Solo tú. [COMPLETA/EN EDICIÓN]

Capitulo 28 final.

Tanto la familia Howland como la familia Anderson y Camilo junto a Dahian, estaban presentes afuera de la sala de juicio esperando la orden para entrar y enfrentarlo todo.

-¿Te sientes bien, cielo?-Preguntó Matt agarrando la mano de la castaña.

-Solo estoy un poco nerviosa, creo que es normal.

-Todo saldrá bien, lo prometo.

-Sé que sí.

-¿Y Oliver?- Preguntó Sofía a la pareja.

-Se quedó con Luisa, no lo quería traer a este ambiente y ella tampoco quería venir, aún está dolida.

-Es normal, pero no está sola, está con Marck.

-Sí, eso me tranquiliza.

El oficial interrumpió dando permiso para que pudieran entrara a a sala, la hora había llegado.

Tomaron asiento y entro Kim, siempre tan altiva o bueno lo que era ahora. Miro a las familias, en especial a su hija después desvió la mirada a las manos unidas e hizo una mueca de asco. ¿En qué falló al criar a su hija?

Entro el juez y todos se pusieron de pie dando a inicio al juicio.

Testimonio tras testimonio y todo culpaba a Jonh hasta que Dahian pasó al estrado.

-Señorita Vicent- Dijo el juez- Jura decir la verdad y nada más que la verdad, teniendo en cuenta que el falso testimonio es considerado un delito.

-Lo juro.

-Puede proseguir abogado.

-Señorita Vicent, tengo entendido que su madre fue a buscarla a su apartamento.

-Sí.

-¿Para que fue?

-Necesitaba dinero, llego a decirme que mi hermano estaba en la cárcel y necesitaba el dinero.

-¿Y le dio el dinero, señorita Vicent?

-Sí, ella prometió devolverlo, me dijo que tenía cuentas en el extranjero.

-Es todo, señoría.

Dahian tomó nuevamente su lugar junto a Camilo quien le tomó la mano en señal de apoyo y escucharon el testimonio de Kim nuevamente, ella en la policía ya había confesado todo.

El juez dio el veredicto nombrando culpable a Kim por fraude y robo, todo el mundo se marchó de aquella sala, dando por terminado todo lo que tuviera que ver con el robo, ahora solo quedaba seguir con sus vidas.

Matt tomó de la mano a Ana se marcharon.

Y estando en el patio de casa relajándose en una hamaca con su bebé en medio de los dos, Matt estaba con los nervios al cien, la decisión que tomaría sería la más importante.

-Ana.

-¿Mmm?

-Tengo algo que decirte.

La castaña dejo de ver a su bebé que yacía dormido, y le prestó atención.

-Creo que desde que te conocí supe que había algo especial en ti, pero después pasaron muchas circunstancias, me enamore de ti, y cuando sentí que te había perdido fue lo peor, no quiero volver a pasar por eso. Eres la mujer para mí y por eso...-El pelinegro sacó una caja de terciopelo rojo- Quiero que seas mi esposa.

Si el corazón de Matt estaba a mil, el de Ana estaba millones. Para ella el pelinegro lo era todo, junto con su hijo, lo amaba con locura ¿Qué más podría pedir?

-Sí, sí quiero.

El pelinegro sonrió y la besó ero un pequeño quejido le hizo despegarse, su hijo era un pillo.

Después de la tormenta viene la calma y así lo sintieron todos.

Y estando en la iglesia, esperando a la novia Ana y Matt se sonreían y se turnaban para cargar al pequeño Oliver.

Todos se pusieron de pie para mirar entrar a Dahian, ya con su notoria panza, avanzaba donde estaba Camilo.

Otro sueño que se realizaba.

Dio inicio la ceremonia, sencilla pero llegan de romance por cualquier lado, el momento el beso fue el más emotivo porque Camilo temia lastimar a su esposa ahora.

En la fiesta posterior todos gozaban y estaban felices bailando, La castaña estaba con su hijo dormido en su hombro mientras Matt la tenia de la cintura bailando.

-¿Te imaginas a nosotros así dentro de poco?

-Me muero de ganas por estar así.

-Lo sé, pero nos corresponde esperar, si quieres lucir más radiante.

-O por lo menos caminar sin que se me hínchenlos pies.

-Será la mejor experiencia de mi vida.

-Lo sé, es una experiencia increíble.

Y bailaron al son de ese vals romántico, con su pequeño, y expectantes a la vida que le deprava.

Pasaron por mucho, pero no se arrepentían de lo vivido en aquella fiesta de máscaras, donde por primera vez se vieron a los ojos, como si desde antes el destino ya hubiera escrito que debían estar juntos.

Esta historia llega al final, gracias por el apoyo.

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Nos leemos a la próxima.

Soloyo.