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Me dejo caer en la cama, tengo el estómago lleno pero mis músculos parecen no querer responder a nada, estoy completamente agotado.

El aroma de Alia llena mis fosas nasales y, unos segundos después, está sentada en la cama, con la espalda apoyada en la pared y las piernas estiradas, me muevo lo suficiente para poder apoyar mi cabeza sobre sus muslos, cierro los ojos cuando siento su mano peinar con cuidado mi pelo, me relajo ante su tacto sin remedio alguno.

—Hoy a sido un día muy cansado,— su voz impide que caiga dormido, pero sonrío porque me encanta escuchar su voz.— tómatelo con calma, no cargues con tanto peso, tu fuerza ha aumentado levemente, pero aún no lo suficiente como para que cargues con tanto peso.— asiento, tal vez tenga razón, pero hay algo que me hace sonreír aún más y abrir mis ojos.

—Así que... has estado observándome mientras trabajaba...— bromeo, veo cómo su rostro toma un pequeño tono rosado.—Hoy he conocido a la esposa del líder de los alfas y a su hijo.

—El hombre se llama HeeChul.— su risa me hace sentir mejor, menos cansado.—Y, ¿qué tal con el cachorro?— aparto los ojos de los suyos y miro al techo.

—Me he sentido nervioso al principio...— confieso.—pero al final ese osezno a resultado ser toda una monada, y muy curioso.— la mano de Alia no deja de moverse sobre mi pelo, acerco la mano al vientre algo hinchado de mi pareja y dejo que mi mano se mueva por aquí.

—Dentro de poco habremos pasado el primer mes, supongo que para ese momento mi tripa ya habrá crecido más.— elevo mi cabeza hasta poder dejar un pequeño beso en sus labios.

—Estoy deseando que pasen los tres meses, quiero conocer ya a nuestros cachorros.— no sé cuántas veces habré dicho esto ya, pero la sonrisa de Alia es la más hermosa y sincera que nunca he visto.



(-*-*-*--*-*-*-) 



Mi despertar es exacto al del día de ayer, no siento a Alia a mi lado y el sonido de las arcadas me indican dónde se encuentra.

La ayudo y hago lo mismo de ayer, sé que las nauseas matutinas son normales durante una pequeña parte del embarazo, pero me preocupa lo afectada que se ve ella, parece reprocharse algo y, aunque la digo una y mil veces que no pasa nada su expresión no cambia.

—Vamos, tenemos que ir con la manada.— Alia se encuentra tensa mientras lo dice, se levanta y camina hacia la puerta, la sigo un poco perezoso, a pesar de que he dormido bien sigo bastante cansado por cargar tanto peso.

Salimos del hotel y vemos a toda la manada reunida, nos acercamos y caminamos entre el tumulto de lobos, sujeto a Alia de la cadera y la apego a mí, intento mantenerla segura de cualquier golpe por los movimientos de algunos integrantes de la manada.

No tardamos en cruzarnos con Min Ho y JongHyun, nos saludan y nos acompañan hasta el lugar en el que se encuentran mis Hyungs.

Alia habla con el omega y el beta mientras me centro en buscar con la mirada a Nam Joon, hay tanta densidad de aromas que se me hace difícil encontrar el aroma a café amargo de RM, incluso si es un olor llamativo y fuerte.

El regreso de los Dioses.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora