FLOR SALVAJE #Wattys2017

CAPÍTULO 31

El despertador sonó con las noticias de tráfico a las siete de la mañana. Era lunes y tocaba trabajar.

Mia se giró y se levantó. Harry no estaba a su lado,se había despertado antes que ella y se estaba duchando.

— Buenos días - dijo Harry saliedo del baño con sólo una toalla en su cintura.

— Buenos días — dijo Miz metiéndose en la ducha para bañarse también.

Mientras ella se secaba el pelo y lo recogía en una cola de caballo, Harry ya estaba totalmente vestido con su traje negro echo a medida.

Mia se vistió con una blusa blanca y una falda de corte recto por encima de la rodilla en negro. Se puso unos botines negros y se maquilló intentando mantener un aspecto natural. Rímel y un poco de gloss.

Bajaron hacia la cocina juntos dónde una señora afroinglesa de unos cuarenta años estaba preparando el desayuno.

—Buenos días — dijeron Harry y Mia al mismo tiempo.

— Buenos días Sr.Styles, Srta. Jones — dijo la Sra.Smith asintiendo en su dirección

Los dos se sentaron en los taburetes y esperaron pacientemente a que el ama de llaves les sirviese el desayuno.

Les dejó tortitas con sirope de arce,granola,fruta y huevos revueltos con beicon.

—¿Tienes algún descanso hoy en el trabajo?  - le preguntó Harry a Mia.

—Si a la hora de comer tengo dos horas — dijo Mia

— Podemos comer juntos conozco un sitio maravilloso cerca de la clínica veterinaria — añadió Harry

— Por supuesto.  ¿Me vienes a buscar tú? — preguntó Mia apurando el último trozo de tortitas. Si no se daba prisa llegaría tarde.

— De acuerdo. ¿Vas a llevar tu coche o te llevo yo? — dijo Harry

— Llevaré el coche aunque no es mío — le dijo Mia levantándose.

— ¿A qué hora entras?

—  A las 8:45. Me voy a lavar los dientes

Corrió escaleras arriba para cepillarse los dientes.

De vuelta en la cocina se encontró a Harry hablando todavía en la cocina.  Se abrochó el abrigo negro. Hoy estaba diluviand y hacía un frío horrible en la calle.

—Nos vemos a la hora de comer, bebé— se despidió Mia  darle un dándole un beso casto y corto que por culpa de Harry se prolongó.

—De acuerdo.  Cuídate — le dijo Harry dándole un cachete en el culo.

—Tú igual.  Te amo — le dijo Mia lanzándole un beso desde la puerta

— Yo te amo más.  — dijo Harry lanzándole una sonrisa reservada sólo para Mia.

                             * * *

Mia entró el la clínica veterinaria. ¡Qué calentito se estaba con la calefacción puesta!

Saludó a Jessica Parker su jefa y entró detrás del recibidor en el cuál atendía a los clientes. Se quitó el abrigo y lo abrochó detrás de ella. En su lugar se puso una bata blanca.

No tardaron en llamar para concertar una cita:

— Bueno días,Clínica Parker ¿qué desea?

— Hola quería pedir cita para mi gato que está enfermo. — dijo una voz al otro lado de la lìnea telefónica.

—Emmm...espere. ¿A las once y media de mañana le vendría bien? — le dijo Mia

— Claro mi nombre es Lina Lincoln — dijo la cliente

— Pues ya está, ¿desea algo más?

— No, gracias.

— Que tenga una buena tarde— dijo Mia y colgó el teléfono.

Esa mañaa estuvieron muy ocupadas,no fue hasta casi la hora de la comida que tuvieron un poco de tranquilidad.

—Te puedes ir a comer ya si quieres — le dijo Jessica a Mia

— Voy a esperar a que vengan a buscarme. He quedado — dijo Mia sonriendo

—¿Novio? — dijo Jessica sentándose en la Silla a su lado detrás del recibidor.

—Algo así ...

— Ni se te ocurra tener niños - le advirtió Jessica — son muy guapos pero cansinos.

—¿Una dura vida maternal? — preguntó Mia

— Ni que lo digas,desde que di la luz hace cuatro meses no sé lo que es descansar correctamente. — se quejó Jessica.

En ese momento la puerta de la clínica se abrió y apareció Harry Styles. Llevaba un paraguas negro en la mano.

Se acercó a ellas ante la atenta mirada de Jessica.

—Hola— saludó Harry a Mia dándole un beso en los labios

— Harry esta es Jessica mi jefa. Jessica ,Harry mi novio. — los presentó Mia

Los dos se sonrieron y apretaron las manos.

—¿Nos vamos? — le dijo Harry a Mia ofreciéndole su brazo.

—Claro. Hasta ahora, Jess. —se despidió Mia cogiéndo su abrigo del perchero.