Capítulo 19

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—¡Rukia! mueve tu perezoso ser cariño. No quiero llegar tarde— grita mi papá mientras me estoy cambiando.

—¡No me grites!

—¡No te estoy gritando!

—¡Lo estas haciendo ahora!

—¡Pero es para que me escuches!— se defiende.

—¡Ya te escuche! Deja ya de gritarme.

Desde que mi papá me contó sus planes me he estado comportando como una bestia malcriada, no suelo ser así con él pero creo que es el precio que le hago pagar por llevarme a ese tonto evento y como si eso no fuera suficiente me ha encajado con el hijo de su socio.

—Solo date prisa, y no creas que no se lo que haces.

—Es un precio justo para mi. Además desahogo mi bestia interna contigo para no hacerlo con el pretencioso hijo de papi con el que me estas liando.

—No lo conoces.

—Tu tampoco... Ya no quiero discutir— digo rindiéndome —No tardo relájate.

—No se ni porque lo intento— se lamenta —Te espero en el coche.

Oigo la puerta cerrarse. Termino de subir el cierre de mi vestido lo que parece ser lo único bonito de la noche, me coloco las zapatillas y tomo mi bolso de mano y la lleno con lo básico. Tomo mi teléfono para meterlo al bolso también pero este empieza a brillar notificando que me ha llegado un mensaje.

"Hace exactamente una semana, casi a esta misma hora estaba en la puerta de tu casa, sin aliento. Preguntándome si hacia lo correcto, entonces te vi... Usando aquel precioso vestido negro, fue entonces cuando comenzamos a recorrer este camino. No puedo sacar tu sonrisa de mi mente, ni dejar de pensar en tus ojos todo el tiempo.

Esta noche dormiré y al despertar no seras lo primero que mire pero te puedo asegurar que si seras lo primero que piense... Eres lo mas hermoso y bueno que tengo, gracias por dejarme entrar a tu vida y a tu corazón, TE QUIERO".

Una gran sonrisa se enmarca en mi mientras ahogo un grito de felicidad, giro por mi habitación abrazando el móvil contra mi pecho. Nunca creí ser esa clase de chica que se enamorara, y aunque en esta relación el más expresivo es Ichigo yo también quiero hacerle saber lo mucho que lo quiero.

—¡Que conste que no te estoy gritando pero se hace tarde!— mi papá me saca de mi ensoñación.

Yo decido no contestar pero me apresuro a bajar.

—Ya estoy lista— le digo de buen humor saliendo de la casa.

—¿Como es que hace unos segundos tu... Y ahora?— se rasca la cabeza —Adolescentes— niega con la cabeza y ríe —En fin, luces preciosa.

—He de admitir que tienes buen gusto para vestidos, pero ya vamos que se hará tarde y no queremos hacer esperar tu socio y su hijo.

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—¿Lista?— pregunta una vez que llegamos —Porque aunque esto es importante para mi si tú no te sientes cómoda...

—Escúchame papá, deja los sentimentalismos de novela de las diez y confía en mi, aunque no me encante la idea es importante para ti, y de cualquier forma creo que huir ya no es una opción pues ese señor viene hacia nosotros y...

No concluyo mi frase pues ese señor llega hasta nosotros y por la cara que pone mi papá pienso que es la razón por la que estoy aquí con este vestido rosa.

Querido Profesor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora