Pedido por: Lindipegaso
Espero que te guste, y no haya metido la pata porque sinceramente no he visto el anime y encontré muy poca información
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Los zapatos negros causaban pequeños rechinidos cuando tocaban el piso en su andar. Las luces de la ciudad los hacían brillas ante las gotas de agua. Se acomodó la corbata y sacudió un poco sus hombros con su mano izquierda, pues la derecha estaba sosteniendo un paraguas.
Podía ver su reflejo, semi-distorcionado por algunas gotas que caían en los charcos de agua. El pronóstico del tiempo había acertado ésta vez, por lo que le tomó poco tiempo darse cuenta que ese día sería largo y agotador. Necesitaría una ducha cuando nuevamente estuviera en casa, no quería enfermarse por algo como el clima.
Las gotas caían, rodando hasta el final de la tela lisa del paraguas pigmentado de negro, protegido por una película plástica que reflejaba las luces de las tiendas cercanas.Se dirigía a la escena del crimen, con los audífonos puestos a volumen regular, con sonidos blancos, mientras se permitía percibir la lluvia a través de estos. El resto de agentes lo recibió, indicando todo lo que habían encontrado en su ausencia, por lo que agradeció en voz baja, dejando el murmullo gutural de los mirones de alrededor. Se agachó cerca del área donde había manchas de sangre, aún fresca y mezclada con agua de lluvia probablemente contaminada, después de todo, aquella era una ciudad grande; cerró sus ojos y lo meditó unos momentos, la escena premeditada antes del suceso comenzaba a formarse en su cabeza, pero las pisadas de unos (calzado) altos lo desconcertaron. Alzó la mirada una vez abrió sus ojos y se mordió la lengua, podía ver sus labios moverse, pero no escuchaba palabra alguna debido a los auriculares que llevaba. Sus labios parecían repetir lo mismo una y otra vez, así que finalmente se quitó dichos aparatos y miró con atención a la persona de la que pertenecían las palabras sordas.
- Fue un suicidio accidental.
Una tez [c/p] lo recibió con una voz neutra, sin una expresión clara, con los rasgos en el, sin pronunciar alguna otra palabra. Alzó una ceja y espero a que continuara, pero no lo hizo, solo volvió mirar la escena del crimen, sosteniendo su propio paraguas gris con la derecha, paseándose por donde se encontraba el cuerpo.
- Eres un detective, ¿No? Deberías de haberlo pensado desde el principio.
El tono tosco lo irritó un poco, por lo que soltó un suspiro. Los cabellos de Arata comenzaban a pegarse en su frente por la humedad de su cabello al haberse mojado en cuanto había salido de una tienda de conveniencia para comprar un café, que no le duró más que unos pocos minutos. Suspiró.
- Estaba en ello hasta que me desconcentré...
- ______.... _____ Kazemi. Me dedico a tomar casos particulares.
El sonido de la lluvia volvió a hacer eco mientras sus ojos se encontraban con los del otro.
- Shindo. Arata Shindo. Trabajo para el gobierno.
- Eso ya lo sé.
La información con la que contaba su acompañante lo desconcertó un poco. Mostraba una actitud un poco distante y agresiva.
Por su parte, quien tomaba especialidades, se cuestionaba si era seguro acercarse y trabajar con el inspector. A decir verdad, tomaba casos particulares para no ser "ejecutable". La ciudad solía ser tranquila por los sistemas de seguridad, pero los consideraba un peligro. Cuando era infante, y desde entonces, sus niveles de psycho pass eran bastante altos, pero lograba regularlos, y por consecuente, esconderlos, con ayuda de píldoras suministradas por un ajeno. Ese era su mayor temor hasta el momento, por eso sólo tomaba especialidades, de modo que no se sobreecargara de estrés, lo que aumentaría sus niveles de lo anterior mencionado y sería su fin. Hacerse pasar por alguien normal era la parte más difícil de todo aquello.
Shindo analizó de pies a cabeza a su acompañante una vez más, alzando una ceja, la barrera fría que ponía entre ambos era interesante, pero la deducción tan pronta que había hecho era lo que más sorpresa le traía.
- Trabajaré contigo para los informes, ¿Cierto?
- Es correcto. Será mejor que te apresures, nos queda un largo rato.
Aseguró. Shindo asintió, volviendo a concentrarse para denotar el cómo había ocurrido dicha escena. Su mente le daba la imagen de un hombre con un arma de fuego, amenazaba a algo u alguien invisible, hasta que disparó, por consiguiente, la bala rebotó en la pared, donde claramente no había nada -ahora solo la marca del impacto-, terminando por incrustarse en el cráneo del sujeto, matándolo en el instante.
- Shindo, si te apresuras, te invito un café.
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𝕺𝖓𝖊-𝖘𝖍𝖔𝖙𝖘 [Pedidos Cerrados]
DiversosRelatos a pedido. Todos son personaje x lector femenino a menos que se especifique lo contrario.