Capítulo 42

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El día de la fiesta de fin de año ya esta aquí. Mi papá está en su habitación vistiéndose mientras yo espero sentada en mi cama. ¡Ja! Luego dicen que las mujeres somos las que tardamos.

Estoy nerviosa. Tuve un sueño muy extraño y me ha dejado una extraña sensación que no puedo definir.

—¡Rukia!— oigo gritar a mi papá —Date prisa cariño, llegaremos tarde.

Si claro, era yo la que no se apuraba.

—¡Ya voy pa!—  solo me limito a decir.

Me despido de Chappy, quien esta cómodamente dormido en su cojín, y salgo de mi habitación.

—Te ves muy hermosa, bebé.— me dice mi papá cuando yo ya estoy abajo.

—Tu también te ves muy bien, papá.

—Bueno cariño, ya vamonos si no sí llegaremos tarde.

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9:40 PM

—No sabía que tu mamá trabajaba aquí.— le digo a Rangiku, mi compañera de colegio. Fue una sorpresa encontrarla aquí.

—Desde hace 10 meses básicamente, aunque no trabaja juntos, ella esta en recursos humanos.— responde ella

—Bueno, aún así son compañeros.

—Ran, tu papá y yo te estábamos buscando, dijiste que solo ibas al baño.— se oye la voz de una mujer que, seguramente debe su mamá.

—Perdón ma, pero me encontré con Rukia.

La señora, muy parecida a Rangiku, me mira y sonríe.

—Mucho gusto.— saludo yo.

—El  gusto es mio, Rukia. ¿De donde se conocen?

—Del colegio.— le respondo —Somos compañeras desde el primer año.

—Que pequeño es el mundo, supongo que eres hija de algún empleado. ¿Cómo se llama tu papá?

—Byakuya. Byakuya Kuchiki.

La señora abrió los ojos con sorpresa.

—Pero si tu papá no es solo un empleado, él ya es socio de la empresa y uno de los más dedicados con su trabajo.

La señora se pone a platicar un momento conmigo, hasta que lo veo entrar. Ichigo se abrió paso entre la multitud hasta llegar a nosotras.

—¡Buenas noches¡— saluda con su tono jovial.

—Hola profe.— respondemos Rangiku y yo.

—¿Profe?— pregunta con sorpresa la mamá de Rangiku.

—Sí— dice Rangiku —Es el señor Kurosaki, nuestro profe de historia.

—Ichigo Kurosaki.— se presenta él —En este momento el "Sr. Kurosaki" lo tiene mi papá.

—¡Hijo de Isshin! Lo dicho, que pequeño es el mundo.

—Eso es bueno, y mas en fechas como esta. Es agradable ver rostros familiares.— sonrie en dirección a mi y a Rangiku.

—¿Cómo es que yo nunca tuve profesores como tu?.— dice la señora causando una risa en él.

—Es triste, lo mismo pienso cuando me pregunto por que usted no fue mi alumna.

—¡Qué simpático!— dice ella —Ay hijo, si tan solo tuvieras 20 años más y yo no estuviera enamorada de mi esposo...

—¡Mamá!— la interrumpe Rangiku.

Querido Profesor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora