El regreso de los Dioses.

15

Todos están en el salón, hacía mucho tiempo que no nos reuníamos tantas personas en casa.

Lisa, Rosé, Jennie y Jisoo no hacen más que entrar y salir de la cocina intentando sacarle algún tipo de información a Alia, que está cocinando junto a mí.

G-Dragon, T.O.P, Daesung, Taeyang y Seungri hablan con los alfas, en especial con YoonGi sobre cómo ha mejorado la seguridad de la aldea.

Min Ho está junto a JongHyun y la Señora Yon, hablando de la escuela y de sus notas.

Es una escena tan hogareña que me hace suspirar, miro a Alia, que enseguida me devuelve la mirada, la sonrío, incapaz de expresar con palabras lo feliz que me hace dar esta noticia, lo emocionado que estoy por ser padre y las ganas que tengo de que mi cachorro nazca para poder jugar con él y enseñarle todo lo que necesita.

La cena ya está casi lista, escucho la voz de Alia pidiéndole a Min Ho y a JongHyun que pongan la mesa, ella está empeñada en tratar al beta como alguien más de la familia incluso si aún no han dicho nada sobre la relación que mantiene con Min Ho.

Ambos no tardan en aparecer y comenzar a sacar platos y cubiertos para todos, la verdad me sorprende que quepamos todos en la mesa, pero prefiero que entremos justos a tener que modificar algo, es una noticia que ambos hemos decidido dar a todos al mismo tiempo.

Saco la olla de barro de la vitrocerámica y lo llevo hasta la mesa del salón, Alia me acompaña unos minutos después con un plato lleno de carne, miro la mesa, en la que solo falta la bebida. 

La comida es abundante, carne de diferentes tipos, arroz y ramen, ensalada y sopa, Min Ho deja las botellas con agua y zumo a lo largo de la mesa.

—Chicos, sé que somos muchos y lo más seguro es que estemos un poco apretados durante la cena, pero, ¿podríais ir sentándoos?— las risas de los presentes a mi pequeña broma no tarda en aparecer, tomo asiento al igual que los demás, Alia no tarda en sentarse a mi lado.

—Bueno, nos habéis tenido con la duda de porqué habéis decidido hacer esta cena tan de sorpresa... ¿nos explicáis?— Lisa sonríe al terminar de hablar, me río levemente, miro a Alia, nuestro lazo no deja de vibrar, se siente amenazada, hay demasiados alfas aquí, pero soy capaz de ver lo mucho que se está esforzando por no gruñir.

—Los alfas que estamos aquí debéis saber que Alia últimamente ha estado gruñendonos.— les escucho reír y asentir. 

—Ella da miedo cuando lo hace.— comenta Taeyang, con una sonrisa sincera en su rostro.—Todos aquí hemos escuchado hablar de sus gruñidos asesinos, da algo de miedo sentir que lo va a usar.

—Lo siento por eso, a todos.— se disculpa, da un trago de agua, está nerviosa.—Estoy intentando no hacerlo de nuevo.— algunos de los alfas presentes echan sus sillas un poco hacia atrás, me río.

—Bueno ya, — Rosé llama la atención de todos.—no te salgas del tema, ¿que es eso tan importante que debéis contarnos?   

Alia se levanta de la silla, la acompaño y sujeto su mano, me aprieta con fuerza, aunque a pesar de que me hace algo de daño no me quejo, sus ojos buscan los míos y, cuando los encuentra, despega la mirada.