Capítulo 8

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De pronto vi como ella salió triunfante de la mano de Ichigo, quien aun tenía la mirada perdida.

Verlos fue como un balde de agua fría, una patada justo en el hígado y se dirigió a la salida y ella hacia donde estábamos nosotros.

-Riruka...- saludo Kaien con cara de pocos amigos.

-Hola Kaien- dijo con su vocecita empalagosa -tanto tiempo sin vernos.

-No el suficiente- susurro Uryu a mi oído y yo contuve una risita

-Uryu- volvió la mirada hacia el y yo, me inspecciono de pies a cabeza -veo que al fin te conseguiste una... noviecita- su últimas palabras las dijo despectivamente.

-Te equivocas- le aclaró -desafortunadamente Rukia no es mi "noviecita"- una sonrisa se plasmó en su cara como imaginando el efecto que causarían sus siguientes palabras -ella vino con Ichigo.

La sonrisa sínica de su rostro desapareció

-¿Con Ichigo?- preguntó alarmada y me miró a mí. Me sentí triunfante, aunque sabía que no existía motivo alguno. -Entiendo, ahora lo hace de niñero- dijo la barbie recuperando su pose de odiosa.

"Perra" pensé con mi lado más oscuro para mis adentros.

-Mejor niñas que putas- dijo Kaien, me sorprendió su lenguaje, pero no lo culpaba, merecía más que ese sutil insulto, quizá unos golpes en su cara, sí, eso sonaba bien.

-E imagino que tú sigues con la peluquera- se defendió ella refiriéndose despectivamente de la novia de Kaien.

Eso despertó mi furia, hacia ella y hacia Ichigo, como él podía no darse cuenta de la clase de chica con la que estaba. Era detestable, ahora comprendía porque a sus hermanos no les agradaba, a mi no me agradaba y la conocía unos minutos.

-Pues...- finalmente abrí la boca -mejor peluquera que puta.

Uryu ahogo una carcajada y Kaien me miró agradecido, ella solo puso los ojos en blanco ante su falta de argumentos.

Ichigo entró nuevamente y se dirigió hacia nosotros, Riruka intento tomarle del brazo pero él la esquivo sutilmente.

-Amor- dijo Riruka con voz de niña mimada -que bueno que regresas...

-La fiesta terminó- continuo sin dar mucha importancia a las palabras de la barbie -Hablamos luego Riruka- le dedico una mirada seca.

-Hermano, pero si aun...- intentó insistir Uryu.

-Dije que la fiesta terminó- dijo cortante y volvió la mirada hacia mi -Vamos Rukia, te llevaré a casa.

Comenzó a caminar dejando a su barbie con cara de insatisfacción, como cuando no se le cumple un capricho a una cría mimada.

Me despedí de Kaien y Uryu, este último me tomo del brazo y me susurró al oído "cuídalo por favor, que no vaya a hacer una locura". Le dedique una mirada de afirmación seguí a Ichigo quien ya estaba casi a fuera del establecimiento con dirección a su camioneta.

Al llegar, él me volvió a abrir la puerta para que pudiera entrar y la cerro, noté como Ichigo se había detenido, justo detrás del carro, estaba de espaldas y vi como paso una de sus manos por su cara.

Yo solamente me le quede viendo por el retrovisor del auto y él solamente se quedo quieto un tiempo para despues dirigirse hacia la puerta del carro. Se subió y puso el motor en marcha, sabía que algo no andaba bien, odie tanto en ese momento a Riruka, recordé sus chispeantes ojos mientras bailaba y reía.

Ichigo empezó a conducir demasiado serio, ahora su mirada estaba cargada de un profundo dolor, sus ojos estaban empañados, pude notar unas leves gotas asomándose por sus ojos, pero él parecía contenerlas, reí en mis pensamientos, ambos éramos unos orgullosos, no dejaríamos que alguien nos viera llorar ¿No?

Querido Profesor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora