No. En serio.- confirma Nadia Martin.- No lo sé, el hecho de tener un esposo que trabaja para el gobierno no significa que llega a casa y me cuenta cada una de las órdenes o misiones que debe cumplir.- ambas guardaron silencio.- Aquí a la izquierda la tercera casa por favor.- antes de descender el autor, menciona unas palabras.- Te confiaré esto, cuando empecemos con el primer simulacro no hay vuelta atrás, vendrán mas que exigen la cooperación de la civilización. Lo sé porque antes de que mi esposo entrara a trabajar al gobierno me hablo de esto.
Porque no se los dijiste cuando te lo pidieron. Todos en el colegio merecen saber la verdad.- reclama la chica asistente.- Solamente escuchaste por el teléfono dos o tres simulacros que se llevarán a cabo pero sabes más de lo que nos haces creer a todos, profesora Martín.
Los nervios, la incertidumbre y la rabia está en su máximo punto, ¿quieres arriesgarte a que alcance el límite y empiezan las revueltas enfrente del palacio gubernamental?- pregunta Nadia con tono feroz y la chica asiente con la cabeza.- Gracias por traerme, te veo mañana.- hizo una pausa pues no sabe el nombre de la joven pero ésta no responde.
***
Hoy en el receso fui al baño.- narra Charlotte.- y vi como unos niños mayores pellizcaron a otro de mi edad.
Le avisaste a tu nana que sucedió.- pregunta la madre.
Sí, y mandó al muchacho al salón.- confirma la niña.- pero hay otra cosa que sucedió mamá.
¿Algo malo?- pregunta Mariel mientras sirve la comida en los platos. Dime, ¿qué es?
Una maestra de otro salón dijo algo sobre "simioslocos", se veían muy preocupadas mamá.- explica la niña.
Simulacros, Charlie.- corrige la madre y desconcertada se lleva las manos a la boca y luego toma asiento. Escuchaste algo más, hija.
No recuerdo, pero me puse nerviosa porque ellas también estaban así.- responde la niña. ¿Todo está bien, mamá?, ¿no tienes hambre? ¿dónde está papá?
¡Fue a ver a un viejo amigo!.- responde Mariel disimulando los nervios.- Ahora come, no más preguntas.- ordena.
El teléfono encima de la mesa de centro suena como si el aparato padeciera de convulsiones. Mariel se levanta de la silla dejando caer los cubiertos en el plato y al mismo tiempo provocando un leve susto en la pequeña Charlotte.
capítulo continúa en la siguiente hoja.
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Antes del conflicto
Fiksi Ilmiah...y entonces cerré mis ojos. *Esta novela se escribe en tiempo real y es un borrador. Todo lo escrito aquí es de mi autoría.*