Capítulo 5

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—Luces sorprendida— bromeó.

—Sí, usualmente las personas, no sé...

—¿Hacen cosas especiales?

—Si, algo así, ¿no tienes planes?

—Quizá estos son mis planes.

—¿Entonces tus planes de cumpleaños se basaban en caminar por el parque y verte en la necesidad de salvar a una damisela en apuros?— le dije y él comenzó a reír.

—Algo así, digamos que no tenía planeado lo de la damisela en apuros— dijo imitando mi tono —pero me alegra que hayas sido tu.

Me sentí sonrojar, pero no podía evitarlo cuando mostraba su lado dulce y sonreía para mí.

—Mis padres me tienen organizada una fiesta sorpresa, se supone que yo no sé nada.

—Eres un tramposo— dije y él comenzó a reír.

—Será en la noche, me hacen ir con el pretexto de que será una comida por su aniversario y mi cumpleaños.

—Quizá solo sea eso y tu estés imaginando cosas.

—Rukia, Rukia, Rukia— me dijo negando con la cabeza a forma de sermón —como se nota que eres hija única. Cuando tienes un hermano de 11 años, bien, es fácil convencerlas de que te confiesen ciertas "cosas"

—¿Me estás diciendo que usaste a tu hermanito para saber si tenían planeada una fiesta sorpresa para ti?.

—Si lo pones así suena feo.

—Pero eso hiciste— exclamé divertida.

—Es cierto— dijo de una manera tan graciosa que solté una risita —.De cualquier forma, actuaré como si estuviera sorprendido. Ya he practicado mis caras. Además lo confirmé porque me dijeron que si quería podía invitar a mis amigos.

—Pero creí que eras nuevo por estos rumbos, ¿ya tienes amigos?

—Pues... - dudó antes de  comenar a reír —no, en realidad, solo te conozco a ti y a ti...

—¿De verdad?

—Si...— admite.

—Eres tan sociable— bromeé

—Prefiero decir "selectivo"

De repente, se paró de un golpe de la banca lo cual me tomó desprevenida por lo que di un saltito que él aprovecho para jalarme y pararme frente a él, no sabía que estaba planeando pero realmente deseaba averiguarlo. Solo lo miraba confundida.

Entonces tomó mi mano y se inclino frente a mí, como haciendo una reverencia.

—Damisela en apuros, ¿Me haría el honor de ser mi acompañante en la fiesta que no sé que tendré?

Su pregunta me tomó por sorpresa por lo que no sabía que responder, así que me limité a reír.

—Habrá pastel— argumentó juguetón.

—suena tentador— respondí en el mismo tono.

—Doble porción si dices que sí.

—No lo sé... mi papá no está en casa.— dudé.

—Rukia, por favor— comenzó a suplicar —ven conmigo o mis padres me considerarán un desadaptado social si llegó solo.

—Así que solo quieres que te acompañe para que no te consideren un raro Ichigo— le reclamé.

—Mi familia ya piensa que soy raro, solo pido tu compañía, he estado algo melancólico los últimos días pero cuando charlo contigo es como si...— su voz fue perdiendo volumen.

Querido Profesor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora