XIII

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Jimin se despertó con una energía que no acostumbraba. Tomó su teléfono y marcó el número de Jungkook, se lo había pedido el día anterior en la cafetería.

-¿Si? -Lo escuchó adormilado del otro lado de la línea.

-Levántate dormilón, no querrás llegar tarde hoy también. -Escuchó un murmuró sin sentido como respuesta que lo hizo reír -ve a ducharte, eso va a despertarte, si no lo haces ahora no vas a tener tiempo de desayunar.

-Hyung -la voz ronca del menor envió escalofríos por su piel.

-¿Si?

-Cinco minutos más.

Jimin rió entre dientes -no Jungkookie, no quiero que vayas sin desayunar otra vez, ayer tuvimos suerte de poder ir a una cafetería, pero no sabemos si hoy será igual.

Escuchó un quejido similar al llanto de un bebé y esperó conteniendo la risa -está bien, te veo allá.

-Ve a ducharte, no me hagas llamar en cinco minutos para comprobar que sigues en la cama.

-Ufa -se quejó, había sido descubierto.

-Te veo allá Jungkookie.

Se duchó, arregló y desayunó rápidamente. Riendo con su café en la mano cuando su teléfono vibró y comprobó que el menor le había enviado una foto de su propio desayuno con el título de "pruebas de que estoy despierto".

Caminó hasta la empresa, pues no vivía muy lejos y de repente se dió cuenta de que sólo quedaban tres días para que la semana termine. Setenta y dos horas para volver a las calles en busca de trabajo, asistiendo a innumerables reuniones donde siempre sería rechazado por su falta de experiencia.

Sumido en sus pensamientos se dispuso a cruzar la calle frente al edificio donde trabajaba temporalmente, cuando un auto a toda velocidad casi lo atropella. La puerta del conductor se abrió y estuvo por insultar a la persona que salió hasta que lo reconoció.

-Señor Kim -dijo en lo que pareció más un susurro.

-¿Te conozco? -Dijo con aire de superioridad.

-No, soy sólo uno de los postulantes para su empresa. -Miró al hombre pero no respondió, como si nada de aquello le importara- debería aprender a conducir.

-¡Eres tú quien cruzó sin mirar!-rugió enfadado.

-Si miré, pero usted venía a una velocidad tan alta que no lo vi aparecer hasta que estuvo encima mío. -Estaba furioso, lo único que impidió que golpeara al tipo fue la vista de cierto muchacho que lo esperaba con el seño fruncido en la puerta de la empresa. El señor Kim siguió su mirada hasta encontrar a Jungkook, pero rápidamente volvió a su papel de idiota, atacándolo.

-¿Qué quieres, chantajearme para obtener el puesto?

Jimin lo miró consternado, cada palabra que salía del tipo incrementaba su ira -no, quiero que evite atropellar a las personas cuando está detrás del volante, que tenga un buen día.

Caminó rápidamente hasta entrar en la empresa junto con Jungkook.

estereotipos || JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora