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YoonGi sale de la habitación y el aroma a putrefacción comienza a ahogarme, la densidad es demasiado fuerte, me hecho hacia atrás con la silla y me tapo la nariz.

—Hola, JungKookie.— su voz no ha cambiado.

—¿Qué quieres?, y, ¿por qué hueles así?— veo la diversión correr por su rostro, una sonrisa coqueta enmarca sus labios y me siento más que disgustado, repelido.

—Pensé que te gustaba el olor de las cosas muertas o podridas, — abro mis ojos, no puedo creer que acabe de decir eso, no tiene ni el más mínimo sentido.— ya sabes, tu nueva "pareja", — hace comillas con los dedos y la repulsión comienza a transformarse en furia.— huele a muerte y sangre, ¿a caso no te gusta mi nuevo aroma?, me ha costado mucho modificarlo.

—¿Cómo va a gustarme?, hueles a podrido, a un dulce en descomposición, no es para nada un buen olor, es desagradable.— ni mido mis palabras, tal vez la estoy cagando, pero no puedo contenerme.—Además, ¿por qué vas así vestida?, siempre has odiado vestir de esa forma.

—Alia viste así y te gusta, ¿por qué yo no?— tiene que estar vacilándome.

—A ver si lo he entendido bien, has venido hasta mi trabajo sólo para enseñarme que... ¿puedes parecerte a mi mate?— por la luna que esté equivocado.

—Algo así, he venido a demostrarte que soy mucho mejor que ella, — se levanta de la silla y camina alrededor de la mesa que nos separa, me levanto y camino en dirección contraria.— vamos Kookie, yo fui tu primera en todo, no puedes cambiarme por esa, — mantengo la mano en mi nariz, está comenzando a soltar feromonas sexuales, pero por culpa de su nuevo aroma resultan insoportables.— ya ves que puedo vestir como ella, oler como ella, si me lo propongo incluso puedo comportarme como ella...

—¡Por la luna IU!, ¿¡te estás escuchando!?— gruño cuando la veo acercarse aún más a mí.—¡No eres ella, ni si quiera te pareces!— por fin para en seco, veo sus ojos aguarse.

—Yo... te amo, eres mi pareja, peleé por tí una vez para demostrártelo, he... me he vestido con... esto, he cambiado mi aroma para gustarte más, yo... ¿por qué me has cambiado por un perro faldero?— cierra sus puños, yo intento mantener el enfado para mí mismo.—¡Por dios, pero si incluso te ha marcado, eso es antinatural!

—IU, voy a decírtelo una sola vez, olvídate de mí.— la doy la espalda y camino hacia la puerta, necesito salir de la habitación y, cuando ella salga, tendré que airearla porque para este punto es insoportable estar ahí dentro.

Escucho pasos a mi espalda y antes de poder reaccionar siento cómo algo se clava entre mi cuello y hombro, el dolor es intenso y acabo por caer de rodillas al suelo, un grito sale de mi garganta mientras las manos de IU se pasean por mi cuello, sus labios rozan mi piel mientras sus dientes se hunden en mi piel, mis ojos se llenan de lágrimas.

No soy capaz de reaccionar, tampoco de moverme, el dolor no hace más que empeorar, siento mi sangre caer y manchar mi uniforme, gruño, grito y me quejo pero no se aleja hasta que G-Dragon y T.O.P me la sacan de encima, pongo la mano sobre la herida abierta, me escuece y me arde, me quito la parte superior del uniforme e intento ver que la marca de Alia está intacta, pero es así, la cicatriz... IU ha clavado los colmillos sobre la marca, no puedo evitar llorar.

Siento a mi lobo enfurecer, pero, de un segundo para otro estoy sufriendo un dolor imposible de soportar, no consigo levantarme del suelo.

El regreso de los Dioses.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora