Capítulo 38

656 50 7
                                    

RUKIA

Es increíble ver lo rápido que pasa el tiempo en estas fechas. Hace apenas unos días estábamos con los Kurosaki celebrando la boda de Kaien y hoy ya es navidad.

Ichigo se quedo con su familia a pasar estas fechas, supongo que es normal. De cierta manera era imposible pasar la Navidad con él, así que supongo que es lo mejor, ya lo veré pronto.

He decidido hacer de esta Navidad algo diferente, por lo regular, papá y yo la pasamos cenando en un restaurante para luego encerrarnos cada quien en su habitación lamentándonos por algo que no podemos cambiar, como la ausencia de mamá. Creo que ella se molestara si viera lo patéticos que somos.

-Creo que jamás imagine que a ti se te ocurriera algo como eso.- dice mi papá mientras conduce a nuestro destino.

-¿Tan indiferente me crees?- pregunto con falsa indignidad.

-No es eso, solo que creí que haríamos lo de siempre.

-Seamos sinceros pa, lo de siempre es ser unos patéticos depresivos, y ya no quiero que esta ni otra Navidad sean iguales.

-Así que vamos con todo... ¿Debo agradecerle en algo a Yoruichi?- bromea.

-No. Al menos que quieras explicarle el por que falte a mis ultimas dos sesiones.

Yoruichi es mi psicóloga, una que en verdad merece ser reconocida por ello. No sé de donde la habrá conseguido, pero me alegro de que sea ella y no la Lic. Nelliel cómo mi padre lo había sugerido. La doctora Yoruichi Shihoin es genial, aunque claro que eso ella aún no lo sabe.

Es una mujer joven y muy hermosa, no le calculo más de 37 Tiene una larga cabellera morada que hace contraste con su piel oscura y sus ojos dorados. Siempre lleva sujeto su cabello en una coleta alta lo cual la hace ver aún más hermosa a mi parecer.

Pero lo que más me gusta de ella es que, a diferencia de la Lic. Nelliel, ella no intentó ser mi amiga y me respeto desde el primer momento. Creo que sí ella y los demás psicólogos se enteraran de como es la Lic. Nelliel la exiliarían del club.

-Bueno de cualquier forma debemos explicarle. ¿Crees qué se enoje?- pregunta.

-No creo, ella es linda, creo que lo entenderá.

-¡Vaya! Si que te agrada.

-Si molestas con eso le dire que todos mis traumas se deben a causa de tus genes.

-Si, si. Lo que digas. Ahora hay que darnos prisa antes de que se enfríe la comida.

.

.

.

.

.

-Rukia, cariño es hora de irnos- dice mi padre. Ya hemos terminado de repartir todo en el hospital.

Este era uno de los lugares favoritos de mamá, a ella le encantaba ayudar a los enfermos y ahora yo quise ayudar a sus familiares, pues aunque ellos no están heridos o padeciendo alguna enfermedad también es difícil para ellos. Siempre solemos pensar que los que sufren más son los que están dentro de la habitación, pero no es así, del otro lado de la habitación también sufren y muchas veces mas de lo que se piensa.

-No Rukia, no te vayas todavía.- ruega una de las niñas que esta aquí con su mamá en espera de recibir noticias de su papá.

-No puedo Sandy, me gustaría pero quisiera pasar el resto del día con mi papá.

-Te entendemos, Rukia.- dice su mamá -Muchas gracias por este acto de humildad, en estas fechas es muy difícil estar en un hospital.

-No hay nada que agradecer. Fue un placer haber estado aquí con ustedes. ¡Que se mejore pronto su esposo!.

Querido Profesor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora