Pedido por: Always_Sasori
Espero te guste.
----------------------------------------------------------Muñeca.
Una vez más, un papel arrugado fue arrojado al cesto, donde yacían otro puño más. Todos ellos habían sido lanzados por el pelirojo, ahora frustrado, en su intento por crear una nueva marioneta. Llevaba más de medio día tratando de crear un nuevo diseño, más dinámico y letal, con facilidad de manejo, más la idea no pasaba de un simple boceto vago que luego, al igual que el resto, terminaría en la papelera. Nadie, miembro presente de los Akatsuki, se atrevía a molestarlo mientras lo hacía, pues conocían lo temperamental que podía llegar a ser mientras estaba frustrado.
Un suspiro largo y grande se escapó de sus labios, un suspiro que expresaba la rabia y descontento de su no poder terminar sus diseños, pues para todos encontraba un error, desde en la forma, la manera en que el chakra se conectaría, la movilidad, para el siempre había un defecto. A su mente vino una voz molesta, junto a varios recuerdos...
Un mes antes...
- ¡Mi nombre es ___ y vengo de la aldea oculta de la Niebla roja!
- ¡Maldita niñata, no interfieras donde no te llaman!
- Así es, maldita rata, ¡Vuelve a tu madrigera! Venimos por el Kazekage.
Una chica de estatura promedio, de piel no completamente pálida, más no era morena. Rasgos finos, con una cicatriz en la mejilla y cabello de un color ____ profundo, oscuro. Tenía grandes ojos, pero mirada caída, de un reconocible (color) a juego con su pelo. No podía verse del todo, había polvo y niebla por el sitio, más su silueta delgada era prominente de todo campo de visión. En ningún momento, tanto como el rubio como el pelirojo habían logrado ver la distintiva banda de su aldea.
- Sinceramente no sé para qué necesitan a Gaara, pero mientras esté aquí, no pienso dejarlos pasar.
Tan pronto terminó, una gota calida de un color rojo, logró resbalar de la mejilla de Sasori, quien llevó su mano a donde la sensación, había un corte, no muy preciso.
- ¿Pero qué...? En qué momento...
- Dije que no los dejaría pasar...
- ¡Quita del camino! ¡Sasori, detenla mientras yo voy por el Kage!
- ¡Tch!... ¡Maldición, Deidara!
Antes de decir más, ya no estaba ahí, la chica había tratado de ir hacia donde el rubio, más sin embargo, una pared de arena negra le había detenido, haciéndole chocar. La banda de su aldea la llevaba en la cintura, con un símbolo parecido a ondas.
- ¡Me lleva!
Sus manos, aparentemente suaves, habían comenzado a realizar un justu. Parecía realmente concentrada, y lo hacía realmente rápido.
- ¡Justu estilo fuego: llamas del dragón!
»¿Pero qué...?« Sintió repentina confusión, que alguien proviniente de la Niebla, quienes manejan principalmente el agua, hiciera un justu totalmente opuesto. Tal vez era un extraño caso de afinidad. Inmediatamente, se introdujo dentro de Hiruko para evitar el ataque, más había dejado considerablemente dañada a la marioneta. Podría considerar notablemente a la chica una agibilíbus con los jutsus, ya que al parecer su limitación no era su elemento, reconociéndola como dominante de varios, más eso no significaba que le tendría alafia alguna. Sus manos se cruzaron, una vez fuera de Hiruko completamente demacrado, trató de concentrar la rabia de su chakra en la interceptora de sus planes. No estaba muy dispuesto sin su mejor marioneta, pero, sin embargo, no sería impedimento para negarle el frustrar el rapto del Kazekage, lo cual era obviamente su objetivo.
Habiendo juntado sus manos, haciendo antes unos giros de muñeca, coordinó el justo con el ataque de la marioneta.
- ¡Técnica terrestre: Agujas de arena negra!
La chica trató de esquivarlo, más sin embargo una de las tres agujas impactó directamente en su cuerpo, lanzándola lejos de su vista. El polvo se hizo presente cuando el cuerpo de la chica hizo contacto a gran velocidad con una roca.
- Tch, maldita basura. Serías un buen material si no fueras tan frágil.
Se dió la vuelta para emprender camino hacia donde su compañero que había ido en busca de Gaara, apenas dió unos pasos y algo rozo su mejilla. Una sensación de calor apareció después, y cuando sus dedos rozaron el lugar, se impregnaron de carmesí. »¿Un corte en la mejilla?« pensó él.
- No me tomes tan a la ligera, Sasori.
- ¿¡Pero qué demonios!?
Se dió la vuelta a mirarla, seguía en pie. Sus manos se juntaron otra vez; se preguntaba que tipo de justu iba a realizar está vez. Sus ojos se encuentran mutuamente, podría jurar que el filo de la mirada de ambos cortaba sus almas con facilidad, más sin embargo, ninguno de los dos hacía un esfuerzo por quitarse la vista de encima. Sabía que la chica haría un justu nuevo, y si no lo esquivaba sería su perdición.
Más no iba a morir ahí. No a manos de una cualquiera como ella.
- Ni siquiera lo pienses, rata de madriguera.
Gruñó, mientras llevaba al deteriorado Hiruko hacía la joven. Sus orbes ____ dieron con las facciones de la marioneta, rompiendo la realización del justu para esquivarle, hasta el punto donde, saltó de su posición, y en el aire, realizó las posiciones de manos.
- ¡Justu estilo viento: Ondas de viento espacio!
Tan pronto su chakra se concentró, tales ondas obedecieron para impactar a Sasori, quién fácilmente se ayudó de su marioneta una vez más, para esquivarlo. Y una vez lo hizo, lanzó a Hiruko hacía ella.
- No funcionará.
- ¿Estás segura? ¡Ahora, Deidara!
La mirada de confusión de la chica se apagó cuando recibió un golpe certero en la nuca, dejándola inconsciente. Sasori suspiró antes de recibir la mirada burlona de Deidara.
- ¿Conseguiste al Kage?
- Se rehusó. Vámonos antes de que sea tarde.
Sasori asintió, y nuevamente se enlazó a Hiruko, solo para introducir el cuerpo de la chica inconsciente en el.
- Al parecer si serás un buen material.
Actualidad...
Los ojos de Sasori se volvieron oscuros, mientras miraba sus manos. Le molestaban esos recuerdos mayormente por el daño a su marioneta. Tenía que perfeccionar su arte, y ahora tenía un buen sujeto y compañero para ello. Se dió la vuelta, mientras sonreía.
- Vamos a ver, ____, ¿Lista para ayudarme el día de hoy, cariño?
Rió con cinismo, mirando a la pobre chica atada y amordazada contra su voluntad sobre la pared de piedra, Zetsu había proporcionado algo de ayuda para mantenerla aún. La chica trata de soltarse, una milésima vez más, lloriqueando. La mano de Akazuna acaricia con suavidad la mejilla de la joven, entre suaves risas, mientras pasa a sus labios y sonríe.
- No te preocupes, pequeña y linda ____. Te haré unos pequeños arreglos, y de ese modo, serás para siempre mía, únicamente mía, preciosa y eterna, muñeca.
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El primer comentario tiene su One-shot.
~Kuro out~
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𝕺𝖓𝖊-𝖘𝖍𝖔𝖙𝖘 [Pedidos Cerrados]
De TodoRelatos a pedido. Todos son personaje x lector femenino a menos que se especifique lo contrario.