Capítulo 13

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Esta mañana desperté llena de energía, mis piernas casi ya no arden el remedio casero de Ichigo parece haber hecho un buen efecto. Por primera vez en mucho tiempo la idea de ir a clases dejo de sonar poco interesante.

Estuve lista para llegar a tiempo, bueno, quizá hasta un poco temprano. El aire matutino de los pasillos con muy poco alumnos aun, lleno mis pulmones.

—¿Rukia? Llegando temprano— preguntó una voz femenina que creí no tendría que escuchar este año.

—Buenos días, Lic. Nelliel... Así que ¿Esta de regreso?— No sé si mi voz fue precisamente de gusto, ya que la Licenciada y yo no llevamos la mejor de las relaciones "Orientadora-orientada" siempre terminábamos desorientandonos mutuamente.

No la vi la primera semana en el colegio y tuve la falsa ilusión de que por fin había cansado al director con su metodología y este la había echado.

—Bueno cariñito— ahí estaba otra vez, esas expresiones empalagosas en su tono tan condescendiente que detesto —En realidad nunca me fui, solo prolongue mis vacaciones una semana más... ¡¡Pero estoy de vuelta!!

Si ella parecía ser la única entusiasmada de las dos.

—Entonces seguirá aquí, Nuevamente.

—Oh corazón, sé lo que estas pensando— no, no lo hace, porque se esfuerza en ello —El año pasado no tuvimos mucho progreso— acaricia mi cabello y yo me siento como su cachorro —Pero este año sera diferente.

La Lic. Nelliel cree seriamente que yo tengo problemas con la "integración social" y nuestra relación fue solamente por haber sido cortés, tal como lo hago con personas que no me agradan, pero todo se empeoró cuando dijo que mis problemas se debían a "mi falta de imagen materna".

Ella debería saber que no puede ir por la vida creyendo entender a todo el mundo, se supone que si quiere ayudarme debería hacer que me sienta mejor, pero cada vez que la veía solo lograba deprimirme más. Por eso la evitaba, pero entre más lo hacía ella más me buscaba.

No puedo negar que sus intenciones son buenas, pero tratándome como bicho raro y mirándome con lastima cada vez que le abría mi corazón no ayudaba en mucho, solo despertaba mi furia.

—Entonces suerte con ello, licenciada.

Me despido de ella con una sonrisa sin dejar que diga nada más. Me he comportado como una niña malcriada de 5 años, pero sé que eso la hace enfadar y hacerla enfadar era una pequeña venganza por como ella me hacia sentir. Con esa pequeña y algo loca victoria ingrese al salón donde tomaría mi primera clase.

Al entrar pude distinguir que habían puesto una nueva placa:

AULA F/HISTORIA UNIVERSAL CONTEMPORÁNEA I- FILOSOFÍA I PROFESOR ICHIGO KUROSAKI.

Tomé asiento en la misma banca trasera, pues creo que una mudanza a la primera fila como lo hizo Senna no era algo lindo, digo ella puede verlo de cerca en la hora que dura la clase, pero ¿Quién paso todo el fin de semana con él? Pero eso es algo que guardo para mi misma.

No veo a Orihime supongo que una vez mas llegará tarde. Abrí mi mochila y saque el libro que me regalo Ichigo, el fin de semana descuide algo mi lectura pero no me arrepiento de nada.

Senna y sus plebeyas ya están en el aula mientras imitan ardillas y Dios sabrá a quien estan destruyendo hoy. Para evitar escucharlas me coloque los auriculares y subo el volumen de mi móvil y así el único sonido que oigo es el de la música y las palabras que leo.

Comienzo a creer que la Licenciada Nelliel tiene razón con eso de la integración social, pero ¿Qué puedo hacer si mi circulo social se limita a Senna y sus plebeyas?

Querido Profesor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora