. Chloe al final salió corriendo como pudo. Mi vista se nublaba. Un pedazo de techo ardiendo me cayó encima. El dolor y la desesperación eran horribles.
Ya no era tan consciente.

Entró alguien, creo que era Laura, y me ayudó a pararme.
El techo y el lugar se caían.
El techo cayó sobre nosotros, y nos desmayamos por el impacto.
Desperté asustado. Sólo me importaba saber que Laura estaba bien. Ella estaba ahí.
El calor era horrible. Estábamos vivos, pero en estas circunstancias era mejor no estarlo.
Laura se despedía. Ella quería morir y quizás lo conseguiría. La detuve, aunque parecía estar decidida. Si ella se movía, acabaría con su vida. Le dije la verdad acerca de todo lo que sentía y representaba ella para mí. Ella se sensibilizó.
Necesitábamos ayuda.
Nuestro fin estaba tocando la puerta.
Escuché una explosión. Cerré mis ojos. Laura lloraba.
Escuché un extintor, y así era. Alguien nos estaba ayudando. Levantaron el techo caído y nos ayudaron a parar y a salir.
Corrimos como pudimos hacia la salida.
El oxígeno llegó poco a poco a nosotros.
El lugar explotó poco después de nosotros haber salido. Ya era de noche.
Llegaron unos camiones, abrieron las compuertas de estos y de allí salieron demasiados Z. Éramos muy pocos para tantos. Nuestro fin estaba siendo firmado.

 Nuestro fin estaba siendo firmado

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