Querido Profesor.

Capítulo 43

—¡Mierda!.— escucho murmurar a Uryu quien llego al último mientras tiraba de la mano de Kon.

—¡Papá!— es lo único que puedo decir. Los ojos de mi padre denotan algo que me prometí jamas volver hacerle sentir... Decepción.

—Byakuya, déjeme explicarle.— inicia a hablar Ichigo, pero esas palabras transforman la decepción de mi padre en furia y veo como se abalanza hacia Ichigo dándole un golpe en la cara.

—¡No! ¡Papá!.— intento detenerlo pero me es imposible.

Él le da otro golpe pero Ichigo no se defiende. Sé que puede hacerlo si quisiera pero se esta dejando golpear.

Uryu y Kaien se acercan a mi padre logrando evitar que le de otro golpe a Ichigo. Yo me acerco a Ichigo y lo ayudo a levantarse, tiene el labio roto.

—Ichigo.— murmuro, mi voz esta a punto de quebrase. Acaricio sus mejillas, me duele verlo asi.

—Tranquila bonita.— me dice él.

—¡Rukia, aléjate de él!.— grita mi papá.

Logra zafarse de los brazos de los hermanos de Ichigo y vuelve a ir contra él. Pero esta vez yo me interpongo entre ellos logrando que el puño de mi padre impacte en mi rostro.

—¡Rukia!— escucho las voces de Ichigo y mi padre que gritan al mismo tiempo.

Isshin, quién había estado callado todo este tiempo toma a mi papá del brazo para evitar un nuevo golpe a Ichigo.

—Detente, Byakuya.  Salgamos de aquí para hablar en otro lado.— dijo Isshin a mi padre y asus hijos, pero le lanzo una mirada furtiva a Ichigo.

Mi papá se acerca a mi, lo noto preocupado y culpable pero no dejo que se acerque a mi.

Miyako se acerca a mi y coloca sus brazos a mi alrededor. No tengo el valor de verle la cara a nadie, especialmente en Masaki, quien aunque no la veo sé que tiene su mirada clavada en mi.

Dentro del salón la gente, ajena a nosotros, disfruta de la fiesta mientras se reparten abrazos y buenos deseos.

—Vayamos a las oficinas, están vacías y ahí podremos hablar mejor.

Dice Isshin y rápidamente todos lo seguimos. Nadie parece darse cuenta de nosotros, cosa que agradezco, pues no se si podría soportar la mirada de tanta gente.

Al entrar a una de las habitaciones Ichigo y yo nos paramos delante de todos ellos. Ichigo me mira y luego coloca una de sus manos en mi mejilla con delicadeza. Se lo que hace, trata de tranquilizar mi miedo aún cuando él esta en la misma situación.

Sabíamos que esto algún día pasaría, no de esta forma, pero quizá en este momento sea lo mejor.

—¡No toques a mi hija!— gruñe mi papá dando un paso al frente pero Kaien coloca un brazo delante de él.

—Ichigo, ¿Podrías explicar que es todo esto y que hacías con esta niña?— pegunta Masaki y su tono denota que esta a punto de la histeria. Ella me esta mirando y siento como quiere estrangularme.

—Pasa que la amo.— responde Ichigo de inmediato mientras me mira a los ojos.

—¡¿Qué es eso de que la amas?!— pregunta Masaki.

—¡¿Rukia?! Explica esto— exclama mi papá interrumpiendo a Masaki.

Yo tomo valor y doy un paso al frente.

—Yo también lo amo, papá.— le digo a mi papá, aunque me estoy muriendo de miedo pero no dejo que mi voz se quiebre.

Ellos niegan con la cabeza y nos miran con decepción, pero Ichigo y yo no nos dejamos intimidar y nos tomamos de las manos dándonos fuerzas mutuamente. Quizá lo mas apropiado sea no hacerlo pero él me hace sentir fuerte y segura de que saldrá bien, al menos eso es lo que espero.