Capítulo 19

58 6 0
                                    

Juliana miraba a la castaña, se conocieron en una cafetería por un accidente y desde ahí se volvieron inseparables, juliana apreciaba a esa mujer, pero odiaba que fuera tan testaruda.

-Piénsalo bien, Ana.

-Ya lo pensé, y la respuesta es no.

-Eso no es de tu corazón, tú no eres así, es tu papá. ¿No te duele?

-A el no le dolió meterme en la cárcel.

-Él no lo sabía.

Ana quedó nuevamente callada, ella tenía razón, Jorge aun no sabía que ella era su hija.

Suspiró fuerte y el moreno la miró atento, ninguno de los dos decía nada.

-Tienes que verlo.- Intercedió Angel.

-Tengo que morirme.

-Perdónalo, el rencor no es de tu corazón, hace un mes que Sofía vino, ve y habla con ellos, te necesitan y tu a ellos.

-No sé si estoy lista.

-Lo sé- Angel se acercó a Ana- Pero habla, yo te apoyaré en todo.

-Está bien.

-¡Perfecto! el vuelo sale hoy en la noche, hay que empacar.

-¿Cómo así vuelo?- La castaña lo miró fijamente- Lo tenias planeado todo.

-Contigo toca actuar rápido, vamos.

A regañadientes Ana empaco sus cosas y las de su bebé, que estaba dormido, pensó en Matt un momento pero sacudió la cabeza para sacarlo de ahí, él se olvidó de ella, Matt la dejó.

Emprendieron viaje de vuelta a donde estaba los Howland, la castaña sabía que no podía huir de su destino de su responsabilidad.

Llegaron al aeropuerto y se dirigieron a la casa de Jorge y Sofía, Ana estaba inquieta y nerviosa, le sudaban las manos y el corazón le latía a mil.

¿Cómo saludaría?¿Hola papá?¿Hola mamá?¿Hola padres? Se estaba desesperando.

El taxi paró y ella junto con Angel, Juliana y su bebé bajaron ella quiso devolverse pero el moreno la detuvo.

-Enfrentarlo, eres valiente.

-Yo sé que puedes.- Dijo la peliroja.

-Dios- Miró al cielo- Dame fuerza.

Se adentraron a la casa y Sofía bajó prácticamente corriendo a su encuentro, la abrazó y Ana imitó su acción.

-Me alegran que hayan llegado.

-Sí- DIjo Ana.

-Pasemos a la sala.

Hablaron un poco hasta que Ana preguntó por Jorge y Sofía le indicó donde estaba el cuarto.

ella caminó hasta la puerta doble de madre, y tocó dos veces.Escuchó un 'Pase' proveniente de una voz carrasposa y debil. pero aún con aún con autoridad. Era jorge.

Ella abrió la puerta y con timidez se acercó a la gran cama del elegante cuarto donde esta el hombre de ojos color mies con una manguera en la nariz, el la miró y sus ojos se pusieron vidriosos.

No lo podía creer, ahí estaba su hija, pero no puedo descifrar lo que había en su mirada, no pudo descifrar el sentimiento en sus ojos.

-Hola- Dijo él alzando su mano para que ella la tocara.

-Hola.

Ella tomó la mano y él lloró, lloró como un niño, se arrepentía de todo, de absolutamente todo.

-Perdón, perdón, perdóname por todo- Dijo en medio de sollozos.

Ana se arrodilló le miró con los ojos lleno de sentimiento, en el viaje quería gritarle, decirle sus verdades pero al verlo tan débil y carente de salud, todo cambió.

Angel tenía razón, la vida le había premiado con padres y a pesar de que extrañaba a Sonia, si familia le gustara o no.

-Sí, te perdonó, papá.

Dahian estaba en la sala de su apartamento, con al camisa de camilo encima, haber pasado esa noche con él, fue gloriosa pero cada vez la culpa la comía y ya no tenía paz.

Miró la venta con una vista impresionante y se decidió, hoy le diría la verdad.

Sintió dos manos en su cintura y un beso en su cuello.

-¿Qué haces acá, hermosa?

-Pensaba.

-¿Y en qué pensabas?

-Tengo algo importante que decirte.

-¿Es malo?

-Me odiarás después de que te lo diga.

-Lo dudo mucho, pero te escucho.

-Yo se quien fue quien robó la empresa, o bueno prácticamente fui cómplice de ellos, y mentí para protegerlos.

-No...

-Perdóname.

Camilo le dio la espalda y se agarró con desespero el cabello, no era posible, estaba en una relación con una de las culpables, se acostó con la cómplice del encierro de su hermano.

-Tienes toda la razón- Dahian le miró expectante y con algo de esperanza.- Realmente te odio.

Y emprendió viaje a la alcoba para vestirse y largarse de una vez.

Le dolió a la pelinegra en su alma esas palabras pero se lo merecía, por mentirosa.

Pasaron dos meses, Oliver ya tenía un año, y cada vez mas grande.

Matt extrañaba a Ana con su alma y se arrepentía de dejarla sola, pero el trabajo era tan extenuante no le daba tiempo de nada.

Miró a la ventana preguntándose donde estaría pues se entero que ella había huido pero ignoraba que estaba más cerca de lo que él pensaba.

Estaba en una oficina notaria firmando un acta de matrimonio.

Su bebé y sus papás y su amiga.

No sabía si fue la decisión más acertada, pero ya no había vuelta atrás ella ya había firmado y Angel estaba en esas.

-Ahora los declaro, marido y mujer.-Dijo el juez.

-Angel tomó delicadamente a Ana y la besó.

Él era cociente que su corazón le pertenecía a Matt, sus besos y caricias, pero el pelinegro no estaba ya en su vida y él quería se ese nuevo amor para ella.

-Ahora son esposos- Dijo Juliana.

-Sí.

Ahora era una mujer casada, y la próxima presidenta de la empresa

No olvides votar y comentar 💬💬⭐⭐
Nos leemos a la próxima
💋💋💖💖

Solo tú. [COMPLETA/EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora