Epílogo

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—¡Auch!— me quejo —.Eso dolió Hime.

—Perdón pero no te muevas, es un arreglo delicado— dice concentrada en mi espalda.

—¿Y sí solo lo cubrimos con mi cabello?

—Rukia, un vestido así se hizo para lucirse, así que no te quejes... ¿Tienes idea de cuantas chicas matarían por usar un vestido exclusivo de Orihime Inoue?

—Oh, no lo sé. ¿Cuantas chicas le presentaron a Orihime Inoue al amor de su vida?

—Odiosa, te amo.— bromea mientras termina de arreglar mi vestido.

—No puedo creer que me voy a casar.— digo mientras miro mi reflejo en el espejo que esta en la habitación.

—Lo que no puedo creer es que hayan tardado tanto tiempo.

—No, tardamos lo necesario, ni más ni menos.

—Chicas, perdón que las interrumpa pero alguien esta buscando a su mamá.— dice Uryu entrando a la habitación.

Orihime toma a su pequeña hija entre sus brazos y la arrulla, la bebé parece encontrar tranquilidad  en el agarre de su madre.

—Hola mi muñeca.— dice ella con ternura —¿Me buscabas o era tu papá?

—Bueno en eso nos parecemos, no podemos estar ni un segundo sin ti— Hime le sonríe a Uryu y este le da un beso en los labios y uno en la frente a su hija.

—Hermanita— dice prestándome atención —¿Quién diría que la chica del vestido negro que llegó con mi hermano a su fiesta de cumpleaños sería la misma que esta hoy usando ese precioso vestido blanco?

—¿Quién diría que el hermano de mi novio sería el esposo de mi mejor amiga?

—Ustedes dos se están poniendo muy nostálgicos— apela Hime —Amor, salgamos, Byakuya ya viene por Rukia.

Uryu se acerca a mi y me da un abrazo.

—Por cierto, tu novio está que se desmaya de nervios— dice satisfecho —Eso es el karma en él por lo mucho que se burló de Kaien y de mi el día de nuestras bodas.

—Solo asegúrate de que llegue al altar.— le digo un poco preocupada.

—Hermanita, ese hombre con tal de casarse contigo es capaz de llegar arrastrándose. De eso no tienes que preocuparte.

Orihime y él se marchan con su pequeña para ocupar sus lugares en la ceremonia. No es muy grande, Ichigo y yo nos esforzamos por hacerlo un evento íntimo, nada extravagante. La ceremonia será en una terraza muy bonita y el salón del evento quedo precioso.

—¿Estas lista?— oigo preguntar la voz de mi papá. Llegó el momento. Suspiro y giro para verlo. Mi papá me mira con una expresión que jamás olvidaré —Eres la novia más bonita del mundo— dice con lágrimas en los ojos y yo debo alzar la vista para no llorar con él.

—Papá...

—Ay Ichigo, eres un suertudo.— exclama. Yo río pero no decimos nada más, entrelazo su brazo con el mío y acomodo mi cabeza en su hombro hasta llegar a la puerta de cristales opacos, exhalo y le indico a mi papá que estoy lista —Siempre serás mi bebé de dos kilos novecientos gramos con los ojos más curiosos y preciosos del mundo— es lo último que murmura antes de que se abran las puertas y la música comience.

Aquí están todos mis amigos y seres queridos, de pie observándome caminar del brazo de mi papá. Rangiku y su prometido que conoció en la universidad. Renji tan guapo con su traje y junto a la chica que jamás llegué a imaginar ver en mi boda, por lo menos con los años su cara de ardilla luce menos de... ardilla. La felicidad le sienta bien.

Querido Profesor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora