Capítulo 32

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—Rukia, ¿Sabes que es esto?— pregunta Uryu mostrando su celular.

—Un teléfono móvil.— respondo.

—Aja, ¿Y para que sirve?

—Para comunicar a las personas.

—Y supongo que tu tienes uno, ¿cierto?

—¿Cual es la finalidad de todo esto? Te estaba contando... Ah ya, olvidalo.— le digo apenada.

—¿Qué tan difícil era tomar el teléfono y mandar un mensaje de texto diciendo que se "abortaba la misión"?

—Lo lamento Uryu, no quería causarte problemas.

—Bueno, no es como que me moleste, pero ahora entiendo más tu malísima actuación de novia.— rie —Pero me gusto visitarlos, tal vez lo haga mas seguido.

—Claro, esa sera la razón oficial ¿No?— le digo riendo.

—¿De que hablas, Rukia?

—Te advierto que es como mi hermana.

—Vamos Kuchiki, ¿Sigues con tus ideas raras?, tienes mucha imaginación.

—Entonces he de suponer que no quieres su numero.— digo encojiendome de hombros.

—Eres un pequeño ser perverso.— bromea.

—¡Vamos, Uryu! Cualquiera se hubiera dado cuenta, tenías tu brazo en mi pero ella tenía tu mirada, y esa mirada es la misma que me da tu hermano.

—Te creí mas racional, Rukia, no me vayas a salir con que ahora crees en cosas como...

—¿Amor a primera vista?— lo interrumpo —Claro que no creo en ello. El amor es mas complejo que solo un vistazo pero, mi querido Uryu, si creo en que grandes cosas suceden después de una verdadera mirada.

Él rueda los ojos, pero sé que ha entendido mi punto, aunque no lo va a admitir.

—Mi hermano te ha vuelto una cursi.— bufa, pero tiene un ligero sonrojo en sus mejillas.

—Pues a ti también te falta alguien que te convierta en un cursi.— bromeo mientras abro la puerta del auto —No es tan malo como creíamos.

—Espera, Kuchiki— dice antes de que cierre la puerta —Ten, las flores son tuyas y recuerda que no solo tienes un novio, ahora tienes un hermano.

Eso último me hace sonreír. Es bueno saber que Ichigo y yo contamos con grandes personas que están dispuestos a ayudarnos.

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—¿Vas a salir?— pregunta mi papa.

Después de que Uryu se despidiera hice rápidamente mis deberes para poder ir a hablar con Ichigo, sin embargo no contaba con que mi papa llegaría temprano del trabajo.

—Voy a la plaza por unos libros y cosas de chicas. Vuelvo pronto, ¿Quieres qué traiga la cena?

—No, yo prepararé algo, ¿Quieres que te lleve?

Pienso en la manera más correcta de declinar su oferta pero afortunadamente el celular de mi papá comienza a sonar.

—No, descuida, estas ocupado yo voy sola.

—Lo siento cariño, no te he prestado mucha atención últimamente.— se disculpa y veo que se esta debatiendo entre contestar o prestarme atención.

—Nada de eso, criaste a una hija independiente, yo entiendo que tu trabajo es absorbente, pero no por eso me dejas de amar y yo de amarte.— me acerco hasta él para abrazarlo —Eres el mejor papá del mundo, y aunque no conduzcas para mi eso no cambiará.

Querido Profesor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora