El regreso de los Dioses.

27

Me acerco al orfanato, esta vez voy completamente solo, Alia está junto a Lisa, Rosé, Jennie y Jisoo; Min Ho junto a JongHyun.

Hace bastante tiempo que no vengo, al igual que hace bastante tiempo que no veo a la Señora Yon, desde la cena  en la que anunciamos el embarazo de Alia, no sé por qué no ha vuelto, pero creo que es importante que sepa que ya hemos pasado el mes de peligro, al igual que decirla que el parto de Alia está programado para la semana que viene.

Entro en el orfanato, varios cachorros se cruzan por el camino, la mayoría jugando entre sí, sonrío ante la vista, nunca antes me preocupé de fijarme en lo juguetones que suelen ser los cachorros, pero ahora que lo veo... son realmente adorables.

Un olor agrio se presenta frente a mí, es más fuerte que el aroma de los cachorros, busco el aroma y, cuando lo encuentro, veo a un alfa de pelo canoso y bastante demacrado, me acerco a él al sentir también el aroma de la Señora Yon, cuando estoy frente a ellos, veo a la mujer de brazos cruzados y con el ceño fruncido.

—Señora Yon, — saludo, la mujer me mira y sus facciones se relajan, el alfa me mira con rencor durante unos segundos, más tarde parece darse cuenta de que soy uno de los alfas de esta manada.—¿este alfa la está molestando?— pregunto, me cruzo de brazos, el nombrado niega con la cabeza.

—No, tranquilo Kook, es solo que...— aparta la mirada, el alfa suelta un pequeño gruñido.—¡No me gruñas!— incluso el alfa se sorprende ante el grito de la omega.

—¿Puedes explicármelo?— la mujer cierra los ojos y la oigo suspirar, antes de mirarme, sus ojos llenos de preocupación.

—Ni una palabra a Alia, — esa petición me resulta extraña.— ella es capaz de desgarrarle, — señala al alfa y creo que ya se por donde van los tiros, asiento y espero a que me cuente lo que sucede.—él es Dak-Ho, lleva un mes y medio intentando cortejarme, incluso si ya le he dicho que no.— frunzo mi ceño, está totalmente prohibido obligar a un omega a aceptar un cortejo que no desea.

—Pero ella aún no me ha dicho porqué, —Dak-Ho me mira, siento cómo su lobo se esconde del mío, ¿será esto lo que siente Alia cada vez que nos hace sentir pequeños al mirar a sus ojos?, espero a que termine la frase.—sólo me dijo que no, creo que como alfa enamorado necesito una pequeña explicación, ¿no?— imito la acción de la mujer a mi lado.

—Tiene razón, Señora Yon, si Alia se entera le mata.— la mujer asiente, pero no puedo evitar preguntar.—¿es por él que no ha venido a ver a su hija?— sus ojos se cristalizan, pero la sonrisa en su rostro es enorme.

—Podría decirse que sí, y, Dak-Ho, soy una omega marcada. — ni si quiera sé cómo no tropiezo hasta caer de culo al suelo cuando suelta esas palabras, la miro, completamente sorprendido. 

—Pero no tienes el aroma de un alfa sobre tí, tampoco he visto la marca de apareamiento en tu-— la mujer se baja un poco el jersey, puedo ver claramente la marca de dos colmillos entre su hombro y cuello, es bastante obvio que hace muchos años que la marca no es restaurada, aun así, tras ver esto, me sorprende aún más el hecho de que haya podido seguir con vida tras la muerte de su mate. 

—Se llamaba Min Ki, era mi mate y no pretendo cambiarle por nadie, ahora ya tienes la respuesta y yo tengo trabajo que hacer , me gustaría que te fueses.— el alfa asiente y camina con desgano hacia la misma puerta por la que he entrado hace unos minutos, miro a la mujer, su mano está sobre la marca y puedo ver el dolor y la añoranza en sus ojos.—Jeon...— su voz parece débil, dolida, dirijo mi mirada hacia sus ojos, sin embargo estos parecen tener fuego en ellos.—¡¿Cuantas veces debo decirte que no me trates de usted?! — de mi garganta escapan varias carcajadas, no puedo creer lo mucho que se parecen Alia y ella, apenas dejan ver su dolor un segundo antes de volver a ser las de siempre.